Apple tiembla por la fuga de talentos

Apenas hace un mes de la muerte de Steve Jobs, pero Apple ya no parece la misma. La compañía de Cupertino ha perdido en los últimos tiempos gran parte del talento que siempre la caracterizó y, lo que es más importante, lo han perdido en algunas de las áreas en las que más tierra de por medio pusieron con la competencia. Hasta seis altos cargos han abandonado el barco durante 2011 y cada vez son más los que dudan que la firma sea capaz de mantener su 'toque mágico' de aquí en adelante.  

Esta misma semana Ron Johnson, ideólogo de las Apple Store, materializaba su anunciada salida después de once años en Apple. Cabe recordar que antes de alcanzar la excelencia con sus puntos de venta, el fabricante de la manzana se mantenía exclusivamente de vender equipos a las empresas relacionadas con el diseño gráfico e industrial. Pero la pérdida de Johnson, aún importante, no sería crucial de no ser porque se encuadra en una corriente migratoria mucho más importante. 

La presentación del iPhone 4S, la primera 'post Jobs', supuso una moderada decepción para sus seguidores, un sentimiento que habría sido mucho más intenso sin la inclusión de Siri, uno de los escasos sistemas de reconocimiento de voz que realmente funciona y ofrece respuestas al usuario. Dag Kittlaus, creador del software y supervisor del área de negocio de Apple, está también fuera de Cupertino. El ingeniero noruego decidió que era el momento de abandonar California para regresar a Chicago, donde vive su familia. Su presencia era clave en estos momentos para Apple, ya que Siri es un proyecto en fase beta y de su experiencia depende en gran medida el éxito del producto. 

Sistema operativo, iconos e iCloud, huérfanos

Otra fuga importante es la de Bertrand Serlet, un histórico de la manzana y personaje próximo a su fundador. Junto a él trabajó en NeXT y de su mano regresó a Apple en 1997. Serlet, encargado del software de la marca y responsable de 'superventas' como Mac OS X Tiger y Leopard, abandonó en marzo para dedicarse por entero a la investigación científica. 

Suma y sigue. ¿Pertenece usted a la legión de fanáticos de los iconos de Apple? Pues vayan olvidándose de ellos, porque su diseñador, Louie Mantia, ha sucumbido a los cantos de sirena de Jack Dorsey, cofundador de Twitter. Los iconos de Apple son considerados una referencia y encajaban como un guante en la idea de limpieza y funcionalidad que Jobs quería imprimir en sus creaciones. También iCloud, el servicio de computación en nube de Apple es otra de las áreas que ha quedado huérfano; su 'padre' John Herbold abandonó Apple días después de presentar iCloud y ahora se desempeña con consultor de Epidemiología y Salud Pública. Por último Andy Miller, ex director de publicidad móvil de la App Store, se incorporó en agosto al capital de riesgo Higland Capital.

Así las cosas Tim Cook, el nuevo CEO de Apple, tiene una misión titánica por delante. A la responsabilidad de suceder a Steve Jobs se le ha unido el problema de la fuga de talentos. Los expertos, por su parte, opinan que a corto plazo el camino de la firma está más que decidido y que, de una u otra forma, Apple seguirá por la senda del éxito hasta 2014. Sin embargo los consumidores, hoy por hoy, consumen con voracidad la biografía de Jobs, que pertenece al pasado, mientras los resultados empresariales, el presente más rabioso, comienzan a levantar suspicacias entre sus inversores.