Es noticia
El PP confía en mejorar resultados en Asturias hasta forzar la marcha de Cascos
  1. España
GÉNOVA BUSCA HUECO PARA QUE RAJOY ESTÉ EN LA CAMPAÑA

El PP confía en mejorar resultados en Asturias hasta forzar la marcha de Cascos

Francisco Álvarez-Cascos ha pillado por sorpresa al Partido Popular con la convocatoria de nuevas elecciones autonómicas en Asturias. Pero se lo jugará todo, cargo incluido, el

Foto: El PP confía en mejorar resultados en Asturias hasta forzar la marcha de Cascos
El PP confía en mejorar resultados en Asturias hasta forzar la marcha de Cascos

Francisco Álvarez-Cascos ha pillado por sorpresa al Partido Popular con la convocatoria de nuevas elecciones autonómicas en Asturias. Pero se lo jugará todo, cargo incluido, el 25 de marzo en su examen ante unos ciudadanos obligados a pronunciarse por tercera vez en solo 10 meses sobre la pelea del centro derecha en el Principado. “Falta por ver cómo le sienta al electorado el adelanto de Cascos”, reconocen en el PP ante el órdago de su ex secretario general, que si no gana con más claridad que en mayo tendrá que irse.

La dirección del PP no estaba preparada para otra cita con las urnas que no fuera la de los comicios autonómicos andaluces, y para eso estaba Javier Arenas consagrado. El aparato electoral está medio desmontado y con sus antiguos responsables en otras funciones, en el Gobierno y en el grupo parlamentario. Sólo queda en Génova el secretario de organización, Juan Carlos Vera.

En Asturias, la abultada derrota de los comicios autonómicos de mayo tampoco permitió que se consolidara la autoridad de la candidata, Isabel Pérez-Espinosa. La vieja guardia de los populares asturianos, los enemigos de Cascos como Gabino de Lorenzo y Ovidio Sánchez, son ahora, respectivamente, delegado del Gobierno en el Principado y portavoz de Industria del Grupo Popular en el Congreso. La dirección regional está desmantelada de hecho.

Francisco Álvarez-Cascos dio el golpe por sorpresa de convocar elecciones porque no tenía apoyo para sacar adelante su proyecto de presupuestos, ni quería rehacerlos, pero muy a sabiendas de la situación del PP. Llevaba tan en secreto la decisión del adelanto que dos días antes no lo conocían ni la mayoría de sus consejeros.

En fuentes del PP en Madrid dan por hecho que su nueva cabeza lista será Mercedes Fernández, aunque acabe de volver a la política nacional y de aterrizar en la dirección del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso después de ir de número uno por Asturias en las últimas elecciones generales y quedar como la candidata más votada. Pero no está confirmado oficialmente, porque a la elegida le ha pillado a contrapié: se tiene que mentalizar de que debe enfrentarse (y cara a cara) con su antiguo mentor Álvarez-Cascos; por otra parte, a la sustituida Pérez Espinosa habrá que compensarla de alguna forma con cargo. Fernández hasta estuvo cerca de Foro Asturias en el momento de la escisión.

Los populares, seguros de mejorar resultados

Después de la sorpresa, en el PP han empezado a calcular posibilidades y fijar objetivos y no lo ven tan mal. Lo más complicado -dicen- será hacer hueco en la agenda de Mariano Rajoy para que compatibilice sus labores de presidente del Gobierno con la prevista presencia en Andalucía para las elecciones autonómicas y, al mismo tiempo, acuda a Asturias. Y todo acoplado en un mes de marzo que el Gobierno iba a dedicar a poner las bases de los Presupuestos Generales del Estado una vez acometidas las primeras reformas económicas y laborales.

En fuentes de la dirección del PP dan por descontado que mejorarán y mucho los resultados obtenidos en mayo en Asturias: se quedaron entonces con sólo el 20% de los votos y 10 escaños, por detrás de Foro Asturias (29,7% y 16 escaños) y del PSOE (29,7% y 15 escaños). Pero tampoco está claro que aspiren a llegar a la victoria lograda seis meses después, en las generales, cuando subieron hasta el 35,4% de los votos frente al 14,7 de Foro Asturias.

Las cifras cantan: el PP y FAC se reparten el 50% del electorado asturiano, el trasvase es evidente y el voto intercambiable. La cuestión es si en la nueva cita cala más entre esos mismos electores la idea de que la culpa del adelanto la tiene Cascos por no saber o no querer negociar los presupuestos, o si el responsable es el PP por impedir gobernar a su ex secretario general.

El fracaso de FAC en las generales (pasó al tercer puesto y se quedó a 1,5 puntos de IU) hace que en el Partido Popular tengan esperanzas de quedar ellos por delante. Un empate técnico y con un número de escaños parecido de las dos fuerzas políticas (alrededor de 12 en una Cámara de 45) dejaría en muy mal lugar a Cascos.

Foro Asturias está obligado a superar los 16 diputados obtenidos en mayo y, de cualquier forma, tendría que volver a negociar al día siguiente con el PP. Está descartada la mayoría absoluta. Visto lo poco que tiene que ganar y lo mucho que perder, en Génova empiezan a pensar que su ex dirigente se prepara para una retirada. “Prefiere irse antes que gobernar a base de negociaciones o pactos”, repiten. No le ven en nuevas negociaciones para formar gobierno, creen que dejaría el puesto.

Álvarez-Cascos recogió 177.000 votos en las autonómicas de mayo y perdió casi la mitad en noviembre: exactamente se quedó con 92.000. El recorrido electoral del PP en Asturias es el contrario. La abstención puede ser muy alta por motivos obvios de cansancio y frustración ciudadana ante los terceros comicios en menos de un año. Decidirá el factor fidelidad y se pondrá a prueba si el otro ingrediente clave en mayo, la personalidad arrolladora de Álvarez-Cascos, mantiene el tirón en las urnas.

Francisco Álvarez-Cascos ha pillado por sorpresa al Partido Popular con la convocatoria de nuevas elecciones autonómicas en Asturias. Pero se lo jugará todo, cargo incluido, el 25 de marzo en su examen ante unos ciudadanos obligados a pronunciarse por tercera vez en solo 10 meses sobre la pelea del centro derecha en el Principado. “Falta por ver cómo le sienta al electorado el adelanto de Cascos”, reconocen en el PP ante el órdago de su ex secretario general, que si no gana con más claridad que en mayo tendrá que irse.

Francisco Álvarez Cascos