Rajoy ‘torea’ a sus barones y frena el debate sobre la financiación autonómica

Mariano Rajoy, ante la Junta Directiva Nacional del PP, abrió y cerró el debate sobre la financiación autonómica con una intervención genérica sobre su obligación de “escuchar a todos”. No dio más pistas; ni de sus conversaciones con Artur Mas ni sobre los posibles cambios en el modelo. Tampoco pidieron explicaciones los presidentes de Comunidad más críticos con el sistema o más afectados por el problema del déficit autonómico como son los casos de Ignacio González o Alberto Fabra.

Sólo Ramón Luis Valcárcel pidió la palabra en el turno de “ruegos y preguntas”, después de oír el discurso de Mariano Rajoy, y lo empleó en criticar el actual sistema de financiación autonómico, de la etapa de Zapatero, por “birlar” a la Región de Murcia 255 millones de euros en el último ejercicio. La reunión se celebraba ya a puerta cerrada y sin señal de televisión.

El murciano fue el único presidente autonómico que intervino en la Junta después de que hablaran la secretaria general, María Dolores de Cospedal, y el presidente del partido. Según fuentes del PP, cuando Valcárcel terminó de hablar, nadie más pidió pronunciarse ni replicarle. Se terminó la Junta Directiva Nacional.

Rajoy había hecho un discurso básicamente económico y no había concretado nada, pero lanzó el mensaje de que el partido debía prestar “la máxima colaboración y el máximo apoyo” ante la próxima reforma del sistema de financiación autonómico, porque será muy importante “también para la recuperación de la economía española”. Incluso amplió el avisó más allá del PP: “Se lo pido a todos mis compañeros de partido y se lo pido a todos los que son adversarios políticos”. Se refería a los grupos de trabajo creados en el último Consejo de Política Fiscal para abordar el déficit y analizar la aplicación del actual modelo de financiación.

El presidente del Gobierno alabó el esfuerzo de todas las Administraciones para reducir el déficit público y pidió “inteligencia, equilibrio, sensatez y sentido común” ante la posibilidad de que Bruselas admita un ‘relajo’ en el objetivo de ese déficit que, a su vez, permita dar más margen a las comunidades en el proceso de ajuste de sus cuentas públicas.

Rajoy se comprometió a seguir ayudando a todos los Gobiernos regionales igual que en el último año (FLA y planes de pago a proveedores) para que puedan resolver sus problemas de financiación. En alusión a sus conversaciones secretas con Artur Mas, comentó que él escucha a todo el mundo, a los dirigentes de su partido, “pero también a los demás, entre otras cosas porque es mi obligación”.

El jefe del Ejecutivo reiteró su disposición plena al diálogo, pero siempre dentro de la ley puesto que su obligación es cumplirla. “Y si alguien quiere cambiarla, ya sabe lo que tiene que hacer, porque hay procedimientos establecidos en las leyes para promover su modificación”, remachó.

Aunque no intervinieron en la Junta Directiva, algunos presidentes autonómicos sí que quisieron reiterar antes y después de la reunión sus quejas sobre el sistema de financiación autonómico. El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, muy molesto con que se le pueda alienar con Artur Mas (“no estamos de acuerdo en nada”), insistió en que el actual modelo está agotado y además es “injusto”. Volvió a insistir en que no admitirá agravios con Madrid.

Alberto Fabra, tan necesitado como Mas de una rebaja en el objetivo de déficit, también calificó de injusto el sistema y sostuvo que se opondrá a cualquier trato de favor en la reforma.