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Feedly, la elección de los usuarios para heredar al sentenciado Reader
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SE TRATA DE UNA PLATAFORMA 'FREEMIUM'

Feedly, la elección de los usuarios para heredar al sentenciado Reader

Y algunos auguraban un futuro incierto al célebre RSS... Nadie tenía en cuenta esta peculiar forma de nutrirse de información hasta que, de la noche a

Foto: Feedly, la elección de los usuarios para heredar al sentenciado Reader
Feedly, la elección de los usuarios para heredar al sentenciado Reader

Y algunos auguraban un futuro incierto al célebre RSS... Nadie tenía en cuenta esta peculiar forma de nutrirse de información hasta que, de la noche a la mañana, Google decidió echar la persiana al servicio en su eufemísticamente llamada 'Spring cleaning'. Miles de usuarios se quedaron a caballo entre el “¿qué?” y el “¿cómo?”; y casi sin tiempo a reaccionar, se organizó una buena rebelión en la red con recogida de firmas incluida. 

Nadie lo comprende: ¿cómo es posible que los de Mountain View prescindan de un servicio que contaba con semejante apoyo? Muchos usuarios manifestaron incluso su voluntad de pasar a un modelo de pago. En este sentido, es difícil aventurar las claves que llevaron al gigante californiano a adoptar esta compleja decisión; pero posiblemente, como apunta el blogger Clay Allsop, Google Reader se convirtió en una colosal base de datos de la que obtenían beneficios los desarrolladores que creaban 'apps' nutriéndose de ella. 

Pero los usuarios del servicio no quedarán huérfanos del todo: Feedly viene a hacer suyo el dicho: a río revuelto, ganancia de pescadores.

¿Qué es exactamente Feedly? se trata de uno de esos servicios que ofrecían valor añadido a la información proveniente del RSS. Con una interfaz cuidadísima y una navegación muy intuitiva, este producto que vio la luz en 2008 pronto recibió las alabanzas por parte de los usuarios. 

Aunque la base del servicio está en la web, las aplicaciones móviles (tanto para iPhone como para Android) enseguida empezaron a acumular votos positivos. Pero a este peculiar agregador de noticias le tocó la lotería como por arte de magia la semana pasada con el inesperado anuncio de cierre de Google Reader

Bueno, lo cierto es que la noticia repartió fortuna en diferentes servicios, pero parece que hay 'quorum' en la red al afirmar que el heredero natural de Reader será Feedly. Limpio, estético, preparado y con múltiples funciones, el servicio parece preparado para asumir el reto.

Pero no va a resultar fácil. Feedly recibió un aluvión de altas en apenas 48 horas, lo que catapultó su ‘app’ a lo más alto de la tienda de Apple, pero al tiempo puso en serios aprietos a los servidores del servicio, hasta el punto que sus responsables corrieron a hacer público mediante una entrada en su blog su compromiso de ampliar el ancho de banda, escuchar las propuestas de los usuarios; y lo que es más importante, ir añadiendo nuevos servicios cada semana.

Estos trenes pasan una vez en la vida y los de Feedly tienen claro que no van a dejar pasar la ocasión. Su baza fundamental, además de estar atentos a la maniobra de Google, reside en presentar el contenido del servicio de Google de una forma muchísimo más atractiva y la gestión de éste está muy bien lograda.

Sin embargo, hay muchos usuarios reticentes a dar el paso: desconfían del modelo de negocio de un servicio que ha renunciado de manera explícita a insertar publicidad. ¿De qué manera piensan monetizar su atractivo producto y obtener rendimiento del aluvión de usuarios que les ha caído del cielo? 

Sus creadores han avanzado que en breve explotarán un sistema ‘freemium’; o lo que es lo mismo, con servicios añadidos para aquellos usuarios que estén dispuestos a pagar por ellos. 

Pero los que opten por seguir lamiéndose las heridas del abandono de Google o ansíen una rectificación (que no llegará), pueden ir al ‘cementerio 2.0’ que han montado en la red donde es posible rendir respetos a los servicios abandonados por Google. ¿En cabeza? Reader, claro.

Y algunos auguraban un futuro incierto al célebre RSS... Nadie tenía en cuenta esta peculiar forma de nutrirse de información hasta que, de la noche a la mañana, Google decidió echar la persiana al servicio en su eufemísticamente llamada 'Spring cleaning'. Miles de usuarios se quedaron a caballo entre el “¿qué?” y el “¿cómo?”; y casi sin tiempo a reaccionar, se organizó una buena rebelión en la red con recogida de firmas incluida.