De la Vega saca pecho: “El mundo se mueve en la dirección de España”

Ante la crisis, ideología. Esta parece ser la receta del Gobierno, a tenor de los últimos discursos de José Luis Rodríguez Zapatero y María Teresa Fernández de la Vega. La vicepresidenta primera intervino esta mañana en un desayuno informativo, organizado por Europa Press, donde se jactó “con toda humildad” de que “el mundo se mueve en una dirección en la que España lleva recorrida una parte del camino”.

De la Vega utilizó las siete páginas de su discurso para reivindicar el papel del Ejecutivo socialista como pionero mundial en “multilateralismo, diálogo, responsabilidad social, interés general y solidaridad”. Sin apenas referencias a la situación concreta que padece España o a los planes inmediatos del Gobierno, la vicepresidenta optó por saldar cuentas con sus adversarios políticos en el terreno ideológico.

“Palabras que hace apenas unos meses muchos repudiaban e incluso ridiculizaban como mera retórica progresista, se han convertido ahora en el andamiaje central de esta nueva realidad”, afirmó en referencia a las críticas recibidas por la retirada de las tropas de Iraq y Kosovo, o por la Alianza de Civilizaciones. “Atrás queda aquel final de la historia que decretó un conservadurismo complaciente que creyó tener las llaves de nuestro destino”, expresó solemne.

La vicepresidenta sacó pecho también por la presencia de España en las cumbres del G-20: “Lo ha hecho por primera vez en más de un siglo. También ése es un gran hito en nuestra historia”. La crisis financiera y el cambio en la Casa Blanca ha dado fuerza a la retórica del Ejecutivo. De la Vega se refirió a la primera para rechazar el “mito del mercado autorregulado”, que ha terminado por ponernos “al borde del precipicio”; y a la llegada de Barack Obama para certificar que la “ideología neoconservadora” ha demostrado ser “económicamente ineficaz, socialmente injusta y políticamente irresponsable”.

En este sentido, De la Vega cargó contra el PP, partido al que tachó de estar “agazapado en su trinchera particular, cortoplacista y exigua de miras”, y de seguir “anclada en las aguas estancadas de la descalificación, la desconfianza y la demagogia”. La vicepresidenta llegó incluso a culpar del estallido de la crisis a las “posiciones neoconservadoras más extremas” del PP, que, a su juicio, “nos han conducido al lugar en el que estamos”.

“Reforzada” por Zapatero

En el turno de preguntas, De la Vega se vio obligada a descender a la realidad de la recesión y la crisis de Gobierno. “Lo van a ver, lo van a ver ustedes, cómo Elena Salgado recupera la confianza en la economía en este país”, aseveró la vicepresidenta para zanjar las críticas a la “hoja en blanco” de la trayectoria económica de la nueva ministra de Economía.  Así, se dirigió a Mariano Rajoy al asegurar que “ya le gustaría a él tener en sus filas gente tan capaz, valiosa y brillante”.

Finalmente, y para tratar despejar las dudas sobre su posible pérdida de influencia en el presidente del Gobierno, De la Vega señaló que ha salido “reforzada” del cambio de Gabinete, y que se siente “muy querida” por el resto de ministros.

De hecho, dio la impresión de que la reunión del Consejo de Ministros se había trasladado al céntrico hotel madrileño donde se celebraba la conferencia, ya que allí se reunieron, para arropar a su vicepresidenta, la citada Salgado, Francisco Caamaño (Justicia), Ángel Gabilondo (Educación), Miguel Sebastián (Industria), Beatriz Corredor (Vivienda), Bibiana Aído (Igualdad), Ángeles González-Sinde (Cultura), Trinidad Jiménez (Sanidad) y Cristina Garmendia (Ciencia y Tecnología).