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Estados Unidos: solidaridad a cambio de sangre, sudor y lágrimas
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Estados Unidos: solidaridad a cambio de sangre, sudor y lágrimas

Ha sido el discurso que Europa quería escuchar: más cooperación mutua, más diálogo, más escuchar las posiciones de los demás. Esta es la oferta que el

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Estados Unidos: solidaridad a cambio de sangre, sudor y lágrimas

Ha sido el discurso que Europa quería escuchar: más cooperación mutua, más diálogo, más escuchar las posiciones de los demás. Esta es la oferta que el vicepresidente norteamericano Joe Biden ha hecho a sus socios y amigos en Munich, a quienes  ha pedido también que echen una mano más firme y mas generosa para hacer frente a los retos y, sobre todo, en la guerra que se desarrolla en Afganistán contra los cada vez más envalentonados talibanes. Los Estados Unidos quieren que la OTAN mande 30.000 soldados más allí. En una palabra, diálogo y cooperación a cambio de sangre, sudor y lágrimas.

 

Biden ha sido la estrella incontestada en la Conferencia de Seguridad y Defensa de Munich, por más que Sarkozy haya intentado arrogarse un protagonismo extra al afirmar ante el plenario que él ya había sido informado previamente por el propio Biden de cuál era el contenido de su esperado discurso. Tantas novedades en el fondo no contenía. Era más bien la ratificación de las ideas que Obama ya ha ido desgranando, con un tono muy distinto al de su predecesor. América da por enterrado el unilateralismo, y empieza una nueva etapa en la que todos escuchan a todos y todos buscan juntos una solución de consenso. Esta es la buena noticia, si es que de verdad se produce y es realizable. La mala, como decía el propio vicepresidente norteamericano, es que “América desea también más ayuda de sus socios”. Y algunos siguen mostrandose más que remolones.

Guantánamo, Irán, Rusia

Para cerrar definitivamente Guantánamo, como quiere Washington y como ha recordado Joe Biden en Munich, es necesario que otras naciones estén dispuestas a aceptar a los internos de este penal. Nadie en Europa ha dicho ya alto y claro que esté dispuesto a aceptar a estos presos sin condiciones.

El otro gran tema de seguridad para americanos y europeos es Irán, un país que aspira a convertirse en la gran potencia de Oriente Medio y que financia organizaciones terroristas como Hamas y Hezbolá. Los Estados Unidos, ha recalcado el vicepresidente Biden, están dispuestos a iniciar un diálogo abierto sin que esto signifique dar carta blanca a los Mulláhs para que continúen con su programa atómico. El hecho de que Teherán haya puesto ya un satélite en órbita esta misma semana no ha sido sino un nuevo desafío a Occidente. Pero,además,el régimen iraní no parece en absoluto cautivado por las ofertas de diálogo lanzadas por Obama. En Munich ha hablado también Alí Laridjani, antiguo negociador con las potencias europeas y Rusia y hoy presidente del Parlamento iraní, quien no se ha podido mostrar más displicente hacia la Casa Blanca y sus aliados. ”Creen ustedes-decía Laridjani en la Conferencia- que tanto dolor, tanta guerra y tanta muerte en Oriente Medio se pueden borrar simplemente con un cambio de tono en los Estados Unidos?”

Ha sido el discurso que Europa quería escuchar: más cooperación mutua, más diálogo, más escuchar las posiciones de los demás. Esta es la oferta que el vicepresidente norteamericano Joe Biden ha hecho a sus socios y amigos en Munich, a quienes  ha pedido también que echen una mano más firme y mas generosa para hacer frente a los retos y, sobre todo, en la guerra que se desarrolla en Afganistán contra los cada vez más envalentonados talibanes. Los Estados Unidos quieren que la OTAN mande 30.000 soldados más allí. En una palabra, diálogo y cooperación a cambio de sangre, sudor y lágrimas.