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Metro: Last Light, o el placer de sobrevivir a un holocausto nuclear
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UN 'SURVIVAL HORROR' EN ESTADO PURO

Metro: Last Light, o el placer de sobrevivir a un holocausto nuclear

Una guerra nuclear ha acabado con el mundo tal y como lo conocemos. La vida ha quedado reducida a la mínima expresión, y un puñado de

Foto: Metro: Last Light, o el placer de sobrevivir a un holocausto nuclear
Metro: Last Light, o el placer de sobrevivir a un holocausto nuclear

Una guerra nuclear ha acabado con el mundo tal y como lo conocemos. La vida ha quedado reducida a la mínima expresión, y un puñado de supervivientes tratarán de comenzar desde cero, pero no será tan sencillo. Unos extraños seres surgidos como consecuencia de las exposiones y el propio ser humano serán nuestros principales enemigos en esta adictiva aventura.

Con este planteamiento nace Metro: Last Light, el videojuego de la exitosa saga de libros escritos por Dmitri Glukhovsky. Ambientado en Moscú, Artyom, uno de los pocos supervivientes que han podido salir con vida de las explosiones nucleares, será nuestro protagonista. Su objetivo no es otro más que tratar de mantenerse con vida y conducir al resto de humanos a la salvación.

Con la superficie arrasada, los escasos supervivientes que han conseguido superar la barbarie se encuentran refugiados en el metro moscovita, desde donde deben esquivar la amenaza procedente del exterior. La guerra nuclear ha creado unos monstruos fruto de la atmósfera tóxica, denominados Oscuros, que tienen sed de sangre. Pero no serán los únicos enemigos a evitar.

Otra serie de humanos serán nuestros rivales, en su pugna por autoproclamarse nuevos líderes del mundo -o, al menos, de lo poco que ha resistido a la guerra nuclear-, por lo que no será sencilla nuestra supervivencia. La incertidumbre, la tensión y los escasos bienes que podemos encontrar en las zonas que se han salvado de la destrucción hacen que cada bala cuente... y mucho.

Artyom será el héroe encargado de tratar de salvar a la humanidad, en un mundo que ha desaparecido por completo y en el que no sólo cuenta ser el más rápido con una pistola en la mano: nuestra capacidad para ahorrar recursos, para adelantarnos a nuestros enemigos y para 'olernos' dónde se puede esconder el peligro nos puede servir para sobrevivir en un mundo en extinción.

Mención aparte merece el excepcional acabado técnico de Metro: Last Light. El más mínimo detalle está cuidado al extremo, con unos espectaculares efectos de iluminación que otorgan a cada escenario vida propia. Además, el modelado de los personajes roza la brillantez y el gran doblaje al castellano convierten este juego en un verdadero placer para los sentidos.

Así, los grandes amantes de los 'shooters' y del 'survival horror' están de enhorabuena, pues sin duda Metro: Last Light puede presumir de ser un juego que marcará un antes y un después en el género. Posee todos los mimbres para convertirse en una referencia: no sólo estamos ante un juego fiel a las novelas, sino que su nivel técnico ha dado lugar a uno de los grandes juegos del momento.

Una guerra nuclear ha acabado con el mundo tal y como lo conocemos. La vida ha quedado reducida a la mínima expresión, y un puñado de supervivientes tratarán de comenzar desde cero, pero no será tan sencillo. Unos extraños seres surgidos como consecuencia de las exposiones y el propio ser humano serán nuestros principales enemigos en esta adictiva aventura.