Marzo arranca con fuerza: sobredosis de bancos centrales, subasta del Tesoro y empleo en EEUU

El calendario de 2013 ya ha consumido tres de sus hojas. Marzo ya está aquí, y en lo que respecta a los mercados arranca con la agenda cargada. El protagonismo recaerá en los bancos centrales, cuya actividad resultará frenética; en las subastas de deuda, con el Tesoro Público español de vuelta a la actividad tras semana y media de descanso; y en las estadísticas económicas, con EEUU como principal referencia. 

Sobresaldrá la cita que los inversores tendrán el jueves con el Banco Central Europeo (BCE). Tras el tono optimista mostrado por la entidad en las dos primeras reuniones de 2013, habrá que comprobar cómo responde la institución presidida por Mario Draghi a los últimos datos económicos, que confirman la debilidad de la región, y a la incertidumbre generada por el resultado electoral en Italia. Además, la reunión cuenta con el atractivo añadido de que el BCE actualizará, como cada tres meses, sus previsiones sobre el comportamiento de la economía y la inflación. En este sentido, y a la vista de los últimos acontecimientos, los expertos contemplan que Draghi podría abrir la puerta de nuevo a la posibilidad de reducir los tipos de interés, que se encuentran en el 0,75% desde julio de 2012. Eso sí, por el momento no prevén cambios en los intereses este jueves.

Ese mismo día también se reunirán dos de los bancos centrales que más expectación suscitan en los mercados en la actualidad. Se trata del Banco de Japón y del Banco de Inglaterra. Del primero no se esperan más medidas expansivas, aunque la cita estará marcada porque será la última que estará presidida por Masaaki Shirakawa, que dejará el cargo el 19 de marzo. En cuanto a la Vieja Dama, que es como se conoce coloquialmente al Banco de Inglaterra, será la primera reunión desde que Moody’s rebajó el rating del Reino Unido el pasado 22 de febrero. Por el momento, los expertos no esperan cambios –los tipos seguirían en el 0,5% y las medidas expansivas se mantendrían en los 375.000 millones de libras-, pero la entidad gobernada por Mervyn King podría sorprender para tratar de reactivar una economía que amenaza con caer en su tercera recesión desde el inicio de la crisis.

Un día antes, el miércoles 6, los mercados también se verán las caras con otros dos bancos centrales, los de Canadá y Brasil. Tampoco se esperan modificaciones en los tipos, que permanecerían en el 1% y en el 7,25%, respectivamente, pero serán relevantes las pistas que puedan aportar sobre sus futuros movimientos.

Vuelta a la rutina

Pero los inversores no vivirán sólo de bancos centrales. Las emisiones de deuda reivindicarán su cuota de protagonismo. El jueves, el Tesoro volverá a la carga emisora tras el breve descanso del que ha disfrutado desde el pasado 21 de febrero. Retomará la actividad con una subasta de bonos y obligaciones con vencimiento en 2015, 2018 y 2018.

Esta operación estará marcada por el retorno de la incertidumbre tras las elecciones italianas, que ya obligaron al Tesoro transalpino a pagar más intereses en las emisiones que realizó la semana pasada. En este sentido, será importante conocer el objetivo de financiación que establezca el Tesoro español para esta subasta –se anunciará hoy-. Después de haber captado casi 51.000 millones de euros en los dos primeros meses del ejercicio –el 22% del objetivo anual-, el organismo emisor tiene margen para frenar el ritmo y rebajar sus pretensiones. En la misma operación de febrero, el Tesoro se fijó como meta conseguir entre 3.500 y 4.500 millones de euros.

Y como puntilla, el empleo de EEUU

Para rematar la semana, el viernes se conocerá una de esas estadísticas que cuenta con envergadura suficiente como para agitar todo el mercado. Se trata de los datos mensuales de empleo en EEUU. Si estos datos siempre son importantes, su relevancia es ahora aún mayor después de que la Reserva Federal (Fed) haya situado al empleo en el epicentro de su estrategia monetaria. Las previsiones apuntan a que el mercado laboral norteamericano podría haber generado unos 150.000 puestos de trabajo en febrero, mientras que la tasa de paro permanecería en el 7,9%. Es decir, en un nivel históricamente alto, si se tiene en cuenta que el promedio de los últimos 50 años se sitúa en el 6,1%.