Cuando el 'rublo' se viste de blanco en la Costa del Sol

El consabido“chico español se ofrece para boda de conveniencia” ha dejado de ser un clásico en la Costa del Sol, sustituido por “mujer rusa busca marido para casamiento”. Así se anuncian varias mujeres ante el endurecimiento de las normas de acceso y permanencia que han establecido muchos países, y las escasas facilidades para conseguir visados. Buscan resquicios legales para obtener los permisos de residencia, y uno de ellos es este 'método blanco'del matrimonio de conveniencia.

Irina* protagoniza una de esas historias de 'romanticismo' por interés. Llegó a Marbella hace un año y su situación económicaes buena: “Aquí se vive bien, y es un lugar especial para iniciar una nueva vida con la persona a laque de verdad quiero”, dice. Varias amigas ya se habían casado con chicos andaluces, y alguien de su círculole presentó a Jaime, un fontanero en paro. Una víctima de la crisis. Se pusieron de acuerdo y antes de fin de añopasarán por el juzgado. Los problemas económicos de Jaime han hecho que no se lo piense dos veces. Y la proposición 'indecente'ha ido tomando cuerpo día a día.

Tenían el guión bien estudiado, y ya han pasado la prueba de fuego de la entrevista con el funcionario del juzgado: “Nos hizo preguntas básicas que ya habíamos preparado y otras ante las que, por intuición, pudimos salir del paso”, comenta ella. Irina pagará a Jaime siete mil euros y vivirán en un apartamento que él ha alquilado. “Es educada y podremos convivir. Después no habrá problema, ella es la amante de un empresario ruso muy bien posicionado, y con sus papeles ya en regla no tendrán ningún obstáculo”.

Irina y Jaime son conscientes de que los primeros meses son muy importantes para que las autoridades no detecten el fraude: “Simplemente tendremos que comportarnos como una pareja normal. En apariencia, es una boda como cualquier otra". Jaime agrega:"Tengo amigos que también lo iban a hacer, pero al final se rajaron. Todos sabemos que corremos un riesgo”. En caso de ser descubiertos,se enfrentarían a los delitos de falsedad ideológica y documental, castigados con hasta cinco años de cárcel. Además, expulsarían a Irina del país. A ella no le preocupa demasiado: la alternativa es vivir sin papeles, lo que le impediríasalir y entrar de Españay estar al lado del hombre al que dice amar, con el que también quiere viajar y que “no es Jaime precisamente”.

Mayor persecución policial

Para las agencias matrimoniales rusas las bodas se ha convertido en algo tan lucrativo como el comercio de vodka. Las autoridades, alertadas, están intensificando los controles. Fuentes policiales de la sección de extranjería en la Costa del Sol subrayan a El Confidencialque son conscientes de que “este delito se está propagando en distintos municipios de Málaga. Es un tipo de 'estafa'que se está persiguiendo y se está investigando muy exhaustivamente", señalan.

"Las últimas sentencias, como la de la Audiencia Provincial de Zaragoza [en laque se han solicitado cárcel para cuatro personas por un caso de bodas de conveniencia], han sentado jurisprudencia.En lo que va de año se han desarticulado varias redes de esta índole". Desde Interior son conscientes de que hay que endurecer estas penas,pero varias fuentes judiciales han comentado a este periódico que este tipo de delitosno ocurriríacon tanta frecuenciasi se dieran más facilidades para la tramitación de los documentos de nacionalidad. Nada más llegar de Moscú a Marbella, Irina se reunió con un abogado para regularizar su situación y comprobó lo difícil que era conseguir un visado: “La burocracia es infinita. Fue el mismo abogado el que me habló de la posibilidad de una unión estable con un marbellí. Nunca habló de fraude”.

La montaña de inscripciones de matrimonios entre españoles y rusas que se acumula sobre la mesa de los juzgados refleja cómo han cambiadolos tiempos. Los datos evidencian que las uniones mixtas entre nacionales y extranjeros son una realidad en auge. Así, si en 2013 fueron 14.094, en 2014 rozan las18.000. Lo más llamativo en esta última etapa es que las tornas han dado un viraje y son mujerespudientes las que buscan el pacto. Consiguen papelesa precio de gélidos rublos. Los parados españoles se han aprendido muy bien la escena del filme Matrimonio de convenienciaen la que Gérard Depardieu tiene que acertar hasta la marca de cosmético de sumujer: ellos se saben inclusoel nombre de las cremas al caviar de la nuevas 'zarinas' de la Costa del Sol.

* Los nombres son ficticios.