Campfire, el retiro de lujo que organiza Amazon en plena tormenta

Jeff Bezos, un tipo de rompe y rasga. Y eso se nota hasta en los detalles más nimios que llenan el día a día de la empresa. Ya se sabe que hasta un correo-protesta escrito por una ama de casa puede desatar una tormenta de consecuencias incalculables, y que es nada escapa a los largos tentáculos de este emprendedor hecho a sí mismo. Sus espaldas soportan el mayor comercio online del globo, en un gran imperio en el que parece que nunca se pone el sol.

Sin embargo, parece que el viento ha dejado a soplar a favor para este hombre que sin duda ha nacido con estrella y ya por julio avanzamos que la firma estaba entrando en un terreno fanganoso. ¿La causa? Unas abultadas pérdidas provocadas por la arriesgada apuesta hacia adelante de la firma con el Fire Phone que ha embarcado a la firma a un torrente de inversiones que buscan a la desesperada un retorno. Ya por aquel entonces, el director financiero de la casa aclaró que aquello no era una carrera a corto, sino más bien un maratón.

Pues bien, el smartphone de Amazon, que es sin duda el gran termómetro de esta carrera, parece haberse pegado un soberano batacazo en ventas, que habría obligado a recortar precios con urgencia. Aunque no hay datos de ventas, y este es sin duda el peor síntoma.

Sin embargo, lo del Fire Phone no es el único incendio que tiene que apagar como sea el de Albuquerque: el gigante se ha embarcado en una descarnada guerra con Hachette a cuenta de las comisiones que paga a los autores. El asunto no es moco de pavo, ya que se mueve un dineral en el mercado, pero sobre todo porque Bezos podría no haber calculado bien las consecuencias de este enfrentamiento.

Posiblemente acostumbrado al miedo que mete en el cuerpo el más grande, Amazon no habría contado con la virulenta respuesta de Hachette, que cuenta con el apoyo de miles de los autores de los que comercializa sus obras. Pues bien, en medio de todo este fragor, hemos sabido que Bezos ha cambiado de estrategia en un intento por aplacar el ánimo de los autores de la editorial: en lugar de una política que muchos veían como coercitiva, Bezos ha decidido llevarse de retiro a los autores más relevantes y ahí convencerles mediante argumentos de las bondades de su política.

Lujo, miedo y misterio

Esta acampada pasaría más o menos desapercibida de no ser porque el retiro, que ha tenido lugar en Nuevo México este fin de semana, se ha visto envuelto de un halo de lujo y misterio que ha despertado todavía más el interés. Jets privados, limusinas, y sobre todo, un silencio sepulcral en torno a todo lo que ha sucedido el fin de semana, son argumentos más que suficientes para que el encuentro casual sea de interés máximo.

Lo cierto es que este encuentro, conocido como Campfire, es habitual en la firma y suele contar con asistentes de lujo como el mismísimo Neil Armstrong. Estar o no en la lista de la élite que asiste depende únicamente del dedo de Bezos, y algunos de los autores a los que se les ha preguntado si habían sido invitados han mostrado claros gestos de terror ante la posibilidad de que su respuesta ofendiera a Bezos. Ante este panorama es lógico pensar que apenas han trascendido los detalles, aunque se sabe que la firma no ha obligado a los asistentes a firmar ningún acuerdo de confidencialidad.

Pero parece que los elegidos no necesitan mucho para permanecer bien callados: lujo por todas las esquinas, vida a cuerpo de rey y múltiples regalos a los asistentes a los que incluso se les ha pagado el traslado al misterioso lugar ubicado en Santa Fe. Música en vivo, piscina y cuantiosos desayunos en una firma, como apunta el New York Times, que aprieta en costes a empleados y proveedores hasta niveles extremos.

Aunque el lujo y trato almibarado no parece que vayan a ser suficientes para calmar los ánimos: algunos de los autores que asistieron a otros retiros vaticinan que este año serán muchos los que muestren su enfado declinando la invitación, en un claro de rechazo a la política de Bezos, que tiene ahora mismo dos fuegos, a cual más grande, a los que hacer frente.