Es noticia
El batallón andaluz de Rubalcaba se rebela contra la designación de Griñán como presidente
  1. España
EL NUEVO LÍDER DEL PARTIDO PONE FIRME AL PRESIDENTE ANDALUZ

El batallón andaluz de Rubalcaba se rebela contra la designación de Griñán como presidente

La decisión de Rubalcaba de darle la Presidencial del partido a José Antonio Griñán ha causado un fuerte malestar en los adversarios internos del presidente de

Foto: El batallón andaluz de Rubalcaba se rebela contra la designación de Griñán como presidente
El batallón andaluz de Rubalcaba se rebela contra la designación de Griñán como presidente

La decisión de Rubalcaba de darle la Presidencial del partido a José Antonio Griñán ha causado un fuerte malestar en los adversarios internos del presidente de la Junta, aunque finalmente ha primado la necesidad de no profundizar en la división  que sufre el partido en Andalucía, a pocas semanas ya de las elecciones autonómicas. Sin embargo, a lo largo de la madrugada en la que se ha venido negociando la composición del máximo órgano del partido, han sido varios los intentos de hacer llegar a Rubalcaba lo inconveniente que, a juicio de algunos de sus partidarios en Andalucía, es que el principal mentor de la campaña contra sus fieles se vea premiado ahora con la Presidencia.

A pesar de que Griñán asegura que es un “honor” para él ocupar el cargo que anteriormente ostentaba Manuel Chaves, a nadie escapa que la decisión de Rubalcaba de situarlo en la Presidencia del partido, un cometido de perfil institucional y sin poder ejecutivo, tiene que ver con la necesidad de no presentar su fracaso en el congreso como una rémora ante la próxima campaña electoral. A su llegada este domingo a la sede del cónclave socialistas, Chaves ha asegurado que está satisfecho con que "sea un andaluz el que presida el partido", y ha destacado que se conformado una "Ejecutiva de integración, fuerte y sólida".

En cualquier caso, la presencia de los partidarios de Griñán en la nueva ejecutiva es prácticamente nula. Gaspar Zarrías, uno de los azotes del actual presidente de la Junta, sigue como principal referente ejecutivo entre los andaluces en el máximo órgano del partido. Y los tres vocales andaluces, la malagueña María Gámez, y los alcaldes de Lebrija y La Rinconada, María José Fernández y Juan Fernández, respectivamente, son reconocidos partidarios del nuevo secretario general. Sólo la granadina Mar Villafranca, directora del Patronato de la Alhambra, que entra como secretaria de Educación y Cultura, se puede considerar cercana a Chacón. 

Fuera del máximo órgano han quedado los rubalcabistas “duros” de Andalucía, protagonistas de algunas de las crisis más virulentas que se han producido en esta federación, como José Antonio Viera, secretario provincial de Sevilla, o González Cabaña, de Cádiz.

Rubalcaba pretende tomar el control en Andalucía

El triunfo de Rubalcaba en el 38 congreso federal supone el hundimiento de José Antonio Griñán dentro del partido, y el control del PSOE-A por parte del nuevo secretario general, que ya ha advertido al presidente andaluz lo que le espera a partir del lunes: “Pepe, a ti, ni te cuento”. Es una forma de poner firmes a quien trató de cubrirse con la “neutralidad activa”, y de decir quién manda a partir de ahora en la mayor federación del partido. Rubalcaba está dispuesto a coger las riendas del PSOE-A, que es donde ha encontrado la más fuerte y decidida oposición a su reto de conseguir la secretaría general, y la excusa va a ser la proximidad de las elecciones autonómicas.

La dirección del PSOE en Andalucía ha jugado fuerte y ha perdido, y aunque Griñán aseguraba tras el triunfo de Rubalcaba que no se siente debilitado, tanto él como su mano derecha, Susana Díaz, están sentenciados. Éste es en líneas generales el sentimiento que discurre por los ambientes después del triunfo del nuevo líder. La primera medida será el control del partido en Andalucía por parte de la nueva dirección nacional, y la excusa es la necesidad acuciante que tiene Rubalcaba de no pinchar en su primera salida al ruedo: las elecciones andaluzas. Si la nueva ejecutiva del PSOE fracasa el 25 de marzo, el partido y con él Rubalcaba se enfrentarán a un erial político con un mapa nacional controlado a todos los niveles por el PP. A partir de ahí, el nuevo secretario general tendrá una primera derrota que anotar en su haber como líder del partido, y un futuro incierto sobre decenas de miles de militantes que quedarán a la intemperie pululando por la casa del pueblo.

Zarrías empuja y habla de integración

De momento, el sector afín a Rubalcaba en Andalucía no ha querido mostrar su perfil más duro. Todos hablan de integración, desde Gaspar Zarrías a Luis Pizarro, hombre clave del clan de Chaves. Zarrías se erigía tras el triunfo de Rubalcaba en una especie de portavoz oficioso del nuevo secretario general garantizando integración a los partidarios de la candidatura derrotada, y buscando así un puesto de relevancia en el nuevo equipo del ganador.

La aparente prudencia de los partidarios de Rubalcaba tiene su explicación. A partir del lunes, lo que se abre en el PSOE de Andalucía es la composición de las candidaturas a las elecciones autonómicas. El sector de Rubalcaba aspira a conseguir una buena cuota de presencia en las listas, sobre todo en provincias como Sevilla, Cádiz y Jaén. Y mientras haya posibilidades de lograrlo, el flanco del nuevo secretario general estará apostado en la trinchera.

A Griñán le disputarán el liderazgo en el partido

Sin embargo, lo que nadie duda ya es de que José Antonio Griñán tiene los días contados al frente del PSOE de Andalucía y con él su mano derecha, Susana Díaz. Si las elecciones del 25M terminan en fracaso para el PSOE, Rubalcaba podría adelantar la celebración de un congreso extraordinario en Andalucía a partir del cual se cambiara la dirección actual, que ha quedado quemada en su apuesta del 38 congreso, por un nuevo equipo. Las filias y fobias en el PSOE de Andalucía son tan coyunturales como acuciante sea la necesidad de los militantes, y muchos de los que hasta ahora se declaraban partidarios de Chacón o insinuaban serlo, empezarán su propia reconversión hacia la sensibilidad dominante.

En el plano institucional, el congreso federal ha dejado al PSOE-A muy tocado. La mayoría de los consejeros del Gobierno andaluz, empezando por la consejera de Presidencia, Mar Moreno, se habían pronunciado a favor de Chacón e incluso habían hecho campaña. A partir de ahora, también ellos tendrán que cambiar su propia sensibilidad y conducirse con prudencia en las escasas semanas que les queda en el ejecutivo andaluz.

La única baza que existe a favor del sector que representa Griñán es la compleja situación en la que se encuentran sus oponentes. José Antonio Vira, ex consejero de Empleo, puede llegar a estar imputado en el caso de los ERE; sobre Gaspar Zarrías también pesan sospechas relacionadas con este escándalo, y Manuel Chaves, mentor del clan de Cádiz y del propio Zarrías, está a expensas de saber qué quiere Rubalcaba de él.

La decisión de Rubalcaba de darle la Presidencial del partido a José Antonio Griñán ha causado un fuerte malestar en los adversarios internos del presidente de la Junta, aunque finalmente ha primado la necesidad de no profundizar en la división  que sufre el partido en Andalucía, a pocas semanas ya de las elecciones autonómicas. Sin embargo, a lo largo de la madrugada en la que se ha venido negociando la composición del máximo órgano del partido, han sido varios los intentos de hacer llegar a Rubalcaba lo inconveniente que, a juicio de algunos de sus partidarios en Andalucía, es que el principal mentor de la campaña contra sus fieles se vea premiado ahora con la Presidencia.

José Antonio Griñán Alfredo Pérez Rubalcaba