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La deuda española vivirá cuatro semanas de tensiones y el dinero busca países más seguros
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LA CLAVE ESTÁ EN LA REDUCCIÓN DEL DÉFICIT Y LA CONCRECIÓN DEL RESCATE

La deuda española vivirá cuatro semanas de tensiones y el dinero busca países más seguros

La prima de riesgo ha vuelto a los 500 puntos básicos tras un mes relativamente tranquilo en el que no ha habido prácticamente emisiones y en

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La deuda española vivirá cuatro semanas de tensiones y el dinero busca países más seguros

La prima de riesgo ha vuelto a los 500 puntos básicos tras un mes relativamente tranquilo en el que no ha habido prácticamente emisiones y en el que se ha descontado el rescate a España. Pero la calma estival se ha esfumado y los expertos auguran que las próximas cuatro semanas la volatilidad y la tensión serán la tónica dominante en los mercados de deuda. Hasta que no se cierre el rescate, llegue el dinero a los bancos y se compruebe que se cumplen los objetivos del déficit, los bonos van a seguir moviéndose a bandazos.

“Si algo está claro es que la segunda y la tercera semana de septiembre van a ser clave y los problemas vendrán en los dos próximos meses, cuando hay que financiar una parte más importante de la deuda”, comenta Fernando Hernández, director de gestión de Inversis Banco. En su opinión, tras un mes en el que los intereses de los bonos españoles, sobre todo a corto plazo, han caído de forma importante, “ahora toca esperar y ver”. Los tipos se mantendrán bajos “si y solo si todo lo que se ha ido anticipando en las últimas semanas se cumple”, añade.

Y lo que espera el mercado es que España pida ayuda y que la obtenga. Lo que no está tan claro es cuándo y cómo, y ello va a seguir generando tensiones. Los mercados son impacientes y cuatro semanas son mucho tiempo. Hernández cuestiona la idea de Standard & Poor’s sobre un rescate total, si esto implica sacar del mercado a España, como se ha hecho con Grecia, Irlanda y Portugal.

Pero Hernández sí admite que se da por hecho que el fondo europeo vaya a comprar deuda; eso “sería lo lógico”. Por su parte, Montserrat Formoso, de gestión de Carteras de Tressis, señala que “no solo es necesario que se 'rescate a los bancos', sino que también hay que hacer otra serie de reformas que solo ante la imposición supranacional podrían ver la luz. Esto como moneda de cambio a que el BCE actúe en el mercado de la deuda y corte la espiral financiera autodestructiva en la que se encuentran las finanzas públicas”. En este punto, “queda ver cómo mueve ficha el Gobierno: cualquier titubeo desencadenaría un nuevo azote de los inversores a los activos españoles”.

En este sentido, los expertos coinciden en que septiembre va a ser un mes complicado y que lo normal en los mercados de deuda serán la volatilidad y los movimientos bruscos. “Las cuestiones pendientes no se han cerrado y el panorama económico es muy negro. Nos tenemos que acostumbrar a, que dado los bajos volúmenes que hay, haya subidas y bajadas bruscas”, destaca Miguel Ángel Bernal, profesor del IEB, que anticipa que “va a haber bastantes presiones en las próximas semanas. Hasta que llegue el dinero”.

En este contexto, los inversores han vuelto a entrar en deuda alemana, más segura, lo que ha provocado un descenso de la rentabilidad del ‘bund’ y ha contribuido, junto con la subida de los intereses españoles, a elevar la prima de riesgo. Los inversores acogieron ayer bien los datos del PIB germano y eso acentuó el movimiento.

La reducción del déficit público es clave

Además de que se ponga en marcha el banco malo y llegue la ayuda europea a la deuda, los mercados esperan ver que, efectivamente, España es capaz de cumplir con los objetivos de déficit. Sin eso, no va a haber una bajada de la tensión, explica Julián Lirola, de Self Bank, que destaca que a largo plazo hay muchos frentes abiertos.

En su opinión, lo que se va a examinar en las próximas semanas es si los riesgos internacionales se reducen y si España puede hacer los deberes. El Gobierno pactó con la UE terminar este año con un déficit público del 5,3% y recortarlo al 3% en 2013. Pero en mayo Burselas ya advirtió de que España solo iba a lograr reducirlo hasta el 6,4% en 2012 -desde el 8,5%- y al 6,3% el próximo ejercicio. Y conseguir los objetivos es algo clave para recuperar la confianza de los mercados que España perdió hace tiempo, tal y como recordó Olli Rehn, vicepresidente de la Comisión Europea.

El panorama es muy poco alentador y no parece que vaya a resolverse pronto. Los últimos datos ponen de relieve que las autonomías volverán a incumplir los objetivos de déficit, según el informe de Fedea publicado hace unos días. Sólo Galicia, Navarra -ambas con un 1,2%- y La Rioja -1,4%- estarían dentro del límite marcado por la Eurozona, según el documento, que estima una desviación de 70 puntos básicos. 

La prima de riesgo ha vuelto a los 500 puntos básicos tras un mes relativamente tranquilo en el que no ha habido prácticamente emisiones y en el que se ha descontado el rescate a España. Pero la calma estival se ha esfumado y los expertos auguran que las próximas cuatro semanas la volatilidad y la tensión serán la tónica dominante en los mercados de deuda. Hasta que no se cierre el rescate, llegue el dinero a los bancos y se compruebe que se cumplen los objetivos del déficit, los bonos van a seguir moviéndose a bandazos.

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