Los bancos podrán seguir condonando a los partidos toda deuda menor a 100.000€

Los bancos no podrán volver a condonar deudas millonarias a los partidos políticos, aunque seguirán pudiendo ser especialmente benévolos con todos los créditos menores a 100.000 euros de todos aquellas formaciones políticas que, tradicionalmente, han recibido un trato especial por parte de las entidades financieras. De hecho, no hay que irse muy atrás en el tiempo para recordar casos escandalosos como los 33 millones de euros de intereses que el Santander y la BBK condonaron al PSOE en el 2006 por unos créditos que el partido que hoy dirige Alfredo Pérez Rubalcaba arrastraba desde hacía 20 años. Desde aquella costosa campaña a favor del sí a la OTAN por la que Ferraz se endeudó hasta límites inasumibles.

La Comisión Constitucional del Congreso acaba de aprobar este miércoles el dictamen sobre la reforma de la ley de financiación de partidos que pasa ahora al pleno, donde se debatirá en su totalidad el próximo jueves. Un texto consensuado entre los grandes partidos y que incluye importantes novedades para todas las formaciones como, por ejemplo, el recorte de un 20% de las subvenciones y ayudas que reciben por parte del Estado o una mayor fiscalización de todas las donaciones que perciben los partidos y fundaciones políticas.

El dictamen fija por primera vez un límite de 100.000 euros como barrera que no podrán superar los bancos a la hora de condonar cualquier deuda a un partido político, que recibirán, por tanto, el mismo régimen que se aplica al resto de donaciones. Una pretensión que incluyó Unión, Progreso y Democracia en el debate sobre la reforma de la ley y que, finalmente, han acabado asumiendo la práctica totalidad de los partidos. Con 26 votos a favor, entre ellos los del PP y CiU, 15 abstenciones (del PSOE y otros grupos) y  un voto en contra (Amaiur), la reforma ha superado ya su primer trámite parlamentario en la comisión, aunque podrá sufrir nuevas enmiendas en el pleno.

Más poder para el Tribunal de Cuentas

La ley también reforzará el poder fiscalizador del Tribunal de Cuentas, al que se le concederán más herramientas para supervisar las cuentas de los partidos, que deberán ser colgadas en las páginas web de cada formación para que sean fácilmente accesibles, de forma gratuita, para los ciudadanos. Un paso de gigante en un campo en el que los partidos siempre han sido tremendamente reacios a suministrar información sobre sus cuentas o sobre el coste de sus campañas electorales. La ley, en este sentido, y también a instancias del partido de Rosa Díez, obligará a hacer públicos el balance y la cuenta de resultados, y, en particular, la cuantía de los créditos que les han sido concedidos, el tipo de entidad concedente y las condonaciones de deuda correspondientes a cada ejercicio, siempre, eso sí, después de que el Tribunal de Cuentas emita su informe correspondiente.

PP, PSOE y el resto de los partidos tendrán que notificar también al Tribunal toda donación que supere los 50.000 euros, así como las de bienes inmuebles. De hecho, cualquier donación aportada por personas jurídicas deberá ser notificada en un plazo máximo de tres meses.

Y para garantizar el funcionamiento de todos estos mecanismos de control, se refuerza también el papel sancionador del Tribunal, al que se da la potestad de imponer sanciones por infracciones muy graves y la multa podrá ser hasta el doble de la cantidad percibida “ilegalmente” por los infractores.

Para este año las fuerzas políticas percibirán una subvención estatal para gastos de funcionamiento de 65.883.000 euros mientras que para sufragar su seguridad recibirán 3.382.000 euros, cantidades a las que ya se les ha aplicado una reducción del 20&, tal y como había propuesto el Gobierno.

Los socialistas, por su parte, argumentaron su abstención  en el hecho de que se deje en manos de cada Gobierno, a través de los presupuestos generales del Estado, la asignación que percibirán los partidos. Una queja que también comparte CIU, que, pese haber votado a favor, podría abstenerse en la votación del pleno si no se llega a un acuerdo sobre este asunto. El PP, por su parte, mantiene la idea de que los partidos deben dar ejemplo a la sociedad siendo “los primeros en compartir los costes de la crisis”.