Goirigolzarri pone firmes a 300 directivos mientras negocia con Deloitte

Día muy intenso el que vivió ayer José Ignacio Goirigolzarri. El nuevo presidente de Bankia reunió al consejo de administración a las nueve de la mañana para analizar la situación del grupo financiero y por la tarde mantuvo una conferencia telefónica con cerca de 300 directivos para exponerles las líneas maestras de su gestión.

El banquero bilbaíno había convocado su segundo consejo de administración en apenas ocho días para explicar a los miembros del órgano de gestión de Bankia la compleja coyuntura en la que se encuentra el banco. El mensaje de Goirigolzarri fue de plena confianza en el futuro de la institución pese a que reconoció que las próximas semanas serán clave al tener que negociar con el Banco de España, el Ministerio de Economía, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la entrada del Estado en Banco Financiero y de Ahorros (BFA), la matriz.

Para establecer con qué participación de BFA se quedará el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), es fundamental el informe de Deloitte, el auditor de Bankia y del holding. Por ese motivo, Goirigolzarri señaló a los consejeros que en breve tratará de resolver el conflicto con la firma estadounidense, que se ha negado a firmar las cuentas de 2011. El resultado final de ese análisis determinará el desfase patrimonial de la filial, de la cabecera y, por tanto, el dinero necesario para restablecer el patrimonio.

A este asunto dedicó el presidente gran parte de la reunión, en la que también adelantó que a finales de junio celebrará una junta general de accionistas. Una cita en la que previsiblemente se producirá la renovación de gran parte de los consejeros de Bankia, a los cuales apenas les explicó la nueva organización directiva. La entidad tendrá tres grandes direcciones generales, que serán dirigidas por dos ex compañeros suyos de BBVA, José Sevilla y Antonio Ortega, y el actual consejero delegado, Francisco Verdú.

Si fue más profuso en detalles en la exposición de los principales problemas operativos que tiene el banco cotizado, faceta en la que dio buena muestra de sus profundos conocimientos sobre banca doméstica. “Ha sido como la noche y el día”, comenta un consejero en relación a los consejos de administración que presidía Rodrigo Rato

Conferencia telefónica

La explicación de esta nueva estructura ejecutiva fue uno de los puntos fuertes de la conferencia telefónica que posteriormente, ya por la tarde, Goirigolzarri mantuvo con el staff de Bankia. El presidente convocó a cerca de 300 directivos para alentarles en el momento crítico de la institución, castigada en bolsa hasta el nivel más bajo desde que salió a cotizar, en julio de 2011.

Además de reincidir en el mensaje de optimismo sobre el futuro, Goirigolzarri pidió a los ejecutivos un esfuerzo para volver a recuperar la confianza de los clientes, muchos de los cuales han retirado el dinero de sus cuentas por el temor suscitado por la nacionalización. Fuentes del área comercial admiten que un número importante de particulares han pedido el cierre de sus depósitos para poner su dinero en liquidez, “paso previo a que se lo lleven”.

El presidente les inquirió a que se focalizan en el negocio diario, en la captación de pasivo, en la concesión de créditos y la mejora de la gestión del riesgo. Un mensaje claro, preciso, pero que no ha resuelto la incertidumbre que pesa sobre el futuro de la mayoría de los asistentes.