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Redmond, tenemos un problema: Windows 8 ha despegado incluso peor que Vista
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APENAS SIGNIFICA EL 2% DE LOS WINDOWS INSTALADOS

Redmond, tenemos un problema: Windows 8 ha despegado incluso peor que Vista

Existe una leyenda urbana que sostiene que, con las versiones de Windows, después de una buena entrega siempre viene otra que no termina de funcionar. Curiosamente

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Redmond, tenemos un problema: Windows 8 ha despegado incluso peor que Vista

Existe una leyenda urbana que sostiene que, con las versiones de Windows, después de una buena entrega siempre viene otra que no termina de funcionar. Curiosamente se ha venido cumpliendo en los últimos veinte años y, ahora, los nuevos datos vuelven a ponerla en valor. Y es que casi tres meses después del lanzamiento Windows 8, el que sucedió al exitoso Windows 7, no termina de arrancar. 

La nueva versión representa un 1,6% del total de todos los Windows instalados, el doble que en el pasado mes de noviembre. Puede sonar bien, pero lo cierto es que Windows Vista, el fracaso más reciente de Microsoft, contaba con un 2,2% de la cuota con su misma 'edad'. Cabe recordar que Vista tardó más de un año en consolidarse, y solo después de varios reajustes y un buen puñado de actualizaciones. Marcó su máxima popularidad en el 3ºQ de 2009 con un 20,3%, un volumen que no le valió para suceder a Windows XP y que contrasta con el 45,3% de penetración que luce Windows 7 en estos momentos. Por fortuna -o desgracia- Windows 7 sigue en línea ascendente tres años después de su lanzamiento y se hace complicado imaginar que Windows 8 pueda tomar su testigo en el medio plazo.

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Así, la única esperanza radica en que la nueva versión del sistema operativo hiciera unos números espectaculares en la campaña de Navidad, si bien The New York Times publica que Windows 8 es uno de los primeros grandes productos de Microsoft que no ha generado un incremento en las ventas de ordenadores. Es más, comparando el tramo del año pasado, Microsoft se encuentra empaquetando un 13% menos de su producto estrella. La culpa no es de Windows, sino de la actual situación del mercado, con las tablets, en su mayoría corriendo bajo Android, ocupando el espacio de netbooks, ultrabooks e incluso portátiles. 

Si Windows 8 no despega en la primera mitad de 2013 llegarán las prisas. Los inversores comenzarán a pedir cambios en el producto y en Redmond podrían resurgir los fantasmas del pasado. Nadie ha olvidado todavía que el empecinamiento de Steve Ballmer con Vista hizo temblar los cimientos de la compañía. Por entonces Microsoft hizo caso omiso de las críticas y terminó por perder el control de Windows XP, del que surgieron cientos de copias ilegales que actualizaban el sistema -los 'desatendidos'- ante el rechazo que generaba el sucesor natural.  

Sin embargo Microsoft ha construido su Windows 8 para dotarle de la máxima versatilidad, de forma que sea capaz de mover una tablet, un smartphone o el ordenador de la oficina. En teoría si se cumplen los vaticinios de los analistas y el centro de la computación doméstica finalmente se desplaza a los dispositivos móviles, Windows tiene un caballo en esa carrera. Pero si Windows 8 no es capaz de ocupar el trono en su propio reino, el del PC, difícilmente podrá luchar contra 'colosos' como Android o iOS.

Existe una leyenda urbana que sostiene que, con las versiones de Windows, después de una buena entrega siempre viene otra que no termina de funcionar. Curiosamente se ha venido cumpliendo en los últimos veinte años y, ahora, los nuevos datos vuelven a ponerla en valor. Y es que casi tres meses después del lanzamiento Windows 8, el que sucedió al exitoso Windows 7, no termina de arrancar.