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Dilma Rousseff escucha a los indignados y propone un plebiscito para la reforma política
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TRAS CONVOCAR UNA REUNIÓN PARA RESPONDER A LAS DEMANDAS CIUDADANAS

Dilma Rousseff escucha a los indignados y propone un plebiscito para la reforma política

Dilma Roussef sí escucha a los indignados. La presidenta brasileña propuso este lunes la celebración de un plebiscito para emprender una profunda reforma política, en respuesta a

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Dilma Rousseff escucha a los indignados y propone un plebiscito para la reforma política

Dilma Roussef sí escucha a los indignados. La presidenta brasileña propuso este lunes la celebración de un plebiscito para emprender una profunda reforma política, en respuesta a la ola de protestas sociales que han sacudido Brasil. La mandataria anunció la propuesta de organizar un plebiscito "que autorice un proceso constituyente específico para la reforma política", en una reunión con gobernadores y alcaldes en el Palacio do Planalto, la sede presidencial, convocada para responder a las demandas de los ciudadanos. 

La mandataria anunció también la creación de nuevos pactos que versen sobre los siguientes aspectos: responsabilidad fiscal, salud, transporte público y educación, que están en el centro de las reclamaciones expresadas por las multitudes que han ocupado las calles del país en las últimas dos semanas.

Anteriormente, Roussef había recibido a los representantes del Movimiento del Pase Libre (MPL), así como el de otras asociaciones culturales que han sido la cabeza visible de las protestas que se han extendido por todo Brasil. En apenas siete días, los indignados brasileños han tenido más fortuna de la que tuvieron los líderes sociales del 15-M, que nunca pudieron sentarse a hablar ni con Zapatero ni con Mariano Rajoy.

Cinco grandes pactos

Rousseff propuso cinco grandes "pactos" a los 27 gobernadores y 26 alcaldes que asistieron al encuentro. Uno referido a la necesidad de mantener la "responsabilidad fiscal para garantizar la estabilidad económica y el control de la inflación". El segundo pacto lo centró en la "construcción de una amplia reforma política que amplíe los horizontes de la ciudadanía", una propuesta que, admitió, en las últimas décadas "entró y salió más de una vez de la agenda política nacional". Para superar esa parálisis, propuso un plebiscito "que autorice un proceso constituyente específico para la reforma política", un marco en el que debe ser prioridad la lucha contra la corrupción. 

El tercer pacto se refiere a la salud, un área en la que pidió "acelerar las inversiones" previstas y reafirmó su intención de contratar médicos extranjeros para que trabajen en las ciudades y regiones "que más precisan mejorar la atención". En el cuarto punto propuso "avanzar más rápido" en la construcción de metros, trenes y otros medios de transporte público e invitó a alcaldes y gobernadores a estudiar nuevas desgravaciones de impuestos. El quinto punto lo centró en la educación, planteando que el 100% de los beneficios que generen las riquezas petroleras atesoradas en aguas profundas del Atlántico se destinen a dicho fin.

Un rápido movimiento para recuperar popularidad

El Gobierno brasileño no ha querido vivir de espaldas a una realidad social que conforma una de las mayores desigualdades de todo el planeta. El primer acercamiento llegó con el discurso de la presidenta al anunciar un pacto social, continuó con la reunión con los líderes de un movimiento presumiblemente espontáneo y nacido en la calle y ha culminado con esta proposición de consulta popular. 

La líder del Partido de los Trabajadores ha preferido escuchar antes al MPL que a los gobernadores de los distintos estados, en un gesto encaminado a la recuperación de su popularidad aunque sea a costa de un mayor desgaste político. Roussef mantiene que el brote popular tiene mucho de estrategia política, y ha querido desactivarlo con este movimiento de acercamiento. Primero lo hizo derogando la subida de los 20 céntimos del transporte público (ayer mismo se suspendió el aumento de los peajes en el estado de Sao Paulo) y ahora abriendo las puertas como inicio del pacto nacional anunciado días atrás. 

Los primeros acercamientos han traído consigo el fin de las protestas. Al menos el MPL ha cesado sus actividades como gesto de buena voluntad. El problema que se han encontrado es que han 'hackeado' su página de Facebook. Los piratas buscaban crear más tensión, continuar con la violencia generada a raíz del movimiento social, pero la respuesta obtenida en las últimas convocatorias no ha ido más allá de las 4.000 personas en Río de Janeiro.

Dilma Roussef sí escucha a los indignados. La presidenta brasileña propuso este lunes la celebración de un plebiscito para emprender una profunda reforma política, en respuesta a la ola de protestas sociales que han sacudido Brasil. La mandataria anunció la propuesta de organizar un plebiscito "que autorice un proceso constituyente específico para la reforma política", en una reunión con gobernadores y alcaldes en el Palacio do Planalto, la sede presidencial, convocada para responder a las demandas de los ciudadanos.