El congresista que colgaba sus viajes secretos a Iraq en Twitter

Los asuntos de estado y cuestiones top secret no saben de redes sociales. Por motivos de seguridad se mantuvo en el más absoluto secreto el viaje de una delegación de congresistas a Iraq, e incluso se logró que los periodistas acreditados en el viaje no divulgaran absolutamente nada de tan delicada misión. La seguridad era lo primero y desvelar por adelantado cualquier tipo de detalle podía poner en peligro al equipo de esta comisión parlamentaria en materia de inteligencia que pretendía visitar el país. Todo era hermético y secreto… O casi todo.

 

Esta discreción no contó con la incontrolable verborrea -versión 2.0- del republicano por parte del estado de Michigan Peter Hoekstra, quien no se pudo resistir a la fiebre de 'socializar' y anunció en Twitter , el canal social que está revolucionando la web, sus planes de viaje al país asiático con una semana de antelación. Por si esto fuera poco, una vez aterrizados en el aeropuerto de Bagdad, anunció al mundo y desde la BlackBerry su feliz aterrizaje ante el estupor de la administración norteamericana.

Posiblemente, lo que más llamó la atención en este curioso affaire era que Hoekstra fuera un veterano congresista en materia de inteligencia y seguridad y descuidara las formas de esta manera poniendo a disposición de todo el planeta la situación y planes de su delegación. Twitter, por su lado, sigue ganando adeptos, entre los que se encuentra el mismísimo Barack Obama, abriendo su propia cuenta que fue explotada convenientemente en campaña y que ahora está sumida en un aburrido letargo.

Twitter, lejos de ser una herramienta de difusión, alimenta también el lado más cotilla y correveidile de la web, de los que pasan el rato sabiendo al minuto lo que hacen los demás y disfrutando con ello. La mejor prueba de ello es el gran número de usuarios que obtuvo una mujer embarazada que gracias a un sistema desarrollado por su marido, enviaba un mensaje a Twitter cada vez que el bebé pegaba una patada en el vientre de su madre. Ya ven que lo mejor y lo peor de la red depende en gran parte del uso que le dé cada uno.