MAFO ganará 11.000€ al mes durante dos años; si le hubieran cesado, no cobraría nada

Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que el próximo día 10 cesará a petición propia como gobernador del Banco de España (BE), cobrará 11.000 euros mensuales durante los dos próximos años (el 80% de su salario) como “compensación” por los servicios prestados. Si su cese hubiese sido iniciativa del Gobierno no tendría derecho a ninguna compensación económica.

El salario del gobernador del BE ha sido un secreto hasta que en junio de 2010 se vio obligado a hacerlo público a petición de varios grupos parlamentarios que criticaban el oscurantismo de su nómina pese a sus prolijas declaraciones a favor de la rebaja de salarios, la eliminación de los convenios de la cláusula de revisión salarial, y el aumento de la jubilación y del periodo de cálculo de la pensión. Su negativa a hacer públicas sus retribuciones incumplía la Ley 13/1994 de Autonomía del BE, que establece la obligación de informar del mismo a las Cortes Generales.

En ese momento cobraba 194.148 euros brutos anuales, que en junio de 2010 se redujo un 15%, como el resto de altos cargos, hasta los 165.026 euros al año (13.752 euros al mes). Un portavoz del BE confirmó ayer a este diario que esa sigue siendo su retribución a día de hoy. Su salario y el del resto del Consejo de Gobierno (subgobernador y seis consejeros) lo fija el Ministerio de Economía a propuesta de los propios beneficiarios.

La única condición que debe cumplir Miguel Ángel Fernández Ordóñez para cobrar el 80% de su salario es que mientra lo haga no puede ejercer ninguna actividad profesional relacionada con entidades de crédito o los mercados de valores. La paradoja es que si el Gobierno que tanto ha criticado su gestión le hubiese cesado no tendría derecho a ninguna “compensación”, según establece el artículo 26 de la ya mencionada Ley de Autonomía del BE, que dice literalmente que no le será abonada cantidad alguna“ cuando el cese se haya producido en virtud de separación acordada por el Gobierno”. 

Miguel Ángel Fernández Ordóñez tendrá también que declarar su patrimonio y actividades, así como las de su cónyuge e hijos dependientes, en el plazo de tres meses desde que deje el cargo. El mismo trámite que tuvo que cumplir al tomar posesión el 18 de julio de 2006 en sustitución de Jaime Caruana.

Su cese se produce tras numerosas críticas por no haber supervisado adecuadamente las cuentas de las entidades bancarias, atrapadas en un descomunal “agujero negro” por su alta exposición al ladrillo. El propio BE explica en su página web que “la función supervisora del Banco de España consiste en diseñar y aplicar sistemas de análisis de las entidades que ayuden a prevenir y que permitan reducir el número, importancia y coste de las eventuales crisis que puedan producirse”.