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Soria recurre ahora a las eléctricas para aflorar fraude tras acusarles de manipulación
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para controlar EL 'ROBO' DE ENERGÍA

Soria recurre ahora a las eléctricas para aflorar fraude tras acusarles de manipulación

Soria acusaba a las eléctricas de manipular la subasta. Sin embargo, apenas una semana después no duda en convertirlas en adalides contra el fraude.

Foto:  El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria. (EFE)
El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria. (EFE)

José Manuel Soria afirmaba abiertamente en lo más crudo de la crisis por la subasta del 11% que las eléctricas habían manipulado la puja. Sin embargo, irónicamente, apenas una semana después no duda en convertirlas en adalides contra el fraude. Según consta en el real decreto que regula la distribución, publicado ayer en el BOE, las compañías tendrán un importante incentivo económico paraaflorar actividades irregulares relacionadas con el robo de energía, una práctica que se ha incrementado con las estrecheces derivadas de la crisis. La nueva prima no es baladí, en tanto podrá alcanzar el 1,5% de la retribución que las empresas perciben anualmente por distribuir la energía.

“Como consecuencia del aumento en el fraude de energía eléctrica se ha introducido un nuevo incentivo a las empresas distribuidoras para lograr una disminución de fraude de energía puesto que son estas empresas las titulares de la redes y las encargadas de lectura”, expone el preámbulo de la nueva norma. Fuentes del sector explican que estas prácticas se vinculan con conexión ilegales a la red, en casos de usuariosque no abonan ni el término de energía ni los peajes. Aunque no hay una cuantificación del impacto económico de estas pérdidas, las compañías no dudan en ligar el nuevo incentivo con los efectos de la crisis. “Incluso se ha colaborado con la policía en algunas denuncias”, explican, sin dar más precisiones.

El nuevo incentivo se cobrará dos años después de subsanar el fraude y no sólo “podrá alcanzar el 1,5% de la retribución sin incentivos de dicho año” en concepto de distribución, sino que permitirá a las compañías embolsarse “el 20% de los peajes declarados e ingresados en el sistema en concepto de peajes defraudados”. El recibo de la luz se compone básicamente de dos partes. Por un lado, el coste de la energía, que hasta la debacle del pasado 19 de diciembre se fijaba en base a criterios de mercado en una subasta trimestral; y por otro, los peajes de acceso a las redes, un cajón de sastre que incorpora costes varios, desde la actividad de distribución hasta las primas al régimen especial, en esencia las energías renovables.

El secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal. (EFE)De hecho, la distribución ha sido una de las actividades que más ha sufrido los recortes acometidos en los dos últimos años por Industria para intentar cuadrar el déficit de tarifa, la diferencia entre los costes reales del sistema y los ingresos regulados que perciben las eléctricas. De este modo, los en torno a 3.000 millones que recibían las empresas por este concepto sufrieron un primer envite en marzo de 2012, cuando Soria anunciaba su primerplan de ajuste de caladopara equilibrar el sistema. La distribución se llevó un rejón próximo a los 700 millones, ante las airadas quejas de las firmas, que argumentan que los fondos que reciben apenas cubren su esfuerzo inversor para mantener la red.

La ronda de Nadal

La segunda vuelta de ajustes, la madre de todas las reformas promovida por el nuevo secretario de Estado, Alberto Nadal, también ponía en el foco a la distribución, ya en julio de 2013. De los 4.500 millones que se planteaba ahorrar –cambio del modelo de primas a las renovables incluido-, en torno a 300 millones deberían recaer en la distribución, cifra que podría irse hasta los 400 anuales a partir de 2014, según las estimaciones hechas en su momento por el propio Ministerio. Precisamente el real decreto aprobado ayer debe consignar esa rebaja, aunque habrá que hacer cálculos. Tanto la distribución como el transporte recibirán retribuciones del 6,5% (obligaciones del Estado a diez años más 200 puntos básicos).

Antes de clarificar la regulación cara al futuro, el Ejecutivo fijaba en el BOE del sábado las retribuciones por distribución y transporte para la segunda parte del año, desde la entrada en vigor de la reforma eléctrica hasta el 31 de diciembre de 2013. Sin contar los incentivos pendientes a la calidad del servicio, que reportan a las compañías importantes facturaciones y sólo en 2013 les supondrán 77 millones de euros, la retribución a la actividad de distribución para la segunda parte del año alcanzará los 1.972 millones de euros, de los que Endesa se embolsará 852,1 millones e Iberdrola un total de 677,2. Les sigue en la lista Unión Fenosa Distribución -véase Gas Natural-, con una aportación de 312,9 millones adicionales.

Todo en plena batalla entre Industria y las eléctricas por la subasta anulada hace una semana y a días vista de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) haga público el informe en que detalla las “circunstancias atípicas” que le llevaron a no validar la puja. Aunque el daño está hecho, sería alentador que la decisión estuviese más que motivada y la manipulación por parte de las eléctricas denunciada por el ministro quedara fuera de toda duda. Mientras tanto, la imagen de cara al exterior no ennoblece ni al Ejecutivo ni al sector, desde hace años en entredicho. Deutsche Bank no podía ser más claro explícitotras anunciar el viernes el Ejecutivo una subida de la luz del 2,3% para deshacer el entuerto “Para nosotros, el marco regulatorio aparece con más incertidumbre que nunca y proporciona muy poca credibilidad a la reforma energética del Gobierno español”. Más claro…

José Manuel Soria afirmaba abiertamente en lo más crudo de la crisis por la subasta del 11% que las eléctricas habían manipulado la puja. Sin embargo, irónicamente, apenas una semana después no duda en convertirlas en adalides contra el fraude. Según consta en el real decreto que regula la distribución, publicado ayer en el BOE, las compañías tendrán un importante incentivo económico paraaflorar actividades irregulares relacionadas con el robo de energía, una práctica que se ha incrementado con las estrecheces derivadas de la crisis. La nueva prima no es baladí, en tanto podrá alcanzar el 1,5% de la retribución que las empresas perciben anualmente por distribuir la energía.

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