El presidente de la FEMP defiende la gestión del alcalde de Burgos en Gamonal

El presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), el alcalde de Santander, Iñigo de la Serna, del Partido Popular, ha lanzado hoy un mensaje de apoyo y respaldo a su colega el alcalde de Burgos, Javier Lacalle, tras los sucesos violentos en el barrio de Gamonal. “Como presidente de la Federación defiendo lo que está haciendo en el sentido de argumentar y exponer su proyecto político y su proyecto de gobierno aunque haya grupos que puedan manifestar, como no, su opinión en contra”, ha señalado en un desayuno informativo organizado por El Confidencial. De la Serna, eso sí, ha condenado los ataques violentos de una minoría que considera que “no representan al conjunto de los vecinos de Gamonal” y a la que ha animado a encauzar sus quejas por otras vías, entre ellas, la judicial.

De la Serna ha sido uno de los participantes, este martes, del coloquio “Colaboración público privada al servicio del ciudadano” organizado por este diario y patrocinado por FCC. Al término del encuentro, el alcalde de Santander ha querido poner de manifiesto que sucesos como los de Burgos ponen de relieve lo difícil de la gestión pública. “Creo que lo que dice el alcalde tiene todo el sentido cuando expresa, por un lado, que tiene toda la legitimidad democrática y, por otro lado, que cree que hay grupos y colectivos que están aprovechando este proyecto para hacer otras cosa”.

El debate ha sido inaugurado por el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, que ha revelado que un total de 101 municipios se han acogido a las medidas extraordinarias de apoyo financiero puestas en marcha por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas y que otros 161 han mejorado de tal manera su situación financiera en el 2013 que no han necesitado recurrir a estas ayudas.

Beteta ha defendido la colaboración de lo público y lo privado en la gestión de los servicios públicos como algo “imprescindible” para avanzar en el proceso de modernización y que él defiende porque los ciudadanos “demandan” servicios de calidad “y poco les importa si en la prestación interviene la gestión privada”. Para ello, ha señalado que es preciso acabar con concepciones ideológicas que tachan todo lo que tiene que ver con lo privado como “un oscuro agente” y a lo público como “algo infalible”. “Siempre he tenido la misma opinión: es mejor sumar que dividir, aunar esfuerzos porque aunando esfuerzos se puede ir más lejos”, ha explicado.

Entre las características que debe tener esta colaboración ha enumerado, eso sí, que sea prestada al menor coste posible, que aúne calidad y eficiencia y que aproveche al máximo los recursos.

“En la ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local conjugamos de una forma razonable y ordenada esta colaboración público privada. Una colaboración que se asocia a la calidad, a la flexibilidad y a la eficacia y todo ello con ese único objetivo que es el servicio al ciudadano”, ha explicado Beteta. “Quiere definir con más claridad los límites de la colaboración público privada, revisar su alcance, potenciando lo público. Es una reforma que, sin duda, no privatiza pero que extiende lo público hasta donde nunca jamás debió traspasar porque si lo traspasa lo que hace es restar dinamismo al conjunto del mundo empresarial”.

“No demonizar el sector privado”

De la Serna ha añadido, en la misma línea que la expuesta por Beteta, que hay una necesidad de “no demonizar el sector privado: “Fuera prejuicios y fuera etiquetas”, ha afirmado al tiempo que ha añadido que “tampoco tiene que asociarse en todos los casos a una mejor y más eficiente gestión de los recursos públicos”. Por eso, ha apostado por favorecer “ejercicios de transparencia hacia los ciudadanos”.

Ibone Bengoetxea, teniente de alcalde de Bilbao, ha expuesto, por su parte, la experiencia de transformación llevada a cabo en su ciudad, que se encontraba “deprimida” a nivel social e industrial en los años 80. “Lo más importante para que una ciudad salga adelante ese que genere confianza”, ha explicado. Entre las características del modelo de Bilbao, ha enumerado el hecho de que la transformación de la ciudad fuera impulsada desde lo público con apoyo del sector privado o que esta transformación se llevase a cabo para vertebrar todo el municipio.

Bengoetxea ha destacado también que es importante “apostar por los recursos humanos de lo público” y por el rigor económico, la eficiencia y la transparencia. Transparencia que se debe poner en práctica y que “requiere organización y escribir mucho sobre lo que estás haciendo y también dar cuenta de las decisiones políticas, de por qué se ha prometido algo y no se ha hecho”.

El abogado de Garrigues, Lluis Cases, ha expuesto, desde su punto de vista, que para que la colaboración público privada funcione se necesita “una administración pública potente”. En este sentido, ha opinado que estas colaboraciones no deben llevarse a cabo en contextos puntuales porque, en esos casos, “no suelen ser buenos proyectos y no van a tener un gran recorrido”. Como tercer requisito, ha señalado la necesidad de tener un marco jurídico previsible y fiable.

Felix Mediavilla, director general de Aqualia, del grupo FCC, ha incidido también en el que el debate ideológico entre lo público y lo privado es “un debate falso”. “El debate debe ser el de los costes y el de la calidad y no el de si es público o privado”.