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La apuesta por el pacto de Rajoy se extiende a pensiones y al castellano en Cataluña
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CONTRA LAS ADVERTENCIAS DE AZNAR

La apuesta por el pacto de Rajoy se extiende a pensiones y al castellano en Cataluña

La luna de miel política que empieza a gestarse entre Mariano Rajoy y el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, parece haber abierto las puertas

Foto: La apuesta por el pacto de Rajoy se extiende a pensiones y al castellano en Cataluña
La apuesta por el pacto de Rajoy se extiende a pensiones y al castellano en Cataluña

La luna de miel política que empieza a gestarse entre Mariano Rajoy y el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, parece haber abierto las puertas a algo que va más allá de un acuerdo puntual de cara al Consejo Europeo de finales de junio. La fiebre por el pacto parece haberse adueñado del presidente del Gobierno, quien, en la sesión de control al Senado de ayer, abrió la mano a nuevos pactos en dos frentes diferentes, el de las pensiones e, incluso, en el tema del castellano en Cataluña, el punto más conflictivo de aceptar por parte de la Generalitat de la próxima reforma educativa.

Cuando todavía resuenan las andanadas de José María Aznar contra Rajoy y su Gobierno y sus palabras de que “un pacto sustitutorio de la actual mayoría” sería “un error histórico garrafal”, el presidente parece dispuesto a marcar terreno y tomar distancia de su predecesor acercando posturas limando asperezas con los dos grupos mayoritarios de la oposición, el socialista y el catalán de Convergència i Unió.

El punto de inflexión empezó a fraguarse la semana pasada, en el Congreso, con la oferta de Rubalcaba para cerrar una postura común de cara al Consejo Europeo que haga más fuerte al actual inquilino de la Moncloa de cara a sus homólogos europeos. En este nuevo clima de entendimiento, que llega después de meses en los que las continuas y reiteradas propuestas de Rubalcaba habían caído sistemáticamente en saco roto, surge ahora el deseo de Rajoy de pactar con el PSOE el futuro de las pensiones.

“Hay algo que debemos hacer y de lo que todos debemos tener plena conciencia”, respondió ayer Rajoy al portavoz socialista en la Cámara Alta, Marcelino Iglesias. “La salud financiera del sistema de pensiones no depende de la buena voluntad, que todos los aquí presentes tenemos, ni se arregla con demagogia. Lo que se requiere es una gestión responsable y eficaz de los recursos que hay”, explicó. Por ello, Rajoy añadió que el estudio que han elaborado hasta ahora los expertos sobre el futuro de las pensiones y su viabilidad es sólo un análisis sobre el que no se ha tomado ninguna decisión todavía, pues esta deberá adoptarse, deseablemente con acuerdo, en el seno del Pacto de Toledo. “Así como usted me invita a mí a tratar temas europeos -una invitación que acepto- yo le invito a usted a hablar del sistema de sostenibilidad de las pensiones porque es un tema capital para el futuro de España”, concluyó.

La oferta de Rajoy llegó después de que el presidente asegurase que el déficit acabará el año en torno al 1% y que, por tanto, todos los pensionistas habrán ganado poder adquisitivo en el 2013, pues el 76% de las pensiones ha subido el 2%. 

La mano tendida de Rajoy no quedó, sin embargó, ahí. En la siguiente interpelación que le hizo el portavoz de CIU, Josep Lluís Cleries i González, y pese a que no estaba previsto, según el guion, que se hablase sobre la cuestión lingüística de la futura reforma educativa, el presidente se mostró dispuesto a dialogar. A dialogar en busca de fórmulas alternativas allá donde su ministro, José Ignacio Wert, no ha logrado limar asperezas con la Generalitat.

El portavoz catalán había invitado a Rajoy a visitar con él cualquier barrio de Cataluña para comprobar no se discrimina ni se separa motivo de lengua. Rajoy, por su parte, defendió la necesidad de la reforma de su Gobierno, que prevé que el Estado adelante el coste de la escuela privada en castellano allá donde la Administración autonómica no lo garantice como lengua vehicular y que plantea revertir después el coste a la financiación autonómica de Cataluña. Este punto ha levantado en armas a prácticamente todo el arco parlamentario catalán y, cuando parece que las posturas están más distanciadas que nunca, el presidente pareció abrir ayer un resquicio para caminar hacia el entendimiento.

En su respuesta, y en sus minutos finales, Rajoy aseguro que si CIU “tiene una fórmula mejor que la que le figura en el proyecto”, él está dispuesto a negociar, cara a cara, con el portavoz nacionalista. “Yo estoy dispuesto a negociarla con usted; además, yo personalmente y con usted, si quiere, si tiene una fórmula que sirva para resolver este problema y sea mejor que la que se recoge en el propio proyecto”.

El ministro Wert tiene previsto continuar en los próximos días la ronda de contactos que está estableciendo con todos los grupos políticos de la Cámara. De momento, se ha visto ya las caras con el PSOE y con Izquierda Unida y, en breve, lo hará también con CIU. Hasta la fecha, el entendimiento con la consellera catalana del ramo, Irene Rigau, ha sido imposible y las conversaciones, tortuosas. Un nuevo clima, proclive al entendimiento, parece haberse adueñado del propio presidente. La luna de miel, de momento, continúa, mal que le pese a Aznar. 

La luna de miel política que empieza a gestarse entre Mariano Rajoy y el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, parece haber abierto las puertas a algo que va más allá de un acuerdo puntual de cara al Consejo Europeo de finales de junio. La fiebre por el pacto parece haberse adueñado del presidente del Gobierno, quien, en la sesión de control al Senado de ayer, abrió la mano a nuevos pactos en dos frentes diferentes, el de las pensiones e, incluso, en el tema del castellano en Cataluña, el punto más conflictivo de aceptar por parte de la Generalitat de la próxima reforma educativa.

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