ETA se pone nerviosa ante la falta de 'avances' y pide ayuda a la UE

La banda terrorista ETA hizo público ayer un comunicado dirigido a la “Comunidad Europea” para que se implique en la solución definitiva al problema de la violencia. El texto trasluce su nerviosismo por la falta de avances desde que el 20 de octubre de 2011 anunciara el “cese definitivo” de los atentados en respuesta a la Declaración de Aiete, suscrita tres días antes por destacadas personalidades internacionales.

Contra la que es habitual, ETA remitió el comunicado a la agencia France  Press y no al diario abertzale Gara, para hacer hincapié en que el destinatario del mismo no es el Gobierno de Rajoy, sino las instituciones europeas, a las que dice que “tienen ante sí el reto de apoyar e impulsar el proceso abierto para dar una solución definitiva a este conflicto que perdura en el corazón de Europa”.

El contenido del comunicado viene a reafirmar lo anunciado por la Comisión Internacional de Verificación el pasado día 4 en Bilbao, donde compareció en rueda de prensa para comunicar que ETA estaba preparada para dialogar.

El texto hecho público ayer reivindica una vez más el diálogo con los gobiernos de España y Francia “para superar las consecuencias del conflicto”, en alusión a los presos y exiliados; y entre los partidos políticos vascos “para lograr acuerdos que ayuden a crear una situación de paz estable y duradera”.

Tanto la banda como la izquierda abertzale han defendido tradicionalmente la intervención de mediadores e instituciones internacionales como observadores de los contactos con el Ejecutivo. Un ejemplo fue el centro Henri Dunant durante el frustrado proceso de paz con el último Gobierno de Rodríguez Zapatero.

La banda no ve avances

Siete meses después del comunicado en el que anunciaba que dejaba de matar, de emplazar a los gobiernos español y francés a entablar un diálogo directo, y de la intervención de destacados mediadores internacionales, entre ellos el ex secretario general de la ONU, Kofi Annan, ETA expresa su decepción por la falta de avances. Muy al contrario, la banda ha visto cómo el Tribunal Supremo confirmaba la condena de la Audiencia Nacional al líder abertzale Arnaldo Otegi, aunque la rebajó de 10 a 8; el aval del Tribunal Constitucional a la “doctrina Parot”, que prolonga la prisión para los reclusos con varios delitos, y aún no se ha pronunciado sobre la legalización de Sortu a escasos meses de las elecciones autonómicas.

El único guiño lo ha dirigido el Gobierno a los presos de la banda, una de las “patas” en la que ya se sustentó la lucha antiterrorista en la anterior legislatura, con la excarcelación de algunos internos gravemente enfermos, el acercamiento de otros y la concesión de una libertad condicional en aplicación de un confuso y difuso “Programa para el Desarrollo de la Política Penitenciaria de Reinserción Individual en el marco de la Ley” presentado por el Ministerio del Interior fechas atrás.

El comunicado advierte al Gobierno de que “demorar la solución no es beneficioso para nadie y, además de alargar el sufrimiento, puede generar situaciones de bloqueo perjudiciales”.

Salvo la izquierda abertzale, todos los partidos respondieron ayer a la banda recriminando que pretenda marcar el calendario político y la emplazaron a anunciar su disolución como paso previo para un futuro proceso de diálogo. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que respondió ayer en el pleno del Congreso a una interpelación de Amaiur sobre la dispersión de los presos de ETA, respondió al comunicado de ETA diciendo que “para entregar las armas no hace falta el diálogo”.