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Nest, el termostato que conoce tus costumbres
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DEL DISEÑADOR DEL iPOD

Nest, el termostato que conoce tus costumbres

“Prácticamente tienes que hacer un máster para poder programar un termostato hoy en día”, afirma Chet Geschickter, analista de la consultora especializada en la gestión energética

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Nest, el termostato que conoce tus costumbres

“Prácticamente tienes que hacer un máster para poder programar un termostato hoy en día”, afirma Chet Geschickter, analista de la consultora especializada en la gestión energética GTM Research. La frase no llega de forma gratuita. El mercado se ha sobresaltado ante la llegada de un revolucionario producto que plantea una nueva forma de gestionar la calefacción en nuestros hogares. 

Se llama Nest, es un termostato que hace de la sencillez su bandera y que ha sido creado por Tony Fadell, uno de los grandes diseñadores de nuestro tiempo que cuenta en su currículum haber dado forma al iPod, uno de los productos más revolucionarios de la historia. El planteamiento es sencillo: Nest consigue que nos olvidemos del termostato, ya que el propio dispositivo aprende de nuestras preferencias y no será necesario programarlo, permitiendo, al tiempo, considerables ahorros energéticos ya que el termostato high-tech permite unos niveles de eficiencia fuera del alcance de los productos convencionales.

La familia de Fadell lleva el espíritu Apple en la sangre. El propio diseñador, fue una de las estrellas rutilantes de la compañía de la manzana hasta que en 2008 colgó los guantes aludiendo a “circunstancias personales”. Su esposa, Danielle Lambert, fue también directiva de la compañía de Cupertino y ambos conocen a la perfección la filosofía de trabajo, el perfeccionismo y la obsesión por la sencillez, impregnados ya en el ADN de la empresa. Herencia directa de Steve Jobs. “¿Vas a construir eso?”, preguntó atónita Lambert a su marido cuando éste le confesó sus planes. Y sí. Lo hizo.

Nest es un vivo ejemplo de la filosofía Apple: un producto complejo y sofisticado pero con un manejo que podría estar al alcance de cualquier niño. El funcionamiento del revolucionario termostato es sencillo: el usuario únicamente tiene que especificar la temperatura que desea en el hogar a las diferentes horas del día y con el tiempo el dispositivo va aprendiendo de los patrones. Nest sabe, además, cuándo hay alguien en casa o no y se desactiva automáticamente. El dispositivo también se conecta al router y puede ser programado a distancia desde el móvil. El iTermostato llega en un momento dulce al mercado, al menos sobre el papel: la gran mayoría de los norteamericanos reconoce que no programa su termostato porque no sabe hacerlo. Por otro lado, salen los números: el ahorro energético derivado del uso de Nest con el paso de los años hace que pueda ser amortizado pasado un plazo.

Pero el producto tiene su cara B. Es caro (250 dólares) y muy complejo de instalar. En la mayoría de los casos será necesario contratar un instalador para que lo ponga en funcionamiento, con lo que el costo global de producto todavía es superior. Sin embargo, su creador defiende a capa y espada su uso y pone cifras sobre la mesa: los termostatos son responsables del 50% del importe de la factura energética en el hogar, y la racionalización de su uso reportará significativos ahorros. Los promotores del producto afirman que han encontrado dificultades a la hora de contratar ingenieros para su equipo: “¿Un termostato?”, preguntaban todos atónitos. Pero Nest es sólo el comienzo, avisan, de una serie de productos con los que pretender romper el mercado a golpe de innovación.

“Prácticamente tienes que hacer un máster para poder programar un termostato hoy en día”, afirma Chet Geschickter, analista de la consultora especializada en la gestión energética GTM Research. La frase no llega de forma gratuita. El mercado se ha sobresaltado ante la llegada de un revolucionario producto que plantea una nueva forma de gestionar la calefacción en nuestros hogares.