Un documental acusa al Gobierno de dar un “golpe de Estado” contra los controladores

¡Golfos!, ¡sinvergüenzas!, ¡a la cárcel todos! Semejantes piropos fueron los que los afectados por el cierre del espacio aéreo de España en 2010 dedicaron a los controladores aéreos, los declarados culpables de la situación.

El Gobierno lo tenía claro: el paro de los controladores había provocado una situación de emergencia que llevó a que Aena cancelará cualquier tipo de vuelos sobre nuestro país por la imposibilidad de gestionarlos.

La prensa y las autoridades contaron que los trabajadores encargados de los vuelos habían decidido abandonar su puesto de trabajo y que no había quedado otra solución. Unas 630.000 personas se vieron afectadas por este cierre, que vino precedido de una declaración del estado de emergencia por parte del Gobierno, algo que no se había visto en toda la democracia.

En aquel momento nadie se paró a escuchar a los controladores. Eran los malos de la función y su opinión poco importaba. Sin embargo, ahora son ellos los que una vez pasado el temporal alzan la voz en Controlados, un documental producido por ellos mismos en el que cuentan cómo se gestó esta situación en la que fueron cabezas de turco.

Cuatro años han tardado en atreverse a contar su verdad. Juan Martínez, uno de los artífices del proyecto y controlador aéreo, cuenta a El Confidencial por qué ahora: “En aquel momento era complicado trasladar la realidad de la situación que vivimos. Los medios hacían eco de lo que el Gobierno, la empresa, o el presidente de Aena manifestaban, no se nos quería escuchar”.

Controlados da voz a los controladores, y expone un hecho desconocido para muchos. El espacio aéreo fue cerrado por Aena horas antes de que ellosabandonaran sus puestos de trabajo, algo que, según ellos, hicieron porque no había tráfico debido a la decisión de Aena. Es más, los controladores denuncian que incluso en TVE se habían reforzado los servicios de sus informativos a la espera de que algo pasara.

La empresa dio la orden, pero el documental traza una línea clara que apunta al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que durante los meses anteriores había comenzado una campaña mediática en contra de los controladores y que esa misma mañana del 3 de diciembre había tensado la cuerda al aprobar un real decreto que modificaba el cómputo de horas trabajadas.

Controlados recoge una declaración del presidente de Air Europa, Juan José Hidalgo, que da peso a las sospechas de los controladores de que había un motivo político que provocó la huelga del 2010. Hidalgo, en un foro económico y con el actual Ministro de Industria al lado, dijo que el “Gobierno dio un golpe de Estado contra los controladores”.

Un golpe de Estado que para Juan Martínez no fue sólo contra ellos, sino “contra todos los españoles”. “Crearon un problema para aplicar una solución que ellos ya habían planificado” añade.

Uno de los controladores que hablan en el documental recuerda que todas las privatizaciones siguen el mismo patrón: “Primero aíslas ese sector y luego lo privatizas”. Como se ha visto en el caso de los pilotos, los farmacéuticos y hasta la educación.

Sin responsabilidades políticas

A pesar de que todos los controladores coinciden en que ellos no abandonaron su puesto de trabajo antes de que Aena cerrara el espacio aéreo, el documental concluye con unos datos que demuestran que ningún alto cargo de la empresa o político ha asumido responsabilidad.

“Es curioso que haya 240 controladores imputados y ningún directivo de Aena involucrado. El cierre se hizo bajo el mando de una serie de personas a las que no se pide ningún tipo de cuentas, ni a los políticos que declararon el estado de alarma”, critica Martínez.

Pero para entender cómo se llega a esta situación Controlados se remonta al principio, a cuando en medio de una situación económica negativa se empiezan a construir aeropuertos en toda España y a multiplicarse los precios de las terminales. El filme da dos datos irrefutables: 1) Los aeropuertos construidos en los últimos 30 años no son rentables, 2) En Alemania, que cuenta con el doble de población que nosotros, disponen de 18 aeropuertos. España tiene 52.

Tras la construcción de decenas de aeropuertos, llegaron las reformas en las condiciones laborales de los controladores, lo que los obligaba a trabajar muchas más horas y jornadas, algo que para el gremio afectaba a la seguridad. Se pasó a trabajar hasta 28 días de cada 30. El resultado fue inmediato, en 2010 tuvieron lugar 47 maniobras de evasión de colisión, una cifra demasiado alta.

“Las horas impuestas están dentro de la legalidad, pero las jornadas fueron impuestas sin un estudio del impacto que iba a tener ese aumento de horas”, explica el responsable de Controlados.

Para los controladores, el problema iba más allá de negociar una bajada de su salario o sus condiciones, había un plan mayor que escapaba a su entendimiento. Consideran que son un sector poco valorado en este país. Juan Martínez compara cómo trata el Gobierno de EEUU al gremio y cómo lo hacen aquí: “En EEUU se les ha dado la medalla al mérito aeronáutico. Son héroes; aquí nuestros representantes creen que éramos unos mangantes, piratas del aire. Los controladores lo damos todo y la palmadita en la espalda, el reconocimiento, es muy importante”, zanja.