España convivirá con cerca de seis millones de parados hasta 2014

La economía española irá de menos a más hasta 2015. Pero la sima de la que tiene que salir es tan profunda que continuará en recesión. Al menos, hasta dentro de año y medio. O dicho en otros términos, este año 2012 el PIB se contraerá un 1,5%, mientras que el próximo -con un perfil suavemente ascendente durante la segunda parte del ejercicio- caerá un 0,5%. Es decir, que entre 2009 y 2013 la economía española habrá permanecido cuatro años en recesión (salvo 2011). Nunca había sucedido algo parecido en la reciente historia económica del país.

¿La causa? El desplome de la demanda interna, que afecta a sus tres componentes: el consumo público (-8,2%); el consumo privado (-1,4%) y la formación bruta de capital (inversiones), que después de años de contracción aún caerá el año próximo un 2%. Las consecuencias no pueden ser otras que un nuevo deterioro del mercado de trabajo. Hasta el extremo de que este año se perderán casi 650.000 puestos de trabajo y el próximo unos 35.000 empleos.

El resultado es que este año, según las estimaciones del Ejecutivo, el desempleo alcanzará el 24,6% de la población activa en media anual. Y aunque el Gobierno ha previsto un suave descenso hasta el 24,3% en 2013, esto se debe no a una mejora de la actividad laboral sino al llamado ‘efecto desánimo’, que se produce cuando la población activa deja de buscar un puesto de trabajo simplemente porque cree que no lo encontrará. Paradójicamente, la población activa se contrae en uno de los países con menor tasa de actividad, principalmente entre las mujeres.

El nuevo cuadro macroeconómico aprobado ayer por el Gobierno salva de la debacle al sector exterior. En parte por una mejora de las exportaciones de bienes y servicios (6% de aumento), pero también por el descenso de las importaciones en un contexto recesivo (-1,5%).

El aumento previsto de las ventas al exterior contrasta, sin embargo, con las recientes estimaciones del FMI, que revisó a la baja el PIB mundial. Aun así, Economía considera que las ventas al exterior crecerán cuatro veces lo que el PIB nominal de España. Según sus estimaciones, el sector exterior contribuirá en 2,3 puntos porcentuales al crecimiento, que compensarán en parte los 2,8 puntos de contracción que aportará la demanda nacional.

Más empleo, pero a largo plazo

Según el Gobierno, a partir de 2014 la economía española comenzará a ver la luz, pero de una forma muy suave en términos de empleo; ese año se crearían unos 170.000 puestos de trabajo (frente a un paro que afectará a alrededor de seis millones de trabajadores), mientras que en 2015 se generarían unos 290.000 empleos. Aun así, la tasa de paro se situaría ese año en el 21,8% de la población activa.

La parte más positiva del cuadro macroeconómico tiene también que ver con la capacidad de financiación de la economía española, que volverá a ser positiva, si se cumplen las estimaciones. En concreto, de un 0,5% del PIB, algo que no sucedía prácticamente desde que comenzó el último periodo de expansión económica, que fue financiado con ahorro externo, lo que produjo un fuerte déficit exterior. Aun así, la Posición de Inversión Internacional de España seguirá siendo claramente negativa (alrededor del 90% del PIB), pero al menos comenzará a mejorar.

En cuanto al déficit público, el Gobierno asume el nuevo escenario de consolidación fiscal pactado con Bruselas, sin cambios. Con el objetivo de situar el déficit en el 2,8% del PIB en 2014, y un 4,5% un año antes. Lo relevante es la estrategia del Ejecutivo de financiar los déficits que pueda registrar la Seguridad Social por el deterioro del mercado de trabajo. De hecho, anticipa equilibrio presupuestario pese a destrucción de puestos de trabajo tanto este año como el próximo.