Así vivía el narco más poderoso de Italia: casa en La Finca y vaqueros de 1.200 euros

La operación que derribó al capo del clan de los Polverino, uno de los más peligrosos de la Camorra italiana, todavía llena de orgullo a los miembros del Grupo de Huidos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil cuando la recuerdan dos años después. “Gracias a la detención de Giuseppe Polverino, la Guardia Civil es el cuerpo de referencia en España para la Policía italiana”, asegura el jefe del equipo que acabó con una organización que movía 60 toneladas de hachís al año en la Península Ibérica.

Al comandante, de hecho, se le ilumina la cara cuando rememora la investigación. “Estuvimos tres años detrás de él; nos llevó desde Tarragona hasta Cádiz. Cuando por fin localizábamos dónde estaba, nos trasladábamos al sitio, pero siempre él se había ido antes”, cuenta el jefe del Grupo de Huidos, que asegura también que por el camino detuvo a más de 250 personas relacionadas con la camorra y afincadas en España o en Italia.

Giuseppe, explica el comandante, vivía muy bien en nuestro país. Nada que ver con cómo pasan los días los de su especie en Italia. En Nápoles, puntualiza, residen en “grandes zulos dentro de sus casas”. Se trata de agujeros muy completos, que tienen de todo, pero que no dejan de ser escondites cerrados poco amigables.

En Madrid, sin embargo, vivía en la urbanización más lujosa de la ciudad, La Finca, donde tenía como vecinos a Cristiano Ronaldo, Arbeloa, Bale, Guti, Raúl, James o Ramos. Pagaba 4.500 euros al mes por su ‘choza’ en el exclusivo barrio, que cuenta con un doble control de seguridad y está repleto de cámaras, vigilantes y sensores de movimiento. La última tecnología destinada aprotegerprecisamente a uno de los hombres más buscados por las fuerzas de seguridad europeas.

El jefe de los Polverino, que tenía cinco identidades distintas perfectamente formalizadas, según recuerdan desde la Guardia Civil,llevaba a sus dos hijos al Colegio Americano, uno de los más caros del país, donde abonaba más de 2.000 euros al mes por cada uno de los vástagos.

Sus caprichos tampoco estaban al alcance de muchos. Los seguimientos que durante meses le hicieron los agentes de la UCOtanto a él como a la madre de uno de sus hijos –la mujer con la que vivía en España, ya que en Italia tenía a su verdadera esposa– permitieron a los funcionarioscontemplar cómo esta última se gastaba miles de euros cuando salía de compras por Puerto Banús, ya fuera en joyas,ropa u otros antojos. Un pantalón vaquero, por ejemplo, le costó 1.200 euros, según recuerdan las mismas fuentes.Una camiseta, mil, añaden.

Laoperaciónde la UCO –a la que un año después siguió la desactivación de todo el clan Polverino– tuvo consecuencias a nivel internacional. España dejó de ser vista como un refugio de mafiosos, donde campan a sus anchas quienes tienen negocios ilícitos en Italia o en otros estados. “Aquí ya no están seguros los criminales”, sentencia el teniente coronel Luis Peláez, de la Unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil, de quien depende el mencionado Grupo de Huidos, que el año pasado detuvo a 9.000 delincuentes reclamados por la justicia, 84 de ellos requeridos por algún país extranjero.