Dos alcaldes navarros, 'condenados' a muerte por no cumplir la ley de banderas

Una solitaria bandera de Navarra. Ni sombra de la española ni de la ikurriña. Es lo que puede verse hoy en el Ayuntamiento del Valle del Baztán (Navarra, 8.000 habitantes), igual que otros días, según su alcaldesa, Garbiñe Elizegi (EH Bildu), salvo el de la fiesta local, el Baztandarren Biltzarra, cuando cuelga la ikurriña: “Es nuestro símbolo”, dice ella.

El edificio del ayuntamiento del vallese encuentra en el pueblo deElizondo, una de las 15 localidades bajo su mandato, aunque cada una de ellas mantiene la figura del 'alcalde jurado'. El del propio Elizondo, Mikel Sobrino, se presentó a las elecciones como independiente, pero aun así comparte con la regidora de todo el valle el dudoso honor de haber dado a conocer, mediante denuncia ante la Policía Foral, a la hasta ahora ignota Agrupación de Nacionalistas Navarros (ANN), que enviódos misivas amenazantes con ellos como destinatarios.

La primera, que entregó el cartero en el edificio que comparten ambas alcaldíasel día 19 de julio envuelta en celo, no fue abierta hasta bien pasadas las fiestas. En ella, la agrupación advertía que había “acordado” acusarles a los dos de no cumplir la ley de banderas y de permitir que se aprovechasen los festejos para hacer reivindicaciones políticas y colgar “banderines […] que nada tienen en común con la Comunidad Foral”. “Los responsables citados y por unanimidad han sido condenados a MUERTE”, dictaba, aunque incluía una posibilidad de 'redención': [a partir de las celebraciones, el 20 de julio], la “Bandera Española hondeará (sic) en el Ayuntamiento de Elizondo”.

Ojo por ojo, diente por diente

Aquello no se cumplió, entre otras cosas porque la carta se leyó bastante después de las fiestas, y esta misma semana, el 13 de agosto, una nueva misiva y un correo electrónico han confirmado la 'sentencia': si no cumplen antes del 26 de agosto, “ya no habrá más oportunidades, a partir de ese momento y cualquier día seréis ajusticiados, ojo por ojo y diente por diente”, reza.

Tras descubrir la primera carta, tan mal escrita como esta segunda (“haber” por a ver, “vallan” por vayan), los alcaldes pusieron una denuncia ante la Policía Foral. Garbiñe Elizegi asegura que se toma la amenaza “con mucha seriedad”, mientras el Gobierno Foral rehúsa comentar, mientras duren las investigaciones, qué solidez le atribuye y si puede ser obra de un grupo organizadoo de individuos aislados.Por su parte, la alcaldesa afectadano vacila en traer a colación el “terrorismo de Estado”y añade que, aunque ella no tiene constancia de la existencia de la ANN, “antes sí ha habido amenazas en el valle. Hace 3 o 4 años se hicieron algunas detenciones, pero al cabo de un tiempo, un 20N, los liberaron. Actúan con total impunidad, y sin consecuencias, así que pensamos que esto será del mismo estilo”.

Condena unánime

Bildu, por su parte, en la voz de la parlamentaria foral Miren Aranoa, emplazó después de la denuncia a UPN, PP y PSOE a rechazar también estos hechos (“aquí queremos verlos, porque el respeto a los derechos humanos exige que seasin excepciones”) y habló de comportamientos que “dejan patente la incapacidad de esta derecha rancia de aceptar las reglas del juego democrático”.

EL PSN-PSOE condenó las amenazas. También UPN y el Gobierno Foral, en manos de este último, aunque ambos, en réplica, han instado a Bildu a “hacer extensible la iniciativa de denuncia y rechazo a todas aquellas en las que los cargos afectados son de filiaciones políticas distintas”, según reza el texto del Gobierno. “Quienes las sufrimos ahora mismo somos nosotros”, se defiende Elizegi.

Sergio Sayas, secretario de organización de UPN, constata lo contrario: “Yo mismo las recibí, la semana pasada, en unas fiestas. Te llaman pistolero, asesino…”. Y prosigue: “En Bildu pretenden dar a entender que la derecha les impone e intimida. Cualquier hecho de este tipo en una democracia es inadmisible, y nosotros lo repudiamos. Pero eso no se puede defender desde Bildu, cuando se amparan en la libertad de expresión en los casos en que son ellos mismos o sus correligionarios quienes amenazan. La libertad es una palabra prostituida en su boca”.

Ley de banderas

Así de enconadas andan las cosas en la Comunidad Foral. Tanto, que Elizegi se permite dudar de que la policía investigue con la misma diligencia su denuncia que otras (“sólo después de una semana de la denunciahemos sabido que había huellas en la carta”). El departamento de Presidencia, Justicia e Interior del Gobierno Foral responde que la policía está actuando con “el interés y profesionalidad con que lo hace siempre”.

En el trasfondo está la ley española de Banderas y la regional de Símbolos, que establecen que “ordinariamente”, en los edificios públicos y en lugar preeminente, debe estar la enseña de la localidad, la navarra, la española (en “lugar preeminete y de máximo honor”) y la europea. Ni una menos ni una más, salvo que alguna autoridad de otra comunidad esté presente.

A pesar de ello, en el ayuntamiento del Baztán hoy ondea, solitaria, la navarra, según su alcaldesa, que explica: “Tenemos dos denuncias del Gobierno Foral por este motivo, y nosotros hemos recurrido ambas leyes”. Desde el Gobierno navarro explican, sin embargo, que esteaño han iniciado un pleito con Baztán por exhibir la ikurriña en su balcón, después de “requerirles en varias ocasiones para que cumplan con la ley”.

A este respecto, lo único que ha conseguido la Agrupación de Nacionalistas Navarros con sus amenazas ha sido que la alcaldesa y toda la Junta General del Baztán recalquen que la bandera española es “extraña y ofensiva” en el valle y animen a todos los baztaneses “a colocar la ikurriña tanto en lugares públicos como privados”.