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Renault Laguna Coupé V6, con sello alemán
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PRUEBA-EL CONFIDENCIAL

Renault Laguna Coupé V6, con sello alemán

Los fabricantes generalistas europeos tratan siempre en todos sus nuevos modelos, y sobre todo en los altos de gama, de rivalizar con los equivalentes alemanes. Una

Los fabricantes generalistas europeos tratan siempre en todos sus nuevos modelos, y sobre todo en los altos de gama, de rivalizar con los equivalentes alemanes. Una pelea que la mayor parte de las veces está perdida. Sin embargo, en este caso la marca francesa ha logrado hacer un coche que se sitúa en igualdad de condiciones con los modelos alemanes, con vehículos como el Serie 3 Coupé, como el Mercedes CLK o el Audi A5. En el caso de la marca de la estrella, a la espera del relevo que en breve tendrá lugar con el nuevo E Coupé.

Pero para conseguirlo, en Renault han tenido que poner toda la carne en el asador. Por ejemplo, con un motor V6 de gasolina como el  que emplea esta versión que hemos probado o con una versión de gasóleo, también de seis cilindros en V.

También hay que contar a su favor con una estética muy bien conseguida, con una parte posterior robusta y al mismo tiempo elegante y con un interior en el que caben con una cierta amplitud hasta cuatro adultos. Pero sobre todo, y junto a una muy buena terminación, en el Laguna Coupé encontramos tecnología.

Esta versión ofrece como opción, con un sobreprecio de 1.560 euros, el sistema de cuatro ruedas directrices. Este es un sistema que se ha empleado en algún modelo, pero que nunca ha llegado a cuajar entre los modelos de gran serie. Por ejemplo, lo lleva la nueva Serie 7 de BMW, pero uno de los precursores de este sistema fue la marca Honda, con su Prelude.

Cuatro ruedas directrices

En el caso del Laguna, sorprende gratamente su utilización. En un principio cuando uno comienza a rodar con el se da cuenta de que el coche maniobra muy bien, que gira muy rápidamente cuando evolucionamos en ciudad. Incluso si tratamos de hacer una maniobra, esta nos resulta muy sencilla.

La razón es que este sistema ofrece dos posibilidades de giro de las  ruedas traseras en función del movimiento de las delanteras. Cuando la velocidad es pequeña, y hasta los 60 km/h, el movimiento de las ruedas traseras es contrario al de las delanteras. De esta forma, resulta mucho más fácil de conducir en un uso urbano, o para hacer maniobras.

Por contra, para un uso en carretera su funcionamiento es el contrario. Las ruedas delanteras y las traseras se mueven en el mismo sentido, por lo que los movimientos son menos bruscos. Sin embargo no es lo mismo rodar por una zona llena de curvas que por una buena carretera o una autovía.

En este sentido, en un trazado muy ratonero, el coche facilita mucho la entrada en las curvas y se hace muy sencillo de conducir. La sensación que uno tiene al volante, sobre todo si intentamos ir un poco más rápido de lo normal, es que llevamos un coche más pequeño de lo que realmente es, y con un cierto toque deportivo.

Por el contrario, en autopistas, en las que se rueda más rápido, se aprecia una excesiva sensibilidad en la dirección. Un simple movimiento del volante hace que el vehículo gire más de la cuenta, por lo que es frecuente tener que ir moviendo el volante más de la cuenta para tratar de buscar una línea recta.

El Renault Laguna Coupé es un vehículo muy confortable. Lo es porque en él encontramos unas suspensiones en las que no se ha recurrido a unos conjuntos de muelle y amortiguador  demasiado duros para lograr un comportamiento más deportivo. No se ha buscado ese tipo de reacciones más deportivas, pero pesea a llo, y gracias a la dirección a  las cuatro ruedas, su funcionamiento incluso en carreteras de montaña es bastante bueno.

El motor es muy bueno. Con una sonoridad muy baja se muestra bastante ágil en sus reacciones, sube de vueltas con bastante alegría y sus consumos no se ven excesivamente penalizados.  Al menos, creo que la cifra de 10 litros de consumo en ciclo mixto es bastante razonable en un coche que supera la barrera de los 240 km/h. Y que no es un vehículo de enfoque deportivo pero tiene unas prestaciones casi como las de un deportivo.

Asociado al motor V6 encontramos un cambio automático con posibilidad de accionamiento secuencial y seis marchas. Combina muy bien con el motor y ofrece un funcionamiento muy suave y agradable. Eso sí, sólo se puede manejar en modo manual mediante la propia palanca de cambios, ya que no hay levas en el volante.

Algo que puede ser un fallo si lo comparamos con sus rivales alemanes que sí tienen esas levas. Pero en cualquier caso es bastante obediente y ya sea con la palanca o con el simple pisotón sobre el acelerador reacciona de forma bastante rápida.

Para cuatro adultos

Vayamos con su habitáculo. Lo primero que sorprende en el modelo es su buena calidad percibida. Estamos ante un coche de 42.550 euros, y lógicamente por un precio así se supone una muy buena calidad. Sin embargo, me ha sorprendido la buena sensación de calidad que transmite a sus ocupantes, lo que le hace poder competir en igualdad de condiciones con los rivales alemanes.

Su interior es bastante amplio y es más grande por dentro de lo que puede parecer cuando lo vemos desde fuera. Las plazas delanteras son muy amplias, mientras que las traseras, tienen un espacio algo limitado en lo que a sitio para las piernas se refiere. Y donde sale aún algo peor es en la cota de altura en las plazas posteriores. Es difícil poder conseguir una altura interior suficiente cuando se busca un diseño con acabado de tipo coupé en la zona posterior.

Y en el apartado de maletero, con 420 litros, es más que suficiente para un coche pensado para dos personas en el que la opción de llevar a cuatro personas de viaje no debe ser muy frecuente. Un aspecto en el que tampoco me ha gustado mucho este Laguna Coupe es en lo que a visibilidad trasera se refiere. La visión a través del espejo  interior es muy justa por las dimensiones y el posicionamiento del cristal posterior. Los exteriores están mejor calculados.

Vayamos con su equipamiento. La versión que hemos probado en esta ocasión es la más cara de toda la gama del Laguna Coupé. Por ello, su equipamiento es muy completo e incluye entre otros elementos  los faros bixenon y un completo equipamiento de sonido. Es el sistema Premium Bose con 10 altavoces y con cargador de discos compactos frontal, además de navegador, sistema Bluetooth y casi todo lo que se puede poner a un coche.

Eso sí, lo que quizá se echa en falta es un listado de opciones un poco más amplio que permita personalizar el vehículo. En este sentido, esta versión sólo ofrece como opcionales la pintura metalizada, por 590 euros, las llantas de aleación de 18 pulgadas por otros 540 euros y, sobre todo, el sistema de las 4 ruedas directrices, por el que hay que pagar un sobreprecio de 1.560 euros.

Con todo ello, el Lagunda Coupé V6 Initiales es un coche caro, pero que puede competir en igualdad de condiciones con los modelos rivales de los fabricantes alemanes. Un coche bonito, diferente, bien motorizado y con un buen compromiso entre confort y estabilidad con el que Renault se ha puesto a la altura de los fabricantes alemanes.    

Los fabricantes generalistas europeos tratan siempre en todos sus nuevos modelos, y sobre todo en los altos de gama, de rivalizar con los equivalentes alemanes. Una pelea que la mayor parte de las veces está perdida. Sin embargo, en este caso la marca francesa ha logrado hacer un coche que se sitúa en igualdad de condiciones con los modelos alemanes, con vehículos como el Serie 3 Coupé, como el Mercedes CLK o el Audi A5. En el caso de la marca de la estrella, a la espera del relevo que en breve tendrá lugar con el nuevo E Coupé.