El S&P 500 marca un nuevo máximo histórico tras el mal dato de empleo

Los inversores esperaban el dato de empleo del mes de septiembre para tener una nueva pista para saber cuál puede ser el próximo paso de la Reserva Federal.Si la cifra erapositiva, la institución monetariatendría un nuevo motivo para comenzar a reducir el nivel de sus inyecciones de liquidez con las que, precisamente, trata de rebajar el nivel de desempleo. En cambio, si el dato no era bueno, la interpretación sería la contraria y el mercado concluiría que el 'tapering', al menos de momento, no llegaría.

Llegado el momento,los 148.000 nuevos empleos que la economía de Estados Unidos creó en septiembre han estado por debajo de los 180.000 esperados, de manera que los inversores han llegado a la segunda conclusión y se han lanzado a las compras.

Gracias a ello, el S&P 500 avanzó en la sesión de este martes un 0,57%, con lo quesuperópor primera vez en su historia los 1.750 puntos-cerró en 1.754 puntos-. El Dow Jones, por su parte,se anotóun 0,5%, y llegóa los 15.467puntos, yregresa aniveles en los que se movía un mes atrás. Por último, elNasdaqsubióun 0,24% y cerró enlos 3.929puntos.

Por valores, y dentro del Dow Jones, Walt Disneyy Procter & Gambleregistraron las mayores subidas, después de anotarse un 2% y un 1,7%, respectivamente. En el lado contrario destacaron United Technologies, que perdió un 1,3%, y Cisco, que se dejó un 1,2%.Por su parte, Apple, que presentó este martes su nuevo iPad Air, cayó un 0,29%, hasta los 519 dólares por acción.

En el mercado de renta fija, la posibilidad de que la Reserva Federal no rebaje el nivel de sus estímulos se tradujo en una notable caída del bono de EEUU a 10 años hasta el 2,51%. Esta situación también se dejó nota en el mercado de materias primas, con el oro subiendo casi un 2%, hasta los 1.341 dólares la onza, y el barril de crudo Texas cayendo un 1,43%, hasta los 97,8 dólares.

El dólar también 'sufrió' que el mercado vea el tapering como una posibilidad algo más lejana y los inversores deshicieron posiciones en la divisa, con lo que el euro superó los 1,37 dólares, algo que no se producía desde noviembre de 2011.