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Niños y niñas juntos por sentencia
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MUCHOS CENTROS PÚBLICOS DE EEUU QUE SEPARABAN POR SEXO REGRESAN AL MODELO TRADICIONAL

Niños y niñas juntos por sentencia

Puede que en España hoy prenda el debate sobre la educación diferenciada e incluso que el Ministro de Educación, José Ignacio Wert, se haya pronunciado públicamente

Foto: Niños y niñas juntos por sentencia
Niños y niñas juntos por sentencia

Puede que en España hoy prenda el debate sobre la educación diferenciada e incluso que el Ministro de Educación, José Ignacio Wert, se haya pronunciado públicamente a favor a sostener con fondos públicos este modelo educativo. En Estados Unidos, no obstante, una sentencia judicial ha obligado a una escuela de educación segregada a regresar al modelo mixto, y muchas otras están volviendo a juntar a los niños y las niñas de forma voluntaria. 

La razón, además de la presión de quienes no creen en este modelo, está en los resultados. Las campañas a favor de incorporar este tipo de educación en las escuelas empezaron a calar en Estados Unidos a principios de siglo, amparadas en la tesis de que los alumnos consiguen así mejores resultados académicos. Con el paso del tiempo, no obstante, ha llegado el momento de contrastar resultados, y para sorpresa de los defensores de este modelo, no han sido espectaculares

Con el as de estos pobres logros en la manga, las asociaciones a favor de una escuela pública mixta no reparan en gastos judiciales. Y su causa cosecha resultados, aunque de momento sólo le hayan ganado la batalla judicial a tres centros. El último caso ha ocurrido en West Virginia, donde un juez ha ordenado a un centro público que acabe con la segregación por sexos en sus aulas. Intimidadas por esta aparente vuelta de tornas en los fundamentos legales de la práctica, media docena de otras escuelas del Estado han empezado este curso recuperando el antiguo modelo mixto. Un paso pequeño, pero importante, para los defensores de la causa: se estima que entre 500 y 1000 centros públicos de Estados Unidos ofrecen hoy a los padres la posibilidad de la educación segregada. 

Elección de los padres

La American Civil Liberties Union procedió legalmente contra la Van Devender Middle School a instancia de una madre cuyas tres hijas, asegura, sufren "discriminación" en el colegio. Una de las anécdotas, probada durante el proceso judicial, fue que una de las niñas –que padece trastorno por déficit de atención– fue castigada en el colegio por no sentarse correctamente. En esa misma situación, a los niños se les permite correr y moverse para que "consuman su energía".

Legal desde 2006

Hace años, la separación por sexos era una práctica residual en los centros públicos estadounidenses, donde los niños y las niñas iban a diferentes aulas sólo para educación física y educación sexual. A principios de siglo, no obstante, varios expertos empezaron a significarse a su favor. El Departamento de Educación cedió en 2006, cuando legalizó la práctica y empezó a permitir que los centros que lo quisieran, separasen a los niños de las niñas y viceversa. Los requisitos fueron que la decisión de hacerlo competiese en exclusiva a los padres, que la elección entre el modelo mixto y el diferenciado fuera "completamente voluntaria" y que las instalaciones de uno y otro sexo fuesen "sustancialmente iguales".

La Administración estadounidense, presidida por George W. Bush, dio así por buena las tesis pedagógicas que esgrimieron los defensores de la educación diferenciada, enfocadas no hacia los contenidos sino hacia las técnicas. Las niñas, mantienen estas tesis, aprenden mejor matemáticas recurriendo a ejemplos prácticos aplicados a la vida real, mientras que los niños se manejan mejor con las bases puramente teóricas. Algunos, como Leonard Sax, presidente de la National Association for Single Sex Public Education, se han decantado incluso por medidas de tipo psicopedagógico todavía más cuestionables. Entre otras, organizar los asientos en clase de forma distinta para niños y niñas e incluso adaptar el color predominante en las paredes y la iluminación. Sax arguye que los niños estudian mejor con luz azul y las niñas, rodeadas de amarillo.

En su contra se alza una pluralidad de asociaciones, capitaneadas por la American Civil Liberties Union. Según ellos, la educación diferenciada viola algo tan elemental como la igualdad de los individuos que consagra la Constitución. Además, dicen, afianza los estereotipos asociados a la desigualdad entre hombres y mujeres. Como sus rivales en esta batalla que mezcla política, ideología y pedagogía, los detractores de la separación por sexo en las escuelas públicas tiran también de voces autorizadas. Una de ellas es el American Council for CoEducational Schooling, que el año pasado consiguió publicar en Science un artículo en el que calificaba la educación separada por sexos de "pseudociencia".

Más perjuicios que beneficios

"Hay más diferencias entre las niñas que van a clases sólo de niñas y los niños que van a clases sólo de niños que entre los niños y niñas que van juntos a clase", sintetiza Sue Klein, antigua responsable del Departamento de Educación y hoy portavoz de igualdad en la Feminist Majority Foundation, que se opone a la educación diferenciada. Según ella no es sólo estéril, sino que abunda en la brecha de la desigualdad.

Klein también carga contra los estudios que avalan la efectividad de este modelo, argumentando que "la mayor parte de ellos han sido realizados en escuelas privadas, donde la educación diferenciada es, por tradición, mucho más común". Y recuerda que, aun así, la mayor parte de ellos no ofrece argumentos sólidos a favor de la segregación.

Como parte de las investigaciones previas a la regularización de la práctica, el Departamento de Educación estadounidense elaboró un informe en 2005 que concluía que hasta un tercio de los alumnos de la educación diferenciada obtenía mejores resultados en una serie de materias, entre ellas las matemáticas y la lectura. La mayor parte de ellos, no obstante, no cosechó mejores resultados en la mayoría de las materias.

Puede que en España hoy prenda el debate sobre la educación diferenciada e incluso que el Ministro de Educación, José Ignacio Wert, se haya pronunciado públicamente a favor a sostener con fondos públicos este modelo educativo. En Estados Unidos, no obstante, una sentencia judicial ha obligado a una escuela de educación segregada a regresar al modelo mixto, y muchas otras están volviendo a juntar a los niños y las niñas de forma voluntaria.