Decenas de miles de personas exigen a Rajoy un referéndum sobre los ajustes

Bajo el lema Quieren arruinar el país decenas de miles de manifestantes se han congregado en la plaza de Colón con un objetivo final: exigir al Gobierno q convoque un referéndum para que los ciudadanos se pronuncien sobre las medidas que Rajoy dijo que no tomaría en las elecciones que le impulsaron a la Moncloa. La multitudinaria protesta llega en un punto de máxima tensión para el Partido Popular, que no sabe si pedirá el rescate a un mes de las elecciones vascas y gallegas.

La Delegación del Gobierno calcula que las protestas han reunido por la mañana a entre 50.000 y 65.000 personas. El número de manifestantes concentrados en Madrid, siempre según esta fuente, habría oscilado entre los 50.000 a media mañana y 65.000 en la hora de mayor afluencia, entre las 12.30 y las 13.30 horas. 

Los manifestantes de la denominada Cumbre Social no siguieron ninguna cabecera ni un recorrido común, sino que se han dividido por sectores y comunidades afectadas por la crisis. Todos llegaron a Madrid con la intención de presentar la marcha como una protesta de toda la sociedad contra una fractura social sin precedentes. Pasadas las doce del mediodía, parte de la protesta pretendía corear sus reivindicaciones en la sede popular de Génova, a escasos metros del lugar de la convocatoria. Sin embargo, un cordón policial compuesto por decenas de polícias y más de treinta lecheras impidió que la marea accediese al recinto acordonado, al que sí llegaba el eco de las protestas: "Rajoy dimisión" o "menos lecheras y más ambulancias". Los agentes se limitaron a esperar a que la concentración se disolviera por sí misma, aunque a las 17.00 horas la calle permanecía cerrada al tráfico para garantizar la seguridad. 

En un ambiente festivo y reivindicativo sin incidentes, salvo la detención de cuatro personas al negarse a identificarse, los convocantes se dividieron en bloques. Cada sector afectado por los recortes puestos en marcha por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en mayo de 2010 y multiplicado por el Gobierno de Mariano Rajoy este año tiñó sus revindicaciones de una tonalidad distinta. Educación, de verde; Sanidad, de blanco; servicios sociales, de naranja; negro para los funcionarios... y así, hasta recoger las 900 organizaciones y entidades sociales que están detrás de esta marcha, según las cuentas del secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo.

Entre las pancartas que se han podido ver había muchas recordando la subida de impuestos: El Gobierno es un arma de destrucción +IVA. El mensaje lo lanzaban unos policías locales de Barcelona entre los que estaba Marcos, que no entiende cómo su ciudad, saneada con las cuentas públicas, "no puede disponer de los agentes que necesita".

Las concentraciones se desplazan a la Puerta del Sol

La Puerta del Sol acogerá algunas de las protestas convocadas durante la segunda mitad de la jornada. Así, la formación Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía ha preparado una concentración en este punto a partir de las 17.30. La Iglesia Cristiana Hosanna también prepara una actividad religiosa en Sol a las 21.30 horas.

También la Falange y el Nudo Patriota España se han sumado a las protestas y han convocado una manifestación bajo el lema La crisis se llama democracia cuyo comienzo se prevé a las 18 horas en la sede del PSOE en la calle Ferraz para llegar dos horas más tarde a la sede del PP en la calle Génova. La Delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, ha explicado a la prensa que "le espanta" esta protesta y le produce un "rechazo radical" pero que en democracia hay que permitir manifestaciones incluso en contra del propio sistema político. Se espera que a ésta acudan unas 2.000 personas. 

"Yo no voté que me dirigiese Angela Merkel"

La inmensa mayoría de los manifestantes de hoy, no obstante, coinciden en sus protestas. Victoria, una prejubilada del sector financiero, exigía un referéndum porque se siente engañada. "Yo no voté que me dirigiese Angela Merkel ni la Unión Europea. Rajoy nos estafó a todos", se quejaba ante El Confidencial. Desde Burgos llegó Ángela y veinte autobuses más. Una profesora de un colegio público a la que desde hace dos años le han ido recortando derechos. "Más de 6.000 millones de euros desde 2010", añade la afectada de un sector que este curso soportará el 'tasazo' de la escuela infantil y la reducción de las ayudas a los comedores escolares. "Y encima para más cachondeo nos piden tres euros para que nuestros hijos coman de tartera. Es el colmo", concluye Ángela.  

Mucho funcionario también por los aledaños de la plaza de Colón. Es uno de los sectores más perjudicados por los recortes del Gobierno. "Zapatero empezó recortándonos un 5% en 2010, se nos congeló en 2011 y ahora viene éste (Rajoy) y nos quita la paga de Navidad". Además de reducirles el número de días libres y aumentarles el horario laboral. Habla Paco, un bombero del ayuntamiento de Madrid "que se encuentra bajo mínimos". Pero también había funcionarios laborales, fijos e interinos de la mayoría de las tres administraciones públicas: central, autonómicas y locales.

El anuncio de nuevos recortes hecho por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha llegado a oídos de José Fernando, un pensionista de San Fernando (Cádiz), que teme "no poder hacer nada para evitar que le toquen su pensión". Iba con su mujer, Amparo, vestida de violeta, "como el resto de mujeres, que cada vez estamos viendo cómo decrecen los derechos que tantos años nos costó conquistar para estar en igualdad con los hombres".

Los trabajadores de los Servicios Sociales y Dependencia son la 'marea naranja', las que luchan por el hachazo que el Gobierno ha metido en el sistema de dependencia: casi mil millones de euros. "Yo era empleada del hogar. He tenido que dejar de trabajar para cuidar de mi madre, que está enferma y a la que nunca le llegó la ayuda que tanto pregonaba el Gobierno", relata Lucía.

El Gobierno, consciente del enfado de la calle

Mientras la sociedad se unía en Madrid para gritar al unísono contra las medidas del Gobierno, el ministro de Economía, Luis De Guindos, explicaba desde la Cumbre del Ecofin en Chipre que "los sacrificios son ineludibles" e intentaba relajar el clima que se respiraba desde la capital de España asegurando que ya se están "poniendo las bases de la recuperación".

Desde Gandía, el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, tampoco quitaba ojo de lo que acontecía en Madrid, y explicaba a la sociedad que se queja que el Gobierno "aplica ajustes que pretenden ser equilibrados socialmente para que podamos tener una recuperación económica pero que salvaguarden la cohesión social".