La ralentización de las ventas de iPhones pasa factura a Apple en bolsa

La sesión bursátil de ayer fue positiva para Apple. El gigante tecnológico presentaba sus cuentas al cierre del mercado y las tímidas compras, que llevaron al valor a subir un 0,63% en la jornada, mostraban cierto optimismo de los inversores. Y no era para menos. Finalmente, la firma con mayor capitalización de Estados Unidos comunicó un aumento del beneficio del 4,9% hasta los 11.029 millones de dólares, frente al descenso del 2,6% del trimestre anterior.

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Sin embargo, la ralentización de las ventas de su producto estrella, el iPhone, ha caído como una losa entre los analistas que han tomado este dato como el indicador principal a seguir. Así, en el segundo trimestre de su ejercicio fiscal que finalizó el 1 de abril, Apple vendió 50,76 millones de smartphones, que generaron unos ingresos de 33.249 millones de dólares. Una cifra que viene a confirmar la ralentización de estas ventas, que suponen el 63% de todos los ingresos. Y es que en el mismo trimestre del año pasado, las ventas alcanzaron los 51 millones de iPhones y, en 2015 los 61,2 millones.

Un frenazo que, según el consejero delegado de la compañía, Tim Cook, se debe al hecho de que muchos clientes potenciales del iPhone están a la espera del nuevo modelo que se lanzará el próximo mes de septiembre.

Pero ese elemento siempre se tiene en cuenta cuando se analizan los resultados de Apple, y si en el segundo trimestre de su ejercicio fiscal las ventas del iPhone no han sido como se esperaban, los resultados del siguiente trimestre pueden ser peores.

En total, Apple anunció que en los dos primeros trimestres de su ejercicio fiscal acumuló unas ganancias netas de 28.920 millones de dólares, ligeramente por encima de los 28.877 millones que tuvo en el mismo período de su ejercicio anterior.

La compañía informó, además, que el beneficio por acción fue de 5,46 dólares, por encima de los 5,19 dólares que tuvo en el primer semestre del ejercicio fiscal anterior.

En la conferencia con los inversores, Cook, el heredero del imperio que forjó Steve Jobs, destacó los desafíos que está teniendo la compañía en China, su segundo mercado, después de EEUU, teniendo en cuenta que sus ingresos trimestrales allí cayeron un 14 %.

La compañía de Cupertino anunció que el consejo de administración ha autorizado una ampliación de su programa de recompra de acciones, desde los 175.000 millones, anunciados el año pasado, hasta los 210.000 millones de este año. Y también informó de un aumento del 10,5% en el dividendo trimestral, que llegará a los 63 centavos y será pagado el 18 de mayo.

Pero ni Tim Cook ni su jefe financiero, Luca Maestri, dieron muchas pisas sobre qué otras medidas puede adoptar Apple para utilizar la ingente cantidad de efectivo que tiene la compañía, que llega a unos 172.000 millones de dólares, descontando deuda.

Según cálculos de medios especializados, el 90% de ese efectivo se encuentra fuera de EEUU, ya que Apple aprovecha ventajas fiscales en otros países, algo que ha sido muy criticado por la nueva administración de Donald Trump.

Los datos, que fueron difundidos al cierre de Wall Street, y las explicaciones dadas por Cook y Maestri no convencieron demasiado a los analistas. De hecho, después de que terminara la conferencia telefónica con inversores los títulos de Apple se dejaron un 2,7% en las operaciones electrónicas posteriores al cierre de Wall Street, el llamado 'after hours'.

Una caída que se produce el mismo día que el índice compuesto del mercado Nasdaq, en el que cotiza Apple, llegaba a un nuevo récord histórico, el segundo consecutivo.