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Manual para sobrevivir a la fiebre del emprendimiento en España
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ICONOS, PALABRAS Y CONCEPTOS DEL FENÓMENO

Manual para sobrevivir a la fiebre del emprendimiento en España

Parece que la sociedad acaba de descubrirlos y que Mark Zuckerberg es el primero de una reciente cadena de jóvenes que han decidido hacer una muesca

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Manual para sobrevivir a la fiebre del emprendimiento en España

Parece que la sociedad acaba de descubrirlos y que Mark Zuckerberg es el primero de una reciente cadena de jóvenes que han decidido hacer una muesca en el Universo, como decía Steve Jobs, pero lo cierto es que siempre ha habido emprendedores y el mundo que conocemos es así, en gran medida, gracias a ellos. Personas con grandes o pequeñas -pero igual de importantes- ideas que en un momento dado deciden hacerle un órdago a la vida apostando por ellas para abrir un negocio que les permita ganarse el pan de forma independiente, y en la mayoría de los casos permitiendo que otros se lo ganen gracias a ellos. 

La crisis económica ha empujado a las nuevas generaciones, en muchas ocasiones más por necesidad que por oportunidad, a emprender, y quizás por esa razón en los últimos años la burbuja ha crecido hasta convertirse no sólo en una fiebre en busca de una especie de oro abstracto, como un nuevo new age, sino también en un nicho informativo renovado, una cuestión de Estado y también en una forma de vida que ha dado lugar a una realidad casi mística: el ecosistema emprendedor

Siguiendo el tópico de que en España siempre hay una persona trabajando y cinco mirando, en ocasiones parece que hay más gente viviendo a costa de los emprendedores que emprendiendo. Cientos de premios al emprendimiento, mentores y gurús profesionales de toda clase y condición, academias especializadas en incubación, centros intensivos y lanzaderas -patrocinadas por multinacionales, desde Mercadona a entidades bancarias, en este caso como una nueva forma de responsabilidad social corporativa- son realidades que se han extendido como una plaga.

En ese sentido, y por inercia, la sociedad ha asimilado cientos de palabras y conceptos de forma natural, pero en muchos casos no nos hemos parado a pensar cuál es su origen, dándolo todo por sabido. Repasemos, brevemente, algunos iconos y conceptos del nuevo emprendimiento para comprender un poco más un fenómeno que forma parte ya del imaginario colectivo contemporáneo.

Angel, business. Nueva tribu de inversores privados en busca de talento emprendedor al que impulsar financiando proyectos con dinero de su propio bolsillo, en forma de capital semilla. Se han ganado fama de filántropos, y aunque verdaderamente se arriesgan y a veces pierden, no quieren dar puntada sin hilo. En España, se espera que el Gobierno les otorgue beneficios fiscales por su contribución a la economía. (Ver: Ronda de financiación).

Burocracia. En España, uno de los máximos enemigos de los emprendedores, por las dificultades -técnicas, pero también relacionadas con los costes- impuestas tradicionalmente por las administraciones a la hora de crear una nueva empresa, un proceso que no supera en muchos países las 24 horas, con todo tipo de incentivos y ayudas. La nueva ley de emprendedores pondrá algunos remedios a la filosofía larriana del "vuelva usted mañana". (Ver: Ley de emprendedores).

CEO. Abreviatura de chief executive officer, el director ejecutivo de toda la vida, aunque con mucho más glamour. A los jóvenes emprendedores les llena de orgullo imprimir tarjetas con su nombre unido a este cargo. En las primeras tarjetas de presentación de Mark Zuckerberg decía: “I’m the CEO, Bitch". Una especie de "el mundo es nuestro", pero de corte neoliberal. (Ver: Zuckerberg, Mark).

X, Teoría. Enunciada por el experto en recursos humanos Douglas McGregor, habla de los trabajadores de las empresas como de vagos por naturaleza con tendencia a esquivar las tareas, por lo que a los directivos de las empresas no les queda otro remedio que generalizar las estrategias de castigos y recompensas, al más puro estilo conductista.

Y, generación. Target principal de la nueva ola de emprendimiento, una generación donde se incluyen tradicionalmente las personas nacidas entre la década de 1980 a la década del 2000.

Zuckerberg, Mark. Como los jóvenes alemanes que se vestían de frac azul y chaleco amarillo -algunos también se suicidaron- después de leer el Werther de Goethe, el fundador de Facebook ha generado una corriente universal de mimetismo.

Parece que la sociedad acaba de descubrirlos y que Mark Zuckerberg es el primero de una reciente cadena de jóvenes que han decidido hacer una muesca en el Universo, como decía Steve Jobs, pero lo cierto es que siempre ha habido emprendedores y el mundo que conocemos es así, en gran medida, gracias a ellos. Personas con grandes o pequeñas -pero igual de importantes- ideas que en un momento dado deciden hacerle un órdago a la vida apostando por ellas para abrir un negocio que les permita ganarse el pan de forma independiente, y en la mayoría de los casos permitiendo que otros se lo ganen gracias a ellos.