La caída del petróleo inmuniza a IAG ante el último 'profit warning' de Lufthansa

El día de la marmota también se celebra en el aire. Los nervios entre los inversores de las aerolíneas han estado este miércoles a flor de piel. La aerolínea alemana Lufthansa, la mayor de Europa, lo volvía a hacer: anunciaba un profit warning (recorte de estimaciones de beneficio) con vistas al próximo año. Dicho de otra forma, donde hace unos meses esperaba unas ganancias de 2.000 millones, ahora proyecta unos 1.300 millones... y gracias. Porque el horno no está para demasiados bollos. Por un lado, el grupo ha señalado que la desaceleración económica le va a seguir pasando factura, con una disminución de los rendimientos por pasajero. Por el otro, una evidencia indiscutible: la creciente competencia en el mercado y el auge de los operadores de bajo coste.

Hasta aquí todo dentro del guión. No son nuevos los cambios que está experimentando el sector, ni tampoco que la situación económica no invita a grandes florituras. Pero el nombre de Lufthansa, concretamente ese nombre, evoca viejos fantasmas para el sector en Europa. No en vano, fue la primera aerolínea en reconocer el pasado mes de junio que los números no terminaban de salir de cara al futuro próximo. La primera, pero no la única. Tras su advertencia llegaron también las de Aer Lingus o Air France-KLM en el mismo sentido. ¿En qué se tradujo esto? En un periodo de fuerte presión vendedora en los mercados sobre las aerolíneas.

Hasta aquí el escenario en el que se enmarca el sector. Este viernes es turno de que IAG pase por la palestra para presentar sus cuentas correspondientes al tercer trimestre del presente ejercicio. ¿Qué se espera de ellas? O, más bien, ¿se contempla un pliegue de velas a imagen y semejanza del anunciado por Lufthansa? La respuesta generalizada entre los analistas que siguen al sector es que no, aunque conviene prestar atención a los próximos anuncios que pudieran producirse.

El marco actual, con la caída del petróleo de las últimas semanas hasta zona de mínimos de los últimos cuatro años, en el caso del Brent, y de más de dos años, en el del Texas, otorga menos presión al negocio de las operadoras, a pesar de que la desaceleración económica sigue presionando los márgenes, especialmente en el segmento cargo (mercancías). No obstante, si en algo coinciden también los expertos es en señalar que los focos de preocupación difícilmente pueden surgir de los resultados del tercer trimestre, ya que los datos de tráfico han sido buenos en los meses estivales, pero sí en los del cuarto trimestre del ejercicio.

"El precio del petróleo hace que el escenario del pasado mes de junio sea diferente, pero también es cierto que si el crudo está ahí es porque se espera un menor crecimiento", apunta Francisco Rodríguez, analista de Banco Sabadell. Este experto también considera que IAG es una de las firmas más defensivas dentro del sector, dada su posición en Heathrow y las sinergias que presenta su negocio y aseguran que, tras haber quedado en segundo plano todo el foco del ébola, se muestran positivos en el sector.

No son iguales o, por lo menos, eso es lo que repiten una y otra vez los expertos al comparar a IAG y Lufthansa. "La hispanobritánica está mejor preparada para el entorno actual y está claro que Lufthansa ha realizado una mala organización de sus rutas, que le van a abocar a necesarios ajustes", apunta Iván Sanfélix, analista de Renta 4.

"Incluyendo Vueling, y con los datos de tráfico aéreo, esperamos un crecimiento del 9,6% en ingresos por pasajes de IAG, hasta 5.260 millones de euros, con un leve impacto por la apreciación de la libra", aseguran desde Renta 4. Estos analistas creen que se mantendrán los objetivos previstos para 2015, si bien esperan que el próximo 7 de noviembre la compañía aporte más detalles en su investor day y actualice sus previsiones tras las caídas del crudo de las últimas semanas.

IAG presenta un repunte en lo que va de año del 2,6% en bolsa que, en gran medida, se ha producido en la última quincena, cuando el valor ha logrado revalorizarse casi un 21% a golpe de caídas de los precios del crudo y de la menor percepción de riesgo de contagio del ébola. El consenso de analistas de Bloomberg le otorga un potencial alcista a doce meses vista del 21,5%.