El PSC denuncia que la prima de riesgo catalana está en casi 900 puntos

El PSC presentó este jueves su programa económico de cara a las elecciones catalanas de noviembre, y ha propuesto aumentar el tipo marginal del IRPF al 60 por ciento para aquellas personas que produzcan una renta anual superior al millón de euros. Además, Maurici Lucena, número dos del PSC en Barcelona, destacó la realidad de la economía catalana, con una prima de riesgo por encima de los 800 puntos y que llegó a estar en junio en los 1.200.

Lucena explicó que el PSC propone tres reformas fiscales: recuperar el Impuesto de Sucesiones que eliminó CiU al llegar a la Generalitat, crear un nuevo impuesto sobre las grandes fortunas y modificar el Impuesto sobre el Patrimonio fijando el mínimo exento en 500.000 euros --ahora está en 700.000-- y "subir moderadamente los tipos progresivos".

El número dos de los socialistas catalanes explicó que la deriva secesionista de Mas, en realidad esconde una situación dramática de la economía catalana, que queda bien explicada por la evolución de la prima de riesgo de la Comunidad. “Esta evolución es una prueba nítida de la disminución de la confianza de los inversores internacionales en la calidad de la gestión económica del Gobierno de la Generalitat presidido por el señor Mas: el 29 de noviembre de 2010, la prima estaba en 360 puntos básicos; llegamos a un máximo en junio pasado de ¡1.284 p.b.! y la actual ronda los 880 puntos básicos”.

Aseguró que el PSC entiende las dificultades que están atravesando las economías europeas, pero añadió que, preservando el rigor y la austeridad, "se pueden hacer las cosas mucho mejor" de lo que lo ha hecho el Gobierno de Mas.

Lucena habló de mantener la austeridad, pero aseguró que "hay un claro margen para paliar los perjuicios que ahora objetivamente está sufriendo las clases medias y trabajadoras como consecuencia de la crisis económica".

También asumió el modelo de pacto fiscal que presentó Navarro a principios de año, afirmando que Cataluña tiene que reducir su déficit fiscal sin renunciar a la solidaridad, y pidiendo una agencia tributaria catalana con mayoría de la Generalitat pero con presencia también del Estado.

Asimismo, propuso la fusión del Instituto Catalán de Finanzas (ICF) con Acc1ó para lograr crear un auténtico servicio de "ventanilla única" que mejore el servicio que dan las administraciones catalanas a las empresas.

Mostró su incomprensión por las dificultades de la Generalitat para cumplir con los proveedores, el sueldo de los funcionarios o la farmacias, ya que son pagos que conocía de "antemano" y que, a su juicio, hubiera podido planificar mejor.