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Movimientos de los accionistas portugueses de La Seda para hacerse con el control de la compañía
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Movimientos de los accionistas portugueses de La Seda para hacerse con el control de la compañía

El consejo de La Seda de Barcelona celebra hoy una reunión para diseñar su estrategia bajo la presidencia de José Luis Morlanes, que ocupa el cargo

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Movimientos de los accionistas portugueses de La Seda para hacerse con el control de la compañía

El consejo de La Seda de Barcelona celebra hoy una reunión para diseñar su estrategia bajo la presidencia de José Luis Morlanes, que ocupa el cargo desde hace escasos días después de que Joan Castells dimitiese de tal responsabilidad. El consejo había rechazado las cuentas que el anterior presidente, Rafael Español, presentó a primeros de este mes: cuatro de los consejeros votaron a favor de Español y otros cuatro, en contra, por lo que se vio forzado a abandonar el cargo. Una fuente del consejo manifestó a El Confidencial que, a pesar de que se preveía llevar de nuevo las cuentas y zanjar el asunto para poder reorganizar la deuda -la compañía quiere renegociar un crédito sindicado de unos 600 millones de euros-, este asunto, posiblemente, será aplazado unos días.

 

El accionista de referencia en La Seda es la portuguesa Imatosgil Investimentos, con el 12,41%, seguida de la sociedad Júpiter SGPS, con el 10,85%, y de la también portuguesa Caixa Geral de Depósitos, con el 7,22%. Lo que se temen algunos accionistas es que haya una operación encubierta de los portugueses para hacerse con el control de la compañía española. Una de las situaciones que avala esta tesis es que las dos principales factorías de La Seda, en Barcelona y Tarragona, están paralizadas por falta de liquidez para pagar a los proveedores.

 

el consejo donde Rafael Español abandonó la presidencia, Caixa Geral se comprometió a inyectar 25 millones de euros para solventar la situación. “Pero el director general, John Gillison, dijo que este dinero no está destinado a España, sino a Artenius Pet Packaging, que es la filial del Reino Unido. Si algo llega a Barcelona, serán las migajas”, señala a El Confidencial una fuente interna de la empresa. Otra fuente afirma que “nuestra principal preocupación ahora es que el Instituto Catalán de Finanzas (ICF) ponga sobre la mesa los 15 millones de euros de un crédito que hemos pedido hace meses. Con este dinero, podríamos salir del impasse en que nos encontramos”.

 

Rechazados dos pagarés

 

Y hay otro problema: la química está construyendo en Sintes (Portugal) una fábrica de PAT, la materia prima del PET. Esta factoría, en la que se invertirán 350 millones de euros y que ha de estar operativa el año próximo, se construye mediante un project finance de Caixa Geral a través de su filial Caixa Banco de Investimento. El “cómodo calendario de amortizaciones” previsto estaba garantizado con las acciones propias que La Seda tiene en Artenius Sintes, que es la compañía filial que explotará la nueva fábrica. Pero el plazo para pagar vence a finales de este mes de junio y La Seda no dispone de liquidez, por lo que habrá que esperar a ver si Caixa Geral ejecuta sus derechos y se queda con las acciones de la factoría de Portugal.

 

Caixa Geral también se negó en las últimas semanas a descontar dos pagarés de La Seda por valor de 4 millones de euros cada uno, con vencimiento a 120 y 160 días, lo que da una idea de la poca disponibilidad de los portugueses para dotar de liquidez a la compañía española. Además, los representantes de Caixa Geral, Imatosgil y Júpiter forzaron la entrada en el consejo de Carlos Moreira da Silva como representante de esta última. Moreira es uno de los hombres de confianza de Caixa Geral, ya que ambos han hecho negocios juntos en Portugal. Según algunas fuentes, “Moreiras es el ‘tapado’ de los portugueses para presidir La Seda”.

 

Aparte de las maniobras de los accionistas del país vecino, los problemas de la dirección de La Seda se acentuaron por la poca transparencia de algunas actuaciones. Dos operaciones por valor de 70 millones de euros -una en Rusia y otra en Túnez- no tienen garantías, mientras que casi 20 millones de euros se entregaron a la compañía Jatroil para una operación de biocombustibles. El dinero, sin embargo, fue empleado en adquisiciones inmobiliarias, por lo que no se aplicó a su destino final. Por si fuera poco, La Seda prestó otros 20 millones de euros a Manuel Matos hace dos años. Matos es el propietario de Imatosgil, el accionista de referencia. Este préstamo, según fuentes internas, no está debidamente justificado ni se ha devuelto. Para más inri, Matos es también el propietario de Selenis, un fabricante de poliéster que es competidor directo de La Seda. Los intereses cruzados dentro del gigante de la química, pues, serán la clave para determinar el futuro del holding español.

El consejo de La Seda de Barcelona celebra hoy una reunión para diseñar su estrategia bajo la presidencia de José Luis Morlanes, que ocupa el cargo desde hace escasos días después de que Joan Castells dimitiese de tal responsabilidad. El consejo había rechazado las cuentas que el anterior presidente, Rafael Español, presentó a primeros de este mes: cuatro de los consejeros votaron a favor de Español y otros cuatro, en contra, por lo que se vio forzado a abandonar el cargo. Una fuente del consejo manifestó a El Confidencial que, a pesar de que se preveía llevar de nuevo las cuentas y zanjar el asunto para poder reorganizar la deuda -la compañía quiere renegociar un crédito sindicado de unos 600 millones de euros-, este asunto, posiblemente, será aplazado unos días.