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Los mineros se ensañan con el PP y alejan una posible mediación con Madrid
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ATACADAS CINCO SEDES DEL PARTIDO EN ASTURIAS

Los mineros se ensañan con el PP y alejan una posible mediación con Madrid

La radicalización del conflicto de la minería ante la ausencia de posibles salidas a las protestas del sector del carbón ha puesto a prueba el débil

La radicalización del conflicto de la minería ante la ausencia de posibles salidas a las protestas del sector del carbón ha puesto a prueba el débil respaldo que desde el PP de Asturias se sostiene a las reivindicaciones de los trabajadores, después de que el martes por la mañana cinco sedes del Partido Popular de las comarcas mineras aparecieran con las lunas rotas y con pintadas en su exterior alusivas a la culpabilidad del Gobierno de Mariano Rajoy por la falta de diálogo.

Obviamente las agresiones no fueron reivindicadas por nadie, pero la presencia en algunas de estas sedes de piezas de carbón y algunas de las consignas escritas en los locales apuntan claramente hacia una dirección. Esta situación ha provocado el malestar entre los dirigentes conservadores hasta el punto de que algunos de sus responsables en las comarcas mineras han dejado ver que acciones de este tipo empañan las posibilidades de mediación que desde Asturias tratan de llevar a cabo con el Ejecutivo para encontrar una solución que satisfaga a las partes.

Desde el PP de Asturias se pone énfasis en señalar que las acciones contra sus sedes hay que achacarlas a "una minoría de vándalos". En privado, estos responsables son conscientes de la contradicción en que se encuentra su partido, ya que las reivindicaciones de la minería son sentidas en toda Asturias y son muchos los militantes del Partido Popular que instan a la dirección a considerar las peticiones de los trabajadores por su vinculación con la zona. Pero, por otra parte, los populares admiten que deben una obediencia lógicas a las directrices del Gobierno y, por tanto del partido, por lo que tienen que utilizar la discreción y tratar de intervenir de forma conciliadora.

En esta línea se inscribe la petición en la Junta Directiva Nacional del PP de la presidenta de la formación en Asturias, Mercedes Fernández, a Mariano Rajoy para buscar una solución, así como las gestiones que el senador Isidro Fernández Rozada realiza ante el Ministerio de Industria para encontrar un cauce de diálogo que tranquilice los ánimos. Estas gestiones, por el momento, son infructuosas y, pese a que el ministro del ramo, José Manuel, Soria volvió a repetir ayer por tercera vez que su departamento está abierto a la negociación, todavía no existe en el horizonte una cita entre las partes que pueda presagiar buenas noticias.

Esta falta de perspectivas es la que ha intensificado las protestas. No es la primera vez que las sedes del PP sufren las iras de los mineros. La pasada semana, después de una concentración de apoyo a las exigencias de los trabajadores, el local de esta organización en Mieres fue objeto de un masivo lanzamiento de huevos mientras desde el interior algunas personas grababan a los lanzadores.

La dirección 'popular', preocupada por las agresiones

Era el síntoma de que comenzaba a deteriorarse el clima imperante hasta la fecha. Pero las agresiones del martes por la mañana comienzan a preocupar a la dirección del PP y a salir al paso de las consecuencias que tales acciones puedan suponer para su propia actuación como partido de Gobierno interesado en hallar un remedio a la actual crisis.

Desde que se inició el conflicto indefinido, todos los días varias carreteras de la región y, especialmente, aquellas que vertebran la comunidad autónoma con territorios limítrofes son objeto de constantes cortes de trafico, en ocasiones de más de una hora que, además de colapsar la circulación provocan enfrentamientos entre trabajadores y fuerzas antidisturbios.

Comoquiera que los trabajadores utilizan, en numerosas ocasiones, tácticas de guerrilla urbana, consistentes en paralizar una carretera hasta que llegan los antidisturbios para, de una forma organizada, trasladarse a otra zona para seguir cortando el tráfico, la labor de las fuerzas de seguridad se hace muy complicada y en las ocasiones en que se producen enfrentamientos, éstos tienen lugar de manera muy virulenta.

Especialmente tensa fue la situación vivida en uno de los pozos mineros donde algunos de los trabajadores permanecen encerrados hasta que haya una solución. La Policía cargó contra los concentrados y los familiares de los mineros denuncian que llegaron a arrojar gases al interior de la explotación con el consiguiente peligro para la seguridad de la misma.

La falta de soluciones preocupa a todo el mundo, sobre todo después de que los sindicatos mineras hayan repetido hasta la saciedad que van a radicalizar sus posiciones. Para el lunes día 18 de junio, está convocada una huelga general en las cuatro comarcas mineras de Asturias (Caudal, Nalón, Narcea y Tineo) por los dos sindicatos mayoritarios y Comisiones Obreras sopesa extender este paro general a todo el territorio asturiano, aunque, por el momento, UGT prefiere esperar.

La radicalización del conflicto de la minería ante la ausencia de posibles salidas a las protestas del sector del carbón ha puesto a prueba el débil respaldo que desde el PP de Asturias se sostiene a las reivindicaciones de los trabajadores, después de que el martes por la mañana cinco sedes del Partido Popular de las comarcas mineras aparecieran con las lunas rotas y con pintadas en su exterior alusivas a la culpabilidad del Gobierno de Mariano Rajoy por la falta de diálogo.