Es noticia
“Estoy convencido de que ETA ha echado la persiana”
  1. España
ENTREVISTA 20N: ANTONIO BASAGOITI, PRESIDENTE DEL PP VASCO

“Estoy convencido de que ETA ha echado la persiana”

Antonio Basagoiti (Madrid, 1969) representa las posiciones más dialogantes y conciliadoras del PP en la política vasca. En 2009, cuando su partido le tiraba los trastos

Foto: “Estoy convencido de que ETA ha echado la persiana”
“Estoy convencido de que ETA ha echado la persiana”

Antonio Basagoiti (Madrid, 1969) representa las posiciones más dialogantes y conciliadoras del PP en la política vasca. En 2009, cuando su partido le tiraba los trastos a la cabeza al presidente Rodríguez Zapatero por la política antiterrorista, él alcanzó un acuerdo con los socialistas vascos para llevar a Patxi López a la lehendakaritza. Recuerda los años de plomo, cuando ETA asesinaba a un concejal popular cada mes, pero mira al futuro con esperanza, convencido de que, esta vez sí, la banda terrorista no volverá a asesinar. La entrevista se celebra en su despacho de la Gran Vía bilbaína, un bunker que recuerda a los años de plomo.

¿Qué cosas ha hecho desde que ETA dijo que dejaba de matar que antes no podía hacer?

Pues, por ejemplo, he salido de casa sin avisar a los escoltas. Antes lo hacía en ocasiones, de forma puntual, y tenía la sensación de que me escapaba de clase; ahora lo he hecho sin remordimientos.  

¿Esperaba que la banda anunciara el "cese definitivo" de la violencia?

El rumor estaba muy extendido y esa mañana me llamó Rodolfo Ares (consejero de Interior del Gobierno vasco) para decirme que, casi con toda seguridad, ETA haría público el comunicado esa misma tarde. Había dos posibilidades, que fuese como siempre, o que ETA diese algún paso más, como ha sido el caso. Estaba aquí, en el despacho, y cuando se confirmó hablé con Rajoy. La clave no era el término definitivo, sino que no condicionaba el fin de la violencia a una negociación sobre lo que llama causas del conflicto. Enseguida tuve la imagen gráfica de que bajaban la persiana.

¿Y se lo cree? ¿Cree que, esta vez sí, estamos ante el fin de la banda?

Creo que sí bajan la persiana, pero no por su bondad, porque hayan visto la luz, sino porque no tienen otra salida. La eficacia policial, las decisiones judiciales y la colaboración internacional les complican mucho la existencia y sus expectativas de alcanzar alguna de sus metas, y se han visto obligados a cambiar de registro. Por eso es más creíble este comunicado que el de 2006 o el de 1998, porque ahora están en una situación bastante más complicada.

Me sorprendió que Mariano Rajoy dijera que el fin de la violencia no había tenido concesiones políticas, cuando el PP ha afirmado lo contrario durante mucho tiempo. ¿Participó usted en la redacción?

Yo he tenido que ver porque llevábamos varios días hablando un poco de la línea que debía tener la declaración, pero no tengo nada que ver con la redacción, como tampoco intervino Rajoy en la que yo hice en el País Vasco. Comprendo lo que quiere decir Mariano Rajoy con que no ha habido concesiones, y tiene toda la razón del mundo, porque ETA lleva 50 años asesinando para conseguir la independencia, el socialismo, la autodeterminación y la territorialidad, y de todo eso no ha conseguido nada. Si nos metemos en otro plano, de si ha habido enredos con ETA, pues los ha habido, pero lo que son concesiones no se las ha dado ni Felipe González, ni Aznar ni Zapatero.

En la primera legislatura el discurso que tuvo en el PP fue muy duro, con muchos mensajes de que el Gobierno traicionaba a las víctimas, de que España se rompía.

Fueron mensajes adecuados en ese momento. La posición del PP tuvo que ser la que fue, porque si no llegamos a ser tan firmes habrían metido la pata más de lo que la metieron en esa negociación (en alusión al proceso de paz de 2006).

Las declaraciones de Mayor Oreja diciendo que el País Vasco se va a convertir en Kosovo o de Esperanza Aguirre cuando afirmó que el anuncio de cese definitivo era mentira han ido en la línea opuesta a Mariano Rajoy. Me parece que tiene el enemigo en casa.

Creo que Jaime Mayor Oreja hace más un diagnóstico que una propuesta, y es que hay riesgos, que van a querer utilizar la fuerza que acumulen con la bandera de la paz para su proyecto de ruptura. Son verdad los riesgos de que habla Mayor Oreja, pero mi función es otra; es pelear para que no se vuelva a producir nada igual. Todo el mundo comparte que es una buena noticia que digan que no asesinan y que bajan la persiana, aunque no nos podemos conformar, tienen que liquidar el negocio. Además, no se puede pretender que en un partido como el PP todo el mundo diga lo mismo, no somos una secta.

Pero quienes opinan son dirigentes del partido y lo hacen sobre uno de los problemas más graves que ha sufrido este país,

Pero todos coincidimos en un punto fundamental, que ETA no puede tener premio político, ni por asesinar ni por dejar de hacerlo, que es donde más pone el acento Mayor Oreja, y todos coincidimos en que la mejor garantía para que ETA no tenga la aspiración de conseguir las metas es que gobierne el PP. Es el diagnóstico de Mayor Oreja, y a mí me parece bien que la gente diga lo que piensa. 

¿Aunque sea para llevar la contraria a Mariano Rajoy?

Me imagino que lo habrá hablado y Rajoy le habrá dicho su postura. Pero yo no voy a hacer ninguna crítica ni a Mayor Oreja ni a Esperanza Aguirre. La historia de ETA es muy dura y cada uno tiene derecho a reaccionar como le apetezca, pero lo cierto es que la línea la marca Rajoy, como en su día lo hizo Aznar, y como en el futuro lo hará quien venga. 

¿Qué efecto electoral cree que va a tener el fin de la violencia?

Lo normal es que Amaiur tenga un apoyo importante por el anuncio y porque algunos discursos políticos precipitados hablando de las causas del conflicto, de sus consecuencias, de los presos, les van a ayudar. La subida les va a venir de la competición que tiene con el PNV, que está jugando a ver quién es más soberanistas, y en estos casos el original suele ganar a la fotocopia. Entre el PSE y el PP, quizá pueda tener mejor imagen el lehendakari porque el cese definitivo de la violencia ha sido en su tiempo, pero me da lo mismo, porque es mucho más importante que ETA que lo deja y hacerla desaparecer por completo que sacar un escaño más o un escaño menos. Eso es secundario.  

Pueden subir tanto que hasta podrían tener grupo parlamentario propio en el Congreso.

Puede, porque entre la campaña previa de que han traído la paz y la campaña posterior todo el mundo está haciendo héroes a los “rufis” de turno. A corto plazo Amaiur será prudente para que nadie se asuste en Madrid ni en el resto de España, pero en la medida en que su “primo” no tenga ya las pistolas hará que se vayan desinflando. Quiero verlos sin amenazar, sin coaccionar en un pueblo, en un barrio, en una mesa electoral. Por eso digo que este es el momento de hacer un relato justo y equilibrado de lo ocurrido. Si ahora quedara en la sociedad vasca la imagen de que lo que hizo ETA no estuvo mal, que no es reprochable, no descarto que en diez años otros cojan las armas para hacer cosas parecidas, o que haya una escisión en ETA que quiera ir a por más.  

¿Abordará Rajoy el acercamiento de los presos etarras si gana el 20N?

Voy al fondo de la cuestión y es que la dispersión tiene sentido para evitar que ETA tenga a sus presos agrupados y controlados, pero si ETA desaparece por completo, no solo que anuncie que deja las armas, me imagino que eso cambiaría; pero para llegar a esa situación tiene que pasar un tiempo y, desde luego, no es una propuesta del PP. A día de hoy la dispersión tiene sentido y va a seguir teniendo sentido mientras ETA exista.

El Gobierno de Aznar acercó presos durante la tregua de 1998.

Hay que aprender de los errores. Durante la tregua de 1998 se llevó a cabo un acercamiento de presos. ¿De qué sirvió?  De nada; por eso no se puede repetir el mismo esquema en 2011. Ahora hay que tener la garantía absoluta de que ETA desaparece por completo y después, en el marco de la ley, a lo mejor pueden estar en otra cárcel, pero me parece lo fundamental en este momento.

Con un País Vasco sin violencia supongo que se acaba también la política de frentes: nacionalistas por un lado y no nacionalistas por otro.

La transversalidad no va a ser posible a corto plazo porque hay una pugna muy fuerte entre los nacionalistas, que van a defender posiciones radicales para intentar competir. A medio plazo, cuando ETA pase a ser parte de la historia y haya libertad plena para que cada uno defienda sus ideas políticas puede haber más coincidencias. Queda que se resuelva la disputa nacionalista, que la libertad se asiente y se equilibre el peso de cada partido, que ha estado condicionado, se quiera o no reconocer, por la amenaza terrorista y la falta de libertad.

¿En ese nuevo escenario el socio natural del PP sería el PNV?

El PP vasco es un partido de centro derecha. Podría ser el PNV o podría ser PSE, lo que nunca podría ser es Batasuna. Somos los únicos que no tenemos intereses con la izquierda abertzale, ni por la parte nacionalista ni por la parte de izquierda. El PP puede pactar con el PNV y con el PSE, y puede llegar a acuerdos puntuales con otros. Es algo que defenderé en este partido a capa y espada, pero para que eso sea natural aún queda un camino que recorrer.  

Si Rajoy no consigue la mayoría absoluta tendrá que pactar con los nacionalistas.

Y si la tiene, Rajoy tiene que llegar a acuerdos con los demás para hacer frente a la crítica situación económica que vivimos. Hay que llegar a pactos de Estado con el PSOE y hay que solucionar temas con CiU y el PNV.

¿A quién ve como ministro del Interior para gestionar la disolución de ETA?

No lo sé, pero me rebelo contra el binomio vasco-Interior, catalán-Industria  y madrileño-Fomento. En el PP vasco hay gente muy capacitada para estar en Justicia, o ser ministro de Economía, o de Industria.

Haga una sugerencia.

Rajoy tendrá en la cabeza quien quiere que sea y acertará

Me va a decir que no, pero le hago igualmente la pregunta, ¿le gustaría ser ministro?

Tengo una obligación en el País Vasco. ¡Si solo llevo dos años y medio como presidente del PP!, ¡si solo me he presentado una vez de candidato a lehendakari! Mi vocación política está aquí, no en la Carrera de San Jerónimo.

Antonio Basagoiti (Madrid, 1969) representa las posiciones más dialogantes y conciliadoras del PP en la política vasca. En 2009, cuando su partido le tiraba los trastos a la cabeza al presidente Rodríguez Zapatero por la política antiterrorista, él alcanzó un acuerdo con los socialistas vascos para llevar a Patxi López a la lehendakaritza. Recuerda los años de plomo, cuando ETA asesinaba a un concejal popular cada mes, pero mira al futuro con esperanza, convencido de que, esta vez sí, la banda terrorista no volverá a asesinar. La entrevista se celebra en su despacho de la Gran Vía bilbaína, un bunker que recuerda a los años de plomo.