Sepúlveda: “Correa no me regaló el coche, se lo estuve pagando durante dos años”

El ya ex alcalde de Pozuelo de Alarcón, Jesús Sepúlveda, aseguró ayer a este diario que el Jaguar que recibió de manos de Francisco Correa en 1999 no fue un regalo de éste: “Correa no me regaló el coche, se lo estuve pagando durante dos años”, aseguró. Según las explicaciones de Sepúlveda, el ‘cerebro de Gürtel’ se ofreció a comprar el coche para ponerlo a nombre de su sociedad “por interés propio de Correa”, añadió. Un interés propio fácilmente deducible: la compra del coche le permitía desgravar parte de sus impuestos.

A cambio del Jaguar, Sepúlveda entregó a Correa un BMW 523 i, cuya transferencia consta en los archivos de la Dirección General de Tráfico, y la diferencia la pagó en efectivo durante un periodo de dos años. De esa manera, Sepúlveda evitaba financiar el coche a través de una entidad bancaria ahorrándose así los intereses de la operación. Sin embargo, el propio Sepúlveda reconoció a este diario que le resultaba imposible demostrar los pagos en efectivo a Correa.

“Se trata de una permuta”, explicaron ayer a este diario fuentes jurídicas. La permuta es una figura contemplada por la ley, lo cual no es obstáculo para que Hacienda pueda investigar si en la transacción del Jaguar pudo haber una intención manifiesta de fraude fiscal por ambas partes. “En el caso de Correa parece bastante evidente, pero en el caso de Sepúlveda habría que demostrar una actitud dolosa, es decir, que había intencionalidad de contribuir al fraude, como ocurre cuando se hacen facturas falsas o intencionadamente infladas”, señalaron.

Génova asegura tener plena confianza en Ana Mato

Estas mismas fuentes explicaron que fuera de la posible evasión fiscal, sobre todo en el caso de Correa, no existe ninguna otra figura delictiva en la transacción, “puesto que Sepúlveda no era funcionario público cuando recibió el coche –era secretario electoral del PP, que como partido político es una entidad privada-, por lo que no puede hablarse de cohecho”. Esta es la razón por la que ayer en la sede del Partido Popular, en la calle Génova, no había una preocupación más allá de la personal por la vicesecretaria de Organización, Ana Mato.

Mato, casada hasta hace poco con Sepúlveda, será nombrada este próximo lunes en una Junta Directiva Nacional del PP coordinadora general de campaña para las elecciones Europeas de junio, nombramiento decidido por Rajoy que en ningún momento se ha puesto en cuestión a pesar de las informaciones aparecidas sobre las relaciones de su ex marido con el jefe de la trama de corrupción investigada por Garzón en la llamada ‘operación Gürtel’. Fuentes de la actual Dirección aseguraron que había plena confianza en Ana Mato.