Crean una oenegé contra el cáncer de niños, timan a 30 mujeres y se quedan el dinero

La oenegé Mundo Feliz fue creada para recabar fondos para los niños enfermos de cáncer. Al menos eso registraron sus promotoras –Ana María C.F. y Yolanda F.F.– en el Libro de Asociaciones de la Comunidad de Madrid a principios de 2011. Sin embargo, la organización renegó pronto de la etiqueta sin ánimo de lucro.

Enseguida comenzó a cobrar entre 50 y 60 euros la matrícula de los cursos que inicialmente se anunciaban como gratuitos. Así lo pone de manifiesto la Fiscalía en su escrito de acusación, que añade que las impulsoras de la oenegé también exigían a las alumnas 20 euros para costear los materiales y entre 60 y 100 euros como limosna para ayudar supuestamente a los pequeños afectados por el cáncer. Todas esas cantidades, según el Ministerio Público, eran ingresadas por las dos acusadas para su propio beneficio.

Como también se embolsaban el dinero que las alumnas les daban a cambio de un falso empleo que nunca llegaba. “Con el propósito de obtener un mayor beneficio (…) ofrecían a algunas alumnas un puesto de trabajo como profesoras en la academia con un sueldo de entre 800 y 1.600 euros previo pago de una fianza que oscilaba entre los 300 y los 600 euros”, asegura la Fiscalía, que añade que las impulsoras de la oenegé sabían perfectamente cuando ejecutaron este timo que en ningún caso les iban a dar empleo ni salario ni alta en la Seguridad Social.

Más de 30 mujeres se sienten estafadas y reclaman el dinero aportado, más de 11.200 euros que las alumnas entregaron y nunca devolvieron

Más de 30 mujeres se sienten estafadas y reclaman el dinero que aportaron en los citados conceptos. En concreto, más de 11.200 euros que las alumnas entregaron y las denunciadas nunca devolvieron. El montante, por supuesto, no fue a parar a ayudar a los niños enfermos de cáncer, sino a los bolsillos de las dueñas de Mundo Feliz, según entiende el Ministerio Público, que considera que Ana y Yolanda incurrieron en un delito de estafa y que deben pasar tres años en prisión y devolver los 11.200 euros sustraídos.

Los cursos consistían en clases de peluquería, maquillaje, manicura, uñas o tatuajes y se anunciaban como homologados por la Comunidad de Madrid en anuncios en periódicos o en internet. Según la Fiscalía, la oenegé aseguraba que todas las sesiones eran impartidas por profesores titulados, en locales adecuados y a coste cero. Sin embargo, continúa el Ministerio Público, las dueñas nunca solicitaron licencia de apertura de la actividad, contrataron profesores sin titulación y no disponían de local ni materiales óptimos. Los cursos, continúa el escrito de acusación, ni estaban homologados ni respondían a los contenidos ofertados.

El fraude en los cursos de formación se ha tornado una de las principales estafas que se producen en España. En los últimos años, Policía y Guardia Civil han destapado malversaciones en Madrid, Andalucía o Extremadura, por poner algunos ejemplos. En la comunidad autónoma presidida por Susana Díaz, la Unidad contra la Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía ha desarrollado la Operación Edu, que ha puesto en evidencia un agujero estimado en 3.000 millones de euros.