El Ayuntamiento de Burgos no cobra el alquiler a dos bares desde hace más de diez años

El Ayuntamiento de Burgos no cobra el alquiler, ni el agua ni la luz de dos bares de la localidad desde 1995 y 2000 respectivamente. El equipo de Gobierno, que asegura no saber qué ha pasado para que se produzca esta irregularidad, ha abierto una Comisión de Investigación para aclarar lo sucedido y analizar la situación de otros doce inmuebles municipales más alquilados por el Consistorio y que podrían encontrarse en la misma situación de impago.

 

El primer caso que saltó a la luz fue el de la Cafetería Espolón, cuyo arrendatario debía al Consistorio el alquiler del local, la luz, el agua y la terraza desde el año 2000. Salvador de Foronda, concejal de Hacienda, cifró la deuda total en unos 600.000 euros. El Ayuntamiento ha presentado una demanda para exigir el dinero y solicitar el desahucio inmediato del local para poder iniciar un nuevo procedimiento y alquilar las dependencias.

 

Pese al desconcierto que ahora muestra el Ejecutivo municipal, la Consejería de Hacienda y Patrimonio alertó en 2008 a los responsables locales en un informe que advertía que el arrendatario del citado bar “no ha realizado el pago de ninguna mensualidad”. Por entonces, la cantidad ascendía a 190.520 euros, pero el Consistorio nunca reclamó el alquiler.

 

Días después de salir a la luz el conocido como ‘caso Espolón’, se descubrió que en otro local, el bar de la Casa de Cultura de Gamonal, su arrendatario gestiona las instalaciones municipales desde 1995 sin contrato, a pesar de que en estos 16 años se ha sacado a concurso dos veces, quedando siempre desierto.

 

Aunque al principio se mostró reacio a explicar lo sucedido, tras el revuelo provocado, Javier Lacalle, alcalde de Burgos, y su equipo de Gobierno dará a conocer todos los informes que realice la Policía Administrativa sobre estos dos inmuebles y otra docena de locales que se encuentra bajo sospecha. El Consistorio está comprobando si hay contratos en todos los casos, si están en regla y si sus arrendatarios pagan todos los suministros.

 

Burgos arrastra una deuda de 160 millones de euros 

 

Los vecinos de Burgos reclaman que de ese análisis interno se analice qué soporte ha fallado para que un empresario consiga no pagar un alquiler durante tantos años en un municipio que arrastra una deuda de 160 millones de euros.

En la ciudad, todavía consternada por lo sucedido, nadie entiende por qué ni PSOE, cuando estaba en el gobierno, ni PP, cuando heredó la Ejecutiva, han pedido cuentas al arrendatario de un establecimiento que no ha abonado ni siquiera la primera mensualidad. El objetivo del alcalde, 16 años después del primer impago, es evitar que el caso se repita en el futuro.