El conflicto de Gibraltar merma la lucha contra el narcotráfico y la inmigración en el Estrecho

La Guerra Fría de las fuerzas de seguridad de Gibraltar con los pescadores de la zona provoca flancos de seguridad sin cubrir:  la falta de vigilancia de la inmigración ilegal, la lucha contra el narcotráfico y las mafias en el Estrecho tras el recrudecimiento del conflicto desde hace una semana, según denuncian a El Confidencial fuentes de la Guardia Civil.

El Servicio Marítimo de la Guardia Civil funciona desde hace 20 años en la zona, punto caliente de delincuencia internacional. En España se incauta la mitad del hachís de todo el mundo, y la mitad de esta droga entra por la provincia de Cádiz, 158.000 kilos el año pasado. En los últimos años la tradicional ruta del hachís se ha utilizado para introducir también la cocaína.

“El último episodio de incidentes en Gibraltar es uno más de los tantos que se han producido, y no el más peligrosos. Ahora se están produciendo altercados, insultos y empujones; el conflicto sigue sin resolverse y eso provoca cansancio en todos. Cualquier día alguien va a saltar y con el acaloramiento puede pasar algo más grave”, señalan a El Confidencial fuentes de la Guardia Civil destacadas en el Estrecho de Gibraltar.

Como publicó ayer este diario, el Gobierno decididó reforzar la presencia de la Guardia Civil en esta zona de la provincia de Cádiz para hacer frente a la creciente tensión con el Reino Unido a causa del contencioso histórico de Gibraltar. Pero, al menos por ahora, se niega a movilizar a la Armada para proteger a los pescadores españoles, como exigió la Unión de Oficiales del instituto armado. La Guardia Civil de Algeciras precisa que harían falta entre 40 y 50 efectivos (un 40% más de los que existen actualmente) para garantizar completamente la seguridad en la zona mientras persista el conflicto de los pescadores en el que están implicados la Royal Navy y las fuerzas de seguridad.

El Confidencial ya adelantó en enero de 2010 la denuncia de un agente de la Guardia Civil que trabajaba en el Servicio Marítimo de Gibraltar sobre la falta de efectivos. “Hemos demandado un protocolo de cooperación. España y Gibraltar tienen que hablar y dialogar. ¿Tenemos que entrar en aguas gibraltareñas? Nuestros mandos  tienen que decirnos cuáles son los límites de nuestras aguas. Tiene que haber un acuerdo que tampoco vea mermada la soberanía y la seguridad. Lo que se demanda es que los narcotraficantes no anden a sus anchas”, explica a este diario.

En la etapa del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero no existían instrumentos, ni protocolo de actuación en el caso de un posible ataque a los pesqueros. El patrón tenía toda la responsabilidad, la difícil decisión de saber hasta dónde podría llegar. “Este Gobierno ha tomado la iniciativa de la frontera. Ahora la responsabilidad no es del último currito, desde Madrid se están mojando, pero la situación en el Estrecho de Gibraltar hay que conocerla muy bien, siempre es delicada”.