Zapatero trata de frenar la sangría de votos del PSOE con una nueva campaña mediática

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afronta el nuevo año con la firme determinación de volver a la palestra pública para achicar la enorme distancia de hasta 18 puntos que, según los últimos sondeos, separa al Partido Popular del PSOE.  Con la vista puesta en las próximas elecciones municipales y autonómicas de mayo, y ante lo que se avecina como una gran marea popular que puede provocar vuelcos electorales en comunidades históricamente gobernadas por los socialistas, el líder del Ejecutivo ha decido asumir una mayor presencia mediática y aumentar su participación en actos de partido para intentar taponar la drástica sangría de votos que auguran las encuestas.

La entrevista del pasado martes en Onda Cero con Carlos Herrera, en la que Zapatero aseguraba que su sucesión no dependerá del resultado de su partido en las próximas elecciones autonómicas, ha sido el primer paso en su empeño por volver a asumir un mayor protagonismo político. Y todo, después de que en los últimos meses haya sido el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien se haya hecho omnipresente en entrevistas, ruedas de prensa y actos de partido. Algo que solo ha acrecentado los continuos rumores que le sitúan como el favorito para sustituir a Zapatero como cabeza de cartel de las próximas generales.

El siguiente paso de este nuevo road show mediático se podrá ver el próximo lunes en la entrevista que Zapatero concederá a la directora de informativos de Antena 3, Gloria Lomana. Desde La Moncloa apuntan que la entrevista estaba cerrada desde hace meses, aunque confirman que el presidente sí va a redoblar sus apariciones en medios y actos de partido para centrar el debate en la política nacional e intentar elevar la moral de las deprimidas bases socialistas. Y es que, otro de los resultados que destacan las últimas encuestas es el ascenso de formaciones como Izquierda Unida, que podría experimentar un alza de 2´6 puntos hasta situarse en el 6,4% de los votos.

Zapatero, que ya  ha asumido que va a emprender las reformas económicas y sociales que considera necesarias, le cueste lo que le cueste, se centrará ahora en protagonizar un ejercicio de pedagogía política sobre las medidas que ha tomado. Una misión de mayor presencia pública que Zapatero emprende en plena precampaña, cuando muchos auguraban que mantendría un perfil bajo para no dañar las expectativas electorales de los barones socialistas.

Hay que recordar que, según las últimas encuestas publicadas esta misma semana, la diferencia que separa al PSOE del Partido Popular de Mariano Rajoy parece casi insalvable. Según el sondeo de Sigma Dos para El Mundo, si hoy se celebraran elecciones, Rajoy superaría en 18,4 puntos al candidato socialista al obtener el 48,7% de los votos, frente al 30,3 del PSOE. Mientras, la encuesta de NC Report para La Razón reduce levemente la diferencia a 17,63 puntos y concede al PP el 48,02% de los sufragios, frente al 30,39 de los electores que votaría al PSOE. Sea como fuere, ambas encuestas vaticinan unos resultados que serían mejores incluso que los que obtuvo Felipe González en 1982.