Pomatta gana en los tribunales a Mutua Madrileña una pensión de 'solo' 14 millones

Fallo millonario en el mundo del seguro. José María Ramírez Pomatta, el que fuera presidente de Mutua Madrileña, ha visto cómo la Audiencia Provincial de Madrid le ha dado parcialmente la razón en el pleito que mantiene con su antigua compañía. Según la sentencia, que se comunicó ayer a las partes, la aseguradora presidida ahora por Ignacio Garralda debe abonarle un total de 14 millones de euros en concepto de pensión, casi la mitad de los 21 millones que reclamaba.

El origen del conflicto se remonta a principios de 2008, fecha en la que Ramírez Pomatta fue hospitalizado para ser intervenido de gravedad. Los consejeros de la aseguradora, entre los que figuraban personajes ilustres como Ignacio Garralda, Miguel Corsini o Alfonso Cortina, aprobaron su cese -primero temporal y luego de forma definitiva-, al tiempo que acordaron renunciar a las cantidades que pudieran corresponderles a todos en un futuro en concepto de pensiones.

Una vez destronado, Ramírez Pomatta hizo causa contra Mutua Madrileña para reclamar el cobro de la multimillonaria pensión, convencido de su derecho a cobrar los 21,2 millones de euros por ajustarse a los estatutos sociales aprobados por la aseguradora antes de su cese. Así lo defendió ante el Juzgado de lo Mercantil n°11 de Madrid, aunque esta primera instancia falló en su contra al desestimar la demanda, dando por tanto la razón a la compañía aseguradora.

Era finales de 2010, pero lejos de acabar el conflicto, Ramírez Pomatta recurrió la sentencia a una instancia superior. Poco más de un año después, la Audiencia Provincial de Madrid ha fallado a su favor, aunque de manera parcial, porque le reconoce el cobro a cerca de 14 millones de euros. La sentencia ha contado con el voto a favor de dos magistrados, según las fuentes consultadas, y con el voto particular en contra del tercer magistrado que formaba el tribunal de la sala.

Este estamento judicial ha tenido en cuenta los argumentos del expresidente de Mutua Madrileña, representado en este caso por el letrado Santiago Muñoz Machado, que defendía que el establecimiento del sistema de pensiones para los máximos responsables de la aseguradora fue aprobado en 2005 y reformado en 2007 sin recibir "ninguna crítica de los miembros del consejo de administración". En realidad, el único en poner pegas fue la Dirección General de Seguros.

La tesis que ha defendido la aseguradora, representada Uría Menéndez, es que el sistema de pensiones fue aprobado en un "entorno presidencialista" en el que se aceptaban todas las propuestas de Ramírez Pomatta, al que acusó de reclamar una cantidad "excesiva y desproporcionada", conforme avala un informe de Deloitte Abogados y Asesores Tributarios, y al que atribuyó la intención de asegurarse una jubilación dorada tras sólo tres años como presidente asalariado.

El papel de la Dirección General de Seguros

Con Ramírez Pomatta fuera de Mutua Madrileña, la aseguradora cambió ese mismo año (2008) el sistema de pensiones aprobado años atrás a raíz de las críticas suscitadas durante una inspección del supervisor del sector asegurador,  presidido entonces por el controvertido Ricardo Lozano, que también llevó sin éxito a los tribunales a la mutualidad AMA por un asunto referido con el cobro de dietas y complementos por parte del consejo de administración.

Tras el fallo conocido ayer martes, Mutua Madrileña estudia la posibilidad de recurrir la sentencia ante el Tribunal Supremo, según han explicado fuentes oficiales, aunque esta contingencia jurídica está provisionada en las cuentas de la compañía desde el momento en que arranco todo el proceso en los tribunales. Por su parte, Ramírez Pomatta se muestra satisfecho con la sentencia, independientemente de la cantidad sobre la que le han reconocido derecho.