Los cursos de formación de 2016, en el aire: 150.000 trabajadores cruzan los dedos

Pulso entre tres. Patronal, sindicatos y administración están enzarzados en un conflicto que puede tener serias consecuencias para futuros alumnos y trabajadores. Los 150.000 empleados -sin contar puestos indirectos- que hay en el sector de la formación temen un retraso aún mayor en las subvenciones para cursos de 2015-2016, una convocatoria que ya debería haber salido en octubre.

“Ahora nos metemos en período electoral” y todo indica que no habrá fondos para la formación hasta bien entrado 2016, explican fuentes del sector a este periódico. Hay 250 millones de euros presupuestados para 2015 que las empresas encargadas de impartir los cursos esperan como agua de mayo. No ocultan su nerviosismo ante la “poca prisa” del Gobierno por sacar la convocatoria. “Quizá piensan que no pasa nada porque salga en marzo o abril, pero sí pasa”.

O si no que se lo digan al 30% de las empresas del sector abocadas a desaparecer o a reducir sus estructuras o a los cuatro millones de personas que se quedarían sin cursos durante unos meses, estiman las fuentes consultadas por El Confidencial. La sombra del ERE o el concurso de acreedores asusta sobre todo a las pymes que dependen de la financiación pública para sobrevivir. “Si un centro de formación cierra, ya no va a abrir cuando por fin salga la convocatoria”.

La reforma que marca un antes y un después

El escenario es bien distinto este año ante un brusco cambio de modelo que ha causado dolores de cabeza en la mesa de negociación. Los agentes sociales dejan de ser intermediarios: no recibirán ni un céntimo para impartir los cursos. Ahora las propias empresas gestionarán esos fondos de manera directa. No es lo único que cambia a raíz de la Ley de Reforma del Sistema de Formación para el Empleo, ratificada este verano por el 95% de los votos en el Congreso y el Senado.

A partir de ahora solo se puede adelantar un 25% del dinero frente al 100% que se aportaba antes. La administración -ahora sí- exigirá avales. La financiación llegará a las empresas a medida que vayan ejecutando los cursos, y no antes. “Recibirán otro 35% cuando justifiquen que el programa se ha puesto en marcha”, explica Paco Moreno desde la secretaría de Formación de CC.OO.

Hay quien asegura que esta reforma se impulsó como lavado de cara de las administraciones tras el fraude de los cursos de formación en comunidades como Madrid o Andalucía.

Antes era muy fácil, pero ahora piden infinidad de papeles para obtener una subvención

Señalan a Engracia Hidalgo -antigua secretaria de Estado de Empleo y ahora consejera de Economía la Comunidad de Madrid- como la figura que dio un puñetazo sobre la mesa tras tanto escándalo de corrupción y se atrevió a meter mano al sistema de los cursos de formación. “Había cogido una dinámica muy buena. Se lo dejó todo encarrilado” al nuevo secretario de Estado, aseguran. Pero Juan Pablo Riesgo por ahora no ha sabido entenderse con los agentes sociales y económicos.

Conflicto de intereses

Los sindicatos tuercen el gesto ante una reforma que les quita la potestad para impartir los cursos. Ya no verán ni rastro de fondos públicos. “Así no tendrán tentación de meter la mano en la caja. Además se van a poner en marcha medidas antifraude con sanciones económicas muy potentes”, precisan fuentes del sector de la formación. La patronal tampoco está contenta porque pierde mucho poder.

"Esta reforma no es la que necesita España. No está consensuada con los agentes sociales y es absolutamente intervencionista”, algo impropio del PP a ojos de Juan Carlos Tejeda, director de Formación de la CEOE. Una de los asuntos que más escuecen tiene que ver con un cambio que deja bien claro quien manda aquí. “La administración pasa a tener mayoría (51%) cuando antes cada parte representaba un tercio”, explican desde la Fundación Tripartita para la Formación en el Empleo.

Las tensiones salieron a la luz en el primer patronato. Este se celebró con idea de cambiar los estatutos de la fundación para adaptar la nueva ley, pero los agentes sociales decidieron no acudir como medida de presión. En esa reunión se debían aprobar tres cosas: cambio de nombre, cambio de presidente y cambio de composición de la tripartita (al entrar las comunidades autónomas). Ya ha pasado el plazo -13 de octubre- y el acuerdo es inexistente.

“A las partes les da igual la convocatoria porque ninguna va a recibir dinero”, opinan fuentes del sector de la formación

La patronal también ha metido el dedo en el ojo. Ha puesto en duda que Juan Pablo Riesgo pueda ser el nuevo presidente al no ser patrón -una de las condiciones para serlo-. El secretario de Estado ha pedido un informe a la abogacía del Estado para saber qué hacer a partir de ahora. Hasta que no salgan los resultados, el conflicto permanece enquistado y la convocatoria, bloqueada.

¿Abuso de poder?

"La CEOE no quiere pasar a ser un mero órgano consultivo, quiere controlar la toma de decisiones en esta casa”. La propia patronal admite que tanto poder por parte de la administración es, cuanto menos, inquietante. Máxime cuando son los agentes sociales y económicos los que deberían detectar las necesidades del mercado.

Otros temen que el nuevo sistema de los cursos de formación se convierta en una subasta pública donde el criterio de adjudicación sea el precio y no la calidad. “Siempre habrá empresas que te lo dejen más barato. En 1992 se pagaban 18 euros la hora y hoy apenas 6,4. Habrá concurrencia a la baja”.

El tiempo se agota

El 20-D está a la vuelta de la esquina y los afectados se impacientan. “Si esto no se arregla antes de las elecciones, el proceso se dilatará por lo menos hasta marzo y los cursos no se pondrán en marcha hasta después del verano”. Y las empresas del sector no quieren ni pensar en un vacío de varios meses sin dinero, sobre todo las más pequeñas.

“Si no hay fondos pronto, las pymes serán las principales perjudicadas. Hace falta tener un buen pulmón financiero para aguantar”, zanja la CEOE. Los sindicatos también creen que la nueva normativa destruirá a las pequeñas academias que no tienen recursos para adelantar el coste de los cursos. La Fundación Tripartita no niega que exista incertidumbre entre las entidades, pero insiste en que un proceso complejo como este lleva su tiempo. Además confía en que la convocatoria salga antes de final de año.

Otras voces del sector creen que “lo verdaderamente oneroso” es la falta de personal cualificado para satisfacer la demanda empresarial en ciertos sectores. “Los verdaderos damnificados no son la patronal o los sindicatos, sino las personas que buscan un perfil determinado en el mercado y no lo encuentran o los parados que buscan trabajo sin éxito”.

Con el desempleo que tenemos, este país no se puede permitir el lujo de dejar de formar a sus parados durante meses

Desde el Ministerio de Empleo quitan hierro al asunto y descartan de plano la paralización de la convocatoria. “Algunas empresas están haciendo un poco de ruido pero la tripartita está funcionando bien. No hay ningún problema”.