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Ocho mentiras del Gobierno sobre los recortes en ciencia
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Ocho mentiras del Gobierno sobre los recortes en ciencia

Una mentira repetida mil veces se termina convirtiendo en un realidad, según la doctrina que aplicaba Joseph Goebbels en el ministerio de la propaganda nazi. Mil

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Ocho mentiras del Gobierno sobre los recortes en ciencia

Una mentira repetida mil veces se termina convirtiendo en un realidad, según la doctrina que aplicaba Joseph Goebbels en el ministerio de la propaganda nazi. Mil mentiras después, si usted se dedica a investigar y le han dejado sin fondos públicos, tiene un hijo estudiando Física que ya se plantea emigrar a Alemania o una sobrina bióloga que lleva años enganchando una beca tras otra y ahora se ha quedado incluso sin ella, le alegrará leer esto: en este país de crisis y tijeras, la ciencia no ha sufrido recortes. El I+D es la pieza clave de la recuperación y, por lo tanto, es una prioridad en el gasto público. 

Esa es la realidad que el Gobierno de Mariano Rajoy quiere que creamos, y acumula ya muchas mentiras, quizá más de mil, para tratar de probarlo. La única forma de que una realidad vuelva a su estado original de mentira es contrastar las afirmaciones con los hechos. Veamos, pues, la nutrida colección de falsedades que este Gobierno ha querido convertir en realidades, contrastadas con la cruda verdad de los recortes que realmente se están aplicando.

“En el año 2013, en los Presupuestos de este ejercicio, el I+D+i ha sido prácticamente una de las pocas políticas que ha incrementado sus recursos. Cojamos todos los capítulos del Presupuesto y los recursos para I+D+i están en el entorno de los 4.200 millones de euros, lo cual supone un incremento del 5 por 100 en unos Presupuestos que, como todos ustedes conocen, son especialmente restrictivos”, decía, literalmente, el ministro Luis de Guindos en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del pasado 1 de febrero.

El ministro miente. Según los datos oficiales del Observatorio Español de I+D+I (ICONO), dependiente de su propio Ministerio, el presupuesto total en I+D+i civil y militar no sólo no ha aumentado un 5%, sino que ha caído un 1,17%. A De Guindos se le ha ido la mano en un 6,17% del PIB.

“El gasto en investigación, desarrollo e innovación civil no ha sufrido recorte alguno respecto al Presupuesto del año anterior”, dice el Gobierno es su Programa Nacional de Reformas de España 2013, que acaba de enviar a Bruselas.

Un par de meses después de la mentira 1, el Gobierno ya no habla de aumentos, sino de que no hay recortes. La realidad es que un recorte de 1,17% sigue siendo un recorte. Y, además, esa cifra suma un total de 67 millones de euros. Si aún le parece poco dinero, piense que supone diez millones más que todo el presupuesto del mayor centro de investigación de España, el CNIO (56 millones).

“La financiación de la investigación y la innovación es una pieza clave para fomentar la competitividad de la economía y favorecer un modelo de recuperación de alta calidad. Por ello, se han revisado las prioridades de gasto minimizando el recorte presupuestario en las políticas de gasto de I+D+i”, prosigue el documento enviado a Bruselas.

Es un avance que hayamos pasado de un aumento del 5% a cero recortes, y luego a un recorte “minimizado”. Esperemos, eso sí, que los funcionarios de Bruselas estén lo suficientemente ocupados como para no fijarse en que, en algunas partes de ese documento, la I+D “no ha sufrido recorte alguno”, y en otras, el recorte se ha “minimizado”. Pero es que ni siquiera el recorte real es ese 1,17% que reflejan los presupuestos. 

En realidad, las subvenciones a la I+D civil española han caído un 13,90% en 2013 respecto a los Presupuestos del año anterior, según el análisis realizado por la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE). 

El truco es que el Gobierno disimula el recorte de las subvenciones con un aumento ficticio de los créditos, en una práctica muy sucia que, todo hay que decirlo, no inventó esta Administración, sino la de José María Aznar.

El 80% del recorte que, como hemos visto, se ha llevado la ciencia en los Presupuestos del Estado es, por tanto, en fondos no financieros (subvenciones), “con lo que el impacto sobre la investigación pública, por lo tanto más básica, será mayor”, advierte la COSCE. 

“Se están priorizando las partidas de gasto en I+D+i”, asegura Jorge Moragas, director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, en una carta a la COSCE.

Sólo un dato para contrastar esa “prioridad”: la financiación por investigador ha caído este año a niveles del siglo pasado.

 

Si miramos la letra pequeña, la situación es aún peor en esta “pieza clave” de la economía que Moncloa dice que es la ciencia. Por sólo nombrar algunos tijeretazos, el Gobierno ha evitado gastar casi 100 millones en subvenciones, ha recortado un 10% el presupuesto del CSIC, hasta el punto de que este ha tenido que pedirle un adelanto, ha reducido los gastos de los principales programas para recuperar cerebros del extranjero y para premiar a los mejores centros de investigación del país y ha dejado sin fondos uno de los mayores programas para luchar contra la malaria.

España debía invertir un 3% del PIB en I+D en el año 2020, según reza el Horizonte 2020 de la UE. La realidad es que el Gobierno redujo ese esfuerzo al 2% el pasado febrero.

En el texto que el Gobierno ha enviado a Bruselas se asegura que el gasto privado en investigación, que ahora mismo está en el 0,6% del PIB, va a crecer hasta alcanzar el 1,2% del PIB en 2020

Moncloa no explica, sin embargo, cómo va a lograr ese enorme salto de seis puntos porcentuales en siete años, más aún teniendo en cuenta que el gasto privado en I+D lleva cayendo desde 2004, y la salida de la crisis, que podría permitir a las empresas aumentar sus gastos, no se vislumbra hasta al menos 2016. Los propios actores del sector reconocían esta semana a Teknautas que ese objetivo se alcanzará “en el año 2020 más X”.

“La Secretaría de Estado de I+D+i lo que está llevando a cabo es un proceso de racionalización, de simplificación burocrática, para reducir todas las trabas administrativas que existían”, dijo De Guindos en el mismo Consejo de Ministros de febrero.

En realidad, las burocracias se están uniendo a los recortes en una espiral infernal para los investigadores; los retrasos amenazan con que se pierda un año de ayudas, mientras las peleas entre los Ministerios de Hacienda y Economía dejaron en suspenso el pasado febrero las ayudas para futuros doctores y el celo del departamento de Cristóbal Montoro requirió de nuevos informes a los centros de investigación de excelencia para conseguir fondos. 

Luis de Guindos, ministro de Economía y Competitividad: “Todo ello pone de manifiesto la voluntad del Gobierno de utilizar la política de ciencia y tecnología como una palanca fundamental a la hora de modificar nuestro modelo económico”. 

Colectivo Carta por la Ciencia, que agrupa a sociedades científicas, rectores, jóvenes investigadores y sindicatos: “El Ministro de Economía y Competitividad debe asumir su responsabilidad política por la desastrosa estrategia adoptada por el Gobierno. La desaparición de la investigación en el organigrama ministerial ha supuesto, de facto, la destrucción paulatina del sistema de I+D+i español”. 

Sólo un mensaje para Moncloa y el Ministerio de Economía: recorten lo que crean que tengan que recortar, expliquen a los ciudadanos por qué lo hacen, y asuman las consecuencias de lo que esos ciudadanos piensen después de esos recortes y esas explicaciones. Pero dejen de pensar que somos ignorantes y estamos desinformados, y que lo mismo nos da un aumento del 5% que un recorte del 13%. Se nos está acabando la paciencia.

Una mentira repetida mil veces se termina convirtiendo en un realidad, según la doctrina que aplicaba Joseph Goebbels en el ministerio de la propaganda nazi. Mil mentiras después, si usted se dedica a investigar y le han dejado sin fondos públicos, tiene un hijo estudiando Física que ya se plantea emigrar a Alemania o una sobrina bióloga que lleva años enganchando una beca tras otra y ahora se ha quedado incluso sin ella, le alegrará leer esto: en este país de crisis y tijeras, la ciencia no ha sufrido recortes. El I+D es la pieza clave de la recuperación y, por lo tanto, es una prioridad en el gasto público.