¿Licenciado español en paro? Chile es la solución

“Lo que ofrece España es bastante precario y aquí tengo un buen trabajo”. Así valora su situación Alberto Quero, un abogado de 30 años que ha encontrado al otro lado del charco las oportunidades que en nuestro país se le niegan. Su caso no es el único. Pese a que son más de diez mil los kilómetros que separan España de Chile, cada vez son más los españoles que soportan las catorce horas de vuelo en busca de una oportunidad laboral. 

En nuestro país, la insostenible tasa de paro está haciendo que la generación más preparada de nuestra historia siga los pasos de sus abuelos y emigren. ¿Dónde? Alemania, Brasil, Reino Unido… y ahora también a Chile.

Este destino, además de ofrecer estabilidad política, puede presumir de ser el país latinoamericano con mayor progresión económica de Latinoamérica: en 2011 su PIB creció por encima del seis por ciento. Con este escenario, completamente opuesto al español, no es de extrañar el aumento de la colonia de españoles en Chile. Actualmente son más de 40.000.

“Cuando llegué hace un año pensé que sería temporal, que la cosa iría a mejor dentro de poco, y ahora me doy cuenta de que está incluso peor. Suerte que en Chile tengo un buen empleo y estoy contento aquí. Me gustaría volver a medio plazo, pero ahora sé que no es el momento”, explica Alberto a El Confidencial.

La tierra prometida para geólogos, ingenieros o arquitectos

Entre los españoles que hacen las maletas, geólogos, ingenieros de minas y, actualmente, arquitectos o aparejadores son las profesiones más demandadas. “Estamos muy bien valorados”, cuenta Aurora Pérez, que después de estar dos años sin trabajar de geóloga cuando llegó a Chile hizo seis entrevistas en 15 días y consiguió tres empleos. “Todavía siguen contactando conmigo”.

Chile, además de ofrecer trabajo, lo hace de calidad. “Laboralmente aquí me ofrecen la posibilidad de seguir formándome y sobre todo un sueldo considerablemente mayor que en España”. Además, una vez tuvo el contrato firmado, su empresa le ayudó con los trámites para conseguir la visa y “al día siguiente comencé a trabajar”.

En el país andino, lejos de seguirse los pasos de Brasil, donde se ha endurecido la entrada de españoles, no “existe mucha traba burocrática”. Es necesario un visado, “pero más allá de algunas colas y cierto papeleo es fácil conseguirlo”, explica uno de los españoles con los que ha contactado este periódico.

Crece como España hace una década

“Todo marcha bien, hay muchísima inversión y mucho trabajo”, explica Alberto, que desde que llegó a Chile hace un año no deja de conocer españoles buscando trabajo. “El 90% encuentra”, señala. Y es que Chile está en una senda de crecimiento comparable a la española hace una década.

Esta bonanza económica también ha provocado que “lleguen muchos expatriados por su empresa, que llegan para montar filiales”. Esto se explica con las palabras de Julio Domingo, presidente de la Cámara Española de Comercio de Chile, que afirmaba a finales de 2011 que “las empresas españolas consideran nuestro país el destino preferente de sus inversiones y negocios en el exterior porque ven a este país como la Suiza de América Latina”.

El reconocimiento al progreso chileno también llega de instituciones españolas, tal y como refleja la valoración del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX): "Durante la última década, Chile ha realizado un formidable esfuerzo para modernizar sus sistemas de comunicaciones, redes e infraestructuras”.