La Sanidad pública madrileña, a la huelga

“Antes que médicos somos pacientes”. Esta idea es la que ha llevado a los facultativos madrileños a ‘declarar la guerra’ al Plan de Sostenibilidad del Sistema Sanitario Público de la Comunidad de Madrid presentado por la Consejería de Sanidad. Ante lo que consideran un intento de “desmantelamiento de la Sanidad pública” los trabajadores de todos los grandes hospitales de la región llevan una semana de encierros y protestas, que se materializaron el pasado domingo con una gran ‘marea blanca’ que recorrió Madrid.

El siguiente paso de esta lucha es la huelga indefinida. La Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (AFEM), ha convocado un paro que se desarrollará entre el lunes y el jueves de cada semana y que arrancaró el lunes. Costureras, enfermeros, personal de limpieza, médicos… "Pararemos todos, pero respetando mínimos".

El Confidencial ha estado en La Paz, donde su personal emplea desde hace más de una semana su tiempo libre en hacer piña en el encierro del salón de actos, donde se celebran asambleas. En este hospital, como en otros diecinueve, la consulta se pasa entre pancartas con mensajes como “Crean las empresas y se reparten el pastel” o “¿Cuál es el precio de tu salud?”.

“Está demostrado que este cambio de modelo no solo no es más barato, sino que empeora la calidad", apunta Raquel Cieza, residente de segundo año de pediatría. Por ello, los facultativos solicitan que la Administración tenga en cuenta su experiencia y les deje colaborar “en una mejor gestión”, ya que a su juicio en ésta reside la solución y “no en la privatización”.

Más allá de sus intereses laborales

El personal sanitario insiste en que sus movilización “no son una reivindicación laboral”, aunque no esconden la preocupación sobre su futuro. “Si las empresas privadas quieren obtener unos réditos adecuados especulando con nuestra salud, además de ahorrar en materiales y pruebas diagnósticas, la fórmula más simple es aligerar plantilla”, reflexiona Javier Espinosa, enfermero en urgencias pediátricas de La Paz.

Él, como tantos otros compañeros, podría hacer las maletas e irse al extranjero. “A dos horas de aquí, en Reino Unido, los enfermeros españoles estamos muy valorados. Lo fácil sería marcharse, pero tenemos un compromiso con la sociedad por el que merece la pena luchar”.

Esta batalla por la Sanidad pública está llena de pequeñas historias personales, llenas de fuerza de voluntad y esperanza. Sin embargo, como en el caso de Javier, su juventud (tiene 24 años) no le ciega. “Si no conseguimos frenar a la Comunidad es más que probable que la gestión privada implique un deterioro notable de las plantillas sin evaluar los daños que sufra el proceso asistencial”. Y es este proceso el que preocupa a los sanitarios.

Centros de Salud: “Que el paciente sepa qué es la privatización”

Los hospitales, por tamaño, han conseguido acaparar más atención mediática. Pero la lucha del personal sanitario va más allá. Los Centros de Salud también están llevando a cabo acciones contra las privatizaciones. “Hay 27 Centros que pasarán a tener una gestión privada si el Plan de la Comunidad se materializa”, apunta Ricardo González, director del Centro de Salud de San Fermín.

Por su posición, más cercana al paciente que la de los hospitales, el principal objetivo de los trabajadores de los Centros de Salud es la de informar al paciente para que entienda qué consecuencias tiene la gestión privada de la Sanidad.

“La Comunidad va a supeditar la salud de los madrileños a la mano privada, que buscará en un primer momento no perder dinero para después ganar”, apunta González. A su juicio, la búsqueda de ganancias llevará a un “evidente deterioro de la atención al paciente, ya que se recortará personal y se restringirán los servicios a determinados usuarios”.

El responsable del Centro de San Fermín, como sus colegas ‘encerrados’ en los ambulatorios de Fátima y General Ricardos, lo tiene claro: “Iremos a la huelga para evitar que se diferencie a la gente entre pacientes caros -que se derivarán a los centros de gestión pública- y pacientes VIP”.