“Un bebé de 12 días murió en mis brazos porque no había dinero para medicinas”

Quien pasee por Cartagena de Indias (Colombia) y la busque, no debe preguntar por Catalina Escobar, pese a que el nombre aparece entre los diez finalistas de ‘CNN Héroes 2012’, una competición muy especial. Si realmente quiere encontrarla, tendrá que referirse a ella como ‘la niña Cata’.

Aunque “es muy común que en esta región colombiana la gente se trate de ese modo”, según dice, esta mujer, heroína de niños y madres adolescentes colombianas, ganó su apodo cuando fue voluntaria en la Clínica de maternidad Rafael Calvo.

Catalina Escobar, ‘la niña Cata’, es la presidenta de la Fundación Juan Felipe Gómez, una entidad sin ánimo de lucro que busca mejorar la calidad de vida de la población infantil y adolescente  en situación de pobreza. Los objetivos primordiales son dos: reducir la mortalidad infantil y formar a madres adolescentes, niñas de entre 12 y 19 años que viven en una situación familiar y económica muy complicada.

“Este propósito se cumple a través de la atención integral en salud, del cuidado psicológico y afectivo y de la formación en actividades productivas. Para cumplir los objetivos contamos con cuatro programas de actuación: Plan Padrino de Cunas, Centro Médico Juan Felipe IPS, Madres Adolescentes Primigestantes y Madres Adolescentes en Seguimiento”, explica Escobar a El Confidencial.

“Un bebé de 12 días murió en mis brazos porque no había medicinas”

La fundación vio la luz en el año 2001. Las altas tasas de mortalidad infantil y de embarazos adolescentes en la ciudad fueron los detonantes para su creación. Aunque no los únicos, reconoce Escobar: “Un año antes, mientras era voluntaria en la sala de recién nacidos de la Clínica Rafael Calvo, murió en mis brazos un bebé de 12 días a falta de 60.000 dólares que se necesitaban para comprar las medicinas”. Cuatro días después, su hijo Felipe, de 18 meses, falleció en un accidente. La fundación, bautizada con el nombre de Felipe en recuerdo de su hijo, tiene la misión de salvar de una muerte inminente a niños menores de un año en condiciones extremas de pobreza.

‘CNN Héroes’ busca a través de su programa al Héroe del año. Muchos conocen la iniciativa como ‘las olimpiadas de la solidaridad’. Premia a personas que se esfuerzan por cambiar el mundo y mejorar la vida de otros, y la idea es concienciar al resto del globo retransmitiendo las historias de los ganadores a través de internet y televisión. En la sexta edición del programa han participado 45.000 personas que presentaron proyectos de hasta 100 países, como Nepal, Afganistán, Sudáfrica, Canadá, Haití y Estados Unidos. Ahora solo quedan diez finalistas, y Catalina Escobar es la única hispanoamericana entre ellos. Su fundación espera obtener el voto de latinoamericanos, españoles y la comunidad hispana en Estados Unidos durante las nueve semanas que duran las votaciones.

El ganador, que se decide por votación popular en la página web hasta el 28 de noviembre, recibirá la suma de 250.000 dólares para continuar su proyecto, y sobre todo, ganará el mayor reconocimiento en el ámbito de solidaridad y labor humanitaria. En esto coincide ‘la niña Cata’, que insiste “es la oportunidad de poner los ojos del mundo en Cartagena de Indias, en aquella Cartagena que pocos conocen y muchos quieren ignorar”.

La mayor ayuda que recibe la Fundación Juan Felipe Gómez proviene de las alianzas con el sector privado,  tanto multinacionales, como empresas más pequeñas (entre ellas españolas, belgas, suizas y también colombianas).

El rico, cada vez más rico

El Gobierno de Colombia necesita hacer muchos más esfuerzos para tener una política social sostenible. “La base de la pirámide colombiana no ha llegado siquiera a un crecimiento del 0,5%. Colombia es el segundo país en Latinoamérica de mayor disparidad social, después de Haití. Eso quiere decir que, en Colombia, el rico cada vez se hace más rico, pero el pobre, más pobre. Falta mucho por hacer. Esto es solo el comienzo. Necesitamos transformaciones sociales serias y sostenibles”, argumenta Escobar.

Para Catalina la verdadera labor de la Fundación Juan Felipe Calvo, con cerca de 100 profesionales trabajando en ella, “es transformar realidades”. Y a la vista de los logros obtenidos, parece que es posible. Gracias al modelo de intervención social diseñado por la fundación, esta ha logrado un descenso de la mortalidad infantil de casi el 80% en la ciudad de Cartagena. Otros ejemplos de los resultados con alto impacto social: la tasa de mortalidad perinatal en la ciudad era en 2001 del 12,9%, actualmente es del 4,4%. Y el Centro Médico Juan Felipe ha realizado más de 110.000 atenciones médicas.

La realidad es muy cruda todavía, y aunque ‘la niña Cata’ reconoce que es muy difícil no conmoverse con todas las historias que vive día a día, hay algunas que le han marcado especialmente. Tal vez por la esperanza que transmiten. “Darlys Bonfante era una niña socialmente muy discriminada, que no tenía ni la madurez física ni mental suficiente para ser madre. Con el apoyo de la fundación y su excelente rendimiento académico, logró una beca universitaria a través de Johnson&Johnson. Se graduó en Psicología y actualmente está vinculada laboralmente con la fundación”, relata. Son esos casos los que devuelven la vida a muchos, los que alimentan la esperanza de otros para luchar.