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Sarkozy defiende en el Congreso la presencia de España en el G-20
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SE CREARÁ UN ESTADO MAYOR BILATERAL CONTRA ETA

Sarkozy defiende en el Congreso la presencia de España en el G-20

No decepcionó. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, desplegó un discurso claro y directo en el Congreso, y se ganó una gran ovación de diputados y senadores,

Foto: Sarkozy defiende en el Congreso la presencia de España en el G-20
Sarkozy defiende en el Congreso la presencia de España en el G-20

No decepcionó. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, desplegó un discurso claro y directo en el Congreso, y se ganó una gran ovación de diputados y senadores, a quienes se metió en el bolsillo con su rotunda defensa de la presencia de España en el G-20, así como con su nítido compromiso para acabar con ETA. “No hay que elegir, es un deber, y no podemos decirle a España que cumpla con sus obligaciones internacionales y después, por razones de costumbre, decir que no dispone del escaño al que tiene derecho. España tiene que formar parte [del G-20]”, sentenció Sarkozy.

 

El presidente francés abordó las materias fundamentales que definen las relaciones bilaterales: lucha antiterrorista, economía, infraestructuras y energía. Pero se atrevió también a revisar el historial de desencuentros que acompañan a España y Francia. Desde el rechazo de los agricultores franceses a la entrada de productos españoles, a la invasión napoleónica, pasando por los momentos en que los galos fueron complacientes con el terrorismo de ETA. Para Sarkozy, la época de los recelos ha quedado atrás, así como la ambigüedad en cooperación económica y policial.

Sarkozy anunció la creación de u n “Estado Mayor” para la seguridad, formado por España y Francia, para luchar conjuntamente contra todas las formas de terrorismo y delincuencia organizada, especialmente el tráfico de drogas, que acaba por “nutrir” a los terrorismos. “España y Francia van a estar a la vanguardia de esta lucha”, aseguró. El presidente francés expresó con contundencia su respaldo a España para derrotar a ETA, sea cual sea el color del Gobierno español. “Francia perdería su honor si fuera refugio de terroristas”, sostuvo, y animó a PSOE y PP a mantener una voz común frente a ETA, porque cuando eso sucede, indicó, “Europa admira a la democracia española”.

El temperamento político de Sarkozy se ha fijado como objetivo derribar la barrera que los Pirineos suponen para la conexión energética y de transporte entre ambos países. El presidente galo insistió en que las grandes ciudades deben estar conectadas por alta velocidad, y puso el ejemplo del ferrocarril que dentro de tres años unirá Barcelona con Lyon. Asimismo, abogó por establecer la línea de alta tensión a través de los Pirineos. Exasperado por las eternas declaraciones de principios que desde hace décadas presiden esta materia, sin que haya resultados patente, Sarkozy exclamó que el tiempo en que no había voluntad política para crear infraestructuras “se ha acabado”.

Sarkozy exhibió una vez más su discurso pragmático, dispuesto a ser considerado un político del siglo XXI, que ha roto con la confrontación clásica de izquierda y derecha, y que aspira a persuadir la voluntad de una mayoría. Su discurso europeísta (“yo voté sí en un país que dijo no”) contiene también una defensa de nacionalista de los intereses la Unión Europea. El presidente francés desencadenó los aplausos de los diputados y senadores al abogar por que se proteja a los agricultores europeos como Estados Unidos protege a los suyos; o por que se vete la entrada de productos fabricados en países cuya industria no cumple con los mismos requisitos de calidad medioambiental y seguridad que se imponen en Europa.

Envidia del deporte español

La crisis económica y financiera mundial parece haber reforzado el discurso de Sarkozy, que pretenden centrar el debate, no en el dilema de libre mercado o socialdemocracia, sino en devolver cierta ética a la economía. “Es de sentido común”, afirmó Sarkozy, que manifestó que los especuladores no pueden imponerse sobre los empresarios y los inversores; y que hay que acabar con los paraísos fiscales, por donde pasa “el dinero del crimen”.

El discurso del presidente galo incluyó un dibujo de su posición en asuntos de alcance global, como la integración europea, la defensa común o el medio ambiente. Sarkozy pidió ayuda a José Luis Rodríguez Zapatero para convencer a Barack Obama de que debe ser más ambicioso en sus medidas para frenar el cambio climático. Sarkozy ironizó sobre la capacidad de la UE para tomar decisiones, cuando deben ponerse de acuerdo 27 países, pero mostró su total apoyo para la presidencia española de 2010.

Durante su intervención, Sarkozy tuvo palabras de reconocimiento hacia el Rey, con quien compartió la jornada de ayer, a quien atribuyó la victoria de la democracia sobre la dictadura en el golpe de Estado del 23-F. También, con humor, quiso halagar a los españoles, y admitió su envidia por los éxitos deportivos que cosecha España en los últimos años.

Las comparaciones son odiosas, y la presencia de un líder europeo como Sarkozy, bregado en el panorama internacional, dejó en evidencia la calidad de muchas intervenciones que tienen lugar en el Congreso. El próximo debate sobre el Estado de la Nación, que se celebrará los próximos 12 y 13 de mayo, será una buena oportunidad para comparar la oratoria de unos y otros. Así, diputados, senadores y decenas de periodistas siguieron con interés el discurso de Sarkozy, mientras Carla Bruni, bella y liviana, mirada por todos, atendía desde la tribuna a las palabras de su marido.

No decepcionó. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, desplegó un discurso claro y directo en el Congreso, y se ganó una gran ovación de diputados y senadores, a quienes se metió en el bolsillo con su rotunda defensa de la presencia de España en el G-20, así como con su nítido compromiso para acabar con ETA. “No hay que elegir, es un deber, y no podemos decirle a España que cumpla con sus obligaciones internacionales y después, por razones de costumbre, decir que no dispone del escaño al que tiene derecho. España tiene que formar parte [del G-20]”, sentenció Sarkozy.

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